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—Hola, Tanjiro—

—¡Hola, Tomioka! ¿Cómo se encuentra?—

—Bien, ¿Que se te ofrece?— Preguntó.

—Realmente no sé si tenga tiempo, disculpe si lo interrumpo. Quiero invitarlo a cenar esta noche conmigo y Nezuko, ¿Está disponible?—

Tomioka suspiró con cierta tristeza.

—Discúlpame, Tanjiro. Saldré a cenar hoy con Shinazugawa. ¿No estás disponible mañana?— Aunque su trabajo probablemente no se lo permita, no perdía nada en invitarlo al día siguiente, o tal vez otro día, a Tomioka no le molestaba para nada compartir su tiempo con Tanjiro, su compañía le agradaba mucho.

—..¿Con Shinazugawa..?— Tanjiro miró dudoso a Tomioka con la mano en la barbilla y una ceja levantada.

—Si..— Contestó de vuelta.

—...¡Lo sabía! ¡Lo sabía muy bien!— Gritó Tanjiro emocionado.

—¿Tanjiro?— Los gritos del Kamado asustaron levemente a el pelinegro.

—¡Giyuu y Shinazugawa esconden algo! ¡Sabía que eran pareja!— Volvió a gritar el Kamado.

Giyuu abrió los ojos como plato, sintió como sus orejas empezaban a calentarse al igual que sus mejillas, miró dudoso a Tanjiro, avergonzado a la misma vez.

—¿Eh?—

—No intente mentir, los he visto juntos en un pequeño río, ¡El aroma que desprendían ambos era de amor!—

Giyuu se quedó sin palabras, nunca había pensando algo así. El no estaba enamorado de su compañero y mucho menos su compañero de él, ¿verdad?

—Tanjiro..estás confundiéndote..—

—..¿Porqué?...—Tanjiro se quedó en silencio, ¿Había hablado mucho quizá?

—Ooh...Discúlpeme Giyuu..— No solo su cara se puso roja, ¡Su cuerpo completo también! ¿Porque tenía que ser tan metiche?

—No hay problema, una simple equivocación—Suspiró de nuevo el azabache. —¿Tienes tiempo otro día?— preguntó, evadiendo más preguntas.

—¡Claro que si! ¡Disculpe mi imprudencia!—Hizo una leve reverencia para disculparse. —Perdón las molestias, paso a retirarme, Giyuu— así sin más se iba, no quería quedarse y hacer más escándalo.

—Sabes que no me molestas, regresa cuando gustes— Le sonrió muy levemente, una sonrisa a casi imprescindible.

...

Pasados los minutos, pensaba seriamente en la pequeña plática que tuvo con el pelirrojo. ¿Porqué razón creía eso? Tomioka nunca ha sido alguien interesado en el amor, nunca supo sus preferencias sexuales, y tampoco sabía lo que se sentía estar enamorado. No creía en que el Shinazugawa estuviese interesado en él, pues al ser un hombre de carácter fuerte, el cual antes lo despreciaba..¿Había lógica? Claro que no.

Con aún más dudas, salió a despejar su mente un rato, para Giyuu era ridículo pensar tanto en los nuevos tratos de su compañero, su manera de hablarle y que era muy amable, a comparación de lo que antes fue. Sin embargo, era algo inevitable que no podía parar de pensar por más que quisiese.

La hora en la que acordaron se acercaba, Tomioka se puso su uniforme habitual, colocando su katana a un costado de su cintura, podría haber una misión en cual que ir momento, su trabajo no lo permitía vestirse común como todos

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La hora en la que acordaron se acercaba, Tomioka se puso su uniforme habitual, colocando su katana a un costado de su cintura, podría haber una misión en cual que ir momento, su trabajo no lo permitía vestirse común como todos. Aveces deseaba tener una vida feliz y normal junto a su hermana.

Ordenó su rebelde cabello en una sencilla coleta baja, se miró a un espejo antes de salir de su finca para irse a el pequeño pueblo que estaba muy cerca de ahí.

Llegó a el lugar en el que acordaron, entró a el pequeño bar, no había mucha gente así que pudo divisar fácilmente la cabellera blanca de su compañero. Se acercó lentamente hacía el, ya estando lo suficientemente cerca tocó delicadamente su hombro, percatando el leve susto que se llevó el mas grande.

—¿Tomioka?— se volteó de el banco en el que estaba sin levantarse de él.

—Shinazugawa, ¿Hace mucho tiempo estás aquí?—

—No, llegue hace diez minutos, pero quería llegar antes que tú— Sanemi acercó más el banco que estaba a un lado suyo, mientras daba palmaditas dándole a entender a el azabache que se sentase.

—¿Bebes?— Preguntó el albino.

—No— Contestó el azabache.

Sanemi palideció, ¿Porque mierda no preguntó antes de citarlo A UN BAR? Sanemi se sintió un estúpido, cosa que aumentó su mal humor.

—¿Entonces que hacemos aquí? Vayamos a otro lugar— Sanemi iba a levantarse de su silla, pero Giyuu lo detuvo.

—¿Eh?—

—No te preocupes, venden pequeños postres— Apuntó el azabache hacia un pequeño cartel con una limitada opción de pastelillos.

—Bien, siéntate—

Ninguno era bueno sacando plática, Sanemi se veía firme pero por dentro era un desastre. Giyuu, al igual que Sanemi se veía tranquilo, pero por alguna razón se sentía..¿Nervioso?

—¿Pedirán algo?— Preguntó una mesera. ¡Bendito sea el señor! ¡Sanemi se ha salvado!

—Un trago— Respondió con indiferencia.

—Mochi, porfavor— Pidió amablemente el azabache.

La mesera se fue de ahí, Giyuu veía interesado a Sanemi, realmente le interesaba saber el cambio de su compañero, pero él no sabía cómo empezar una plática, se sentía nervioso.

¿Tengo algo en la cara?— Preguntó el más alto.

—¿Ah? No, no— Respondió desviando la mirada al suelo.

—Tomioka, ¿Realmente no tomas?— Preguntó.

—No—

—Mmh..—

—Shinazugawa, ¿Porque cambiaste tu actitud?— Preguntó de golpe, a duras penas formuló la frase.

—¿Eso te importa?— Respondió de una forma grosera.

—Ah..— Giyuu se sintió incómodo, volvió a arruinarlo..¿Sería mejor irse? Sintió una leve desilusión que ignoró, tal vez fuese otra cosa, Giyuu era muy malo con sus sentimientos y realmente no sabía que sentía, siempre era un desastre cuando se trata de sus sentimientos.

Sanemi sintió una amenazadora mirada detrás de él, se volteó y vió a una mujer de cabello negro, ojos verdes y característicos lunares debajo de ellos. Veía como la mujer lo veía decepcionado mientras movía su cabeza de un lado a otro, supo que hizo mal. Se volteó de nuevo para ver a su compañero levemente cabizbajo, ¿Giyuu era sensible? No pudo no sentirse culpable. Sanemi no sabía cómo entablar una conversación, y estando verdaderamente de mal humor, era aún peor. Genya tuvo uno misión, se supone que no le importaba, pero siempre se preocupaba en exceso por el. Cosa que solo él sabe y siente.

—Tomioka, discúlpame— El mencionado volteó a verlo. —Solo estoy un poco angustiado, nada más— Le sonrió levemente. El corazón de Giyuu latió más fuerte, se sintió feliz por alguna razón.

—No hay problema, Shinazugawa—

—Sanemi—Direcciono sus ojos a los del contrario, creando un contacto visual.

—¿Eh?—

—Llámame por mi nombre, Sanemi—

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⏰ Última actualización: Feb 19 ⏰

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