Conexiones Peligrosas || ChanSoo [Terminada]

1- Asignación

El ruido y congestión de la ciudad, las luces neón en la noche y los autos moviéndose en el día. Aquella asfixiante contaminación y los pocos momentos de silencio eran su pan de cada día. Luego de diez años de vivir en Seúl aún Do Kyungsoo no podía afirmar que se había acostumbrado, habitualmente llegaba a las 6:00pm a su hogar, se daba un baño con agua caliente y después se envolvía como dumpling entre las sábanas de su cama y los brazos de su esposo. Solo ahí podía permitirse sentirse a salvo, en su hogar.

La línea de trabajo que había elegido en los calurosos días de preparatoria tampoco era la más sencilla y mucho menos solicitada por los jóvenes, lo eligió tras la muerte de su abuela a manos de un criminal sin escrúpulos. Estudio y trabajó duramente hasta posicionarse como uno de los mejores investigadores criminales, con varias medallas en reconocimiento a sus habilidades y a la protección de la sociedad coreana. Pese a ello seguía siendo un hombre de estómago débil, en ocasiones el avanzado estado de descomposición de un cuerpo podía provocarle arcadas o directamente devolver el desayuno. Por este motivo se había acostumbrado a utilizar un cubrebocas rociado con el varonil perfume del amor de su vida.

Había conocido a Park Chanyeol de una peculiar pero divertida manera luego de haberse emborrachado en un solitario 12 de enero, su cumpleaños. Ese hombre alto, de cabello negro y cicatrices en las manos le llevo cargado como princesa desde la estación del metro a un lujoso hostal, con delicadeza limpio su rostro vomitado, le ofreció ropa limpia y un buen plato de gachas hervidas. Nunca le echó en cara tal acción, solo se quedó a su lado en silencio hasta que él mismo pudo hablar correctamente y agradecerle.

La conexión fue inmediata, pasaron toda la madrugada y la mañana del día siguiente hablando sobre la vida, sobre sus sueños, el pasado, el futuro. Park Chanyeol era mágico, atrayente, una especie de droga la cual con solo consumirla un poco le había llevado a la perdición. Tal vez exageraba, Chanyeol era sumamente dulce, divertido, transparente y sincero con sus emociones. La magia del primer encuentro fue evolucionando, a medida que los casos que le correspondían resolver eran más difíciles y más grotescos, la necesidad de estar con Chanyeol incrementaba.

Fue así como pasaron de ser mejores amigos a novios, y luego, naturalmente a ser esposos. Chanyeol era el rostro del Canal 61, un reportero intrépido y sin miedo a los retos quien se encargaba de ir a diferentes locaciones dentro de la ciudad para mostrar la cruda realidad de Seúl, era peculiarmente atractivo ver cómo alguien tan guapo podía narrar tales escenarios manteniendo un rostro sereno. "Rostro de ángel", era llamado por varios colegas reporteros e incluso en el centro de investigación donde Kyungsoo trabajaba hacían mención de su físico.

Kyungsoo sentía que el barco en el cual embarcó por rencor hacia el culpable de la muerte de su abuela había sido arrastrado por las olas sin rumbo fijo por muchos años, pero todo cambio al conocer a Chanyeol. Sus metas y propósitos cambiaron por completo. Él, que había jurado jamás casarse o tener hijos finalmente lo había hecho, estaba feliz con aquel resultado pues Baekhyun era el niño más hermoso que existía, con ojos llenos de vida y amor como su esposo, Chanyeol.

—Realmente deseo llegar pronto a casa —, susurró Kyungsoo con ojos cansados mientras miraba por enésima vez algunas de las fotos del nuevo caso al cual había sido asignado.

—¿Y cómo no? Yo también desearía llegar a casa y presionar el musculoso cuerpo del señor rostro de ángel del canal 61—, respondió con voz chillona su mejor amigo y compañero de equipo, Kim Jongdae.

Kyungsoo suspiró, giro la silla y peino hacia los lados su cabello negro. Jongdae seguía riendo mientras hacía zoom en la descripción del forense.

—Mi esposo es tan hermoso... Soy jodidamente afortunado, la forma en la que toma a Baekhyun entre sus brazos y arrulla a nuestro hijo es muy preciosa. Cierto, deseo llegar a casa y ser una masa pegajosa con ese hombre.