perdóname

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● la pareja estaba feliz comiendo en un restaurante, entre risas y platicando amenamente.

Después podemos y al parque —el omega mostraba una sonrisa muy feliz— ¿qué te parece?

El alfa asintió terminando de comer.

Si pequeño —sonrió y luego empezó a reír un poco— pero ¿seguro puedes caminar tanto?

¡k-kook!—.

Okey, okey —alzo la manos queriendo demostrar inocencia.

Umm... esta vez me dejaste muchas marcas— comento apenado.

Resulta que después de tener un buen y largo sexo que les llevo casí medio día, al estar bañándose jimin se dío cuenta que.

Uno: tenía demasiadas marcas, estaba cubierto de ellas por donde quisiera ver.

Dos: lo hicieron sin condón y se habían anudado más de una vez.

Me emocioné jiminnie— admitió mientras el omega terminaba de comer con las mejillas rojas— pero lo volvería a hacer ¿qué tal en la noche umm?

El omega casí se atora con la comida que tenía en la boca y tomo agua para pasarla. Se preguntaba desde cuando jungkook se volvió tan atrevido.

Era incluso más tímido que el, pero ahora no le da ni un poco de vergüenza decir ese tipo de cosas, le gustaba pero no lo admitiría.

Umm... lo voy a pensar —terminó toda su comida y lo miró con atención.

Gracias lindo —se acordó de algo importante— por cierto amor. Mañana puedes ir a casa de jin, es que me dijo que quería mi ayuda con algo para nam pero no puedo.

Si puedo hacerlo amor —acepto sin inconvenientes— ¿sabes para que es la ayuda?

No lo se, lo que me dijo era solo que quería darle algo—.

Umm bueno— checo su celular viendo la hora— ¿nos vamos?

Si, espérame afuera —se levantó— voy a pagar —le dío un beso en los labios y jimin salió.

El omega se quedó esperando aunque en su mente estaba el hecho de que ya era algo seguro que se casaría con jungkook, le daba emoción y sonreía por eso.

De no ser porque alcanzó a ver a min-gyu a lo lejos que estaba quieto observándolo, le dío miedo.

¿Y este ahora qué?—.

Vio que min-gyu lo miraba no tan contento y después de eso se fue hasta que jimin lo perdió de vista y jungkook sostuvo su cintura.

Listo ¿nos vamos omega?— le dío una cálida sonrisa.

Ah... si vamos, quiero un algodón de azúcar—.

.....

¿De verdad tengo qué hacer eso?—.

Ya te dije que si woon— rodó los ojos mientras estaba pendiente de que no lo encontrarán— bien, primero sal y te lo llevas, sencillo.

Woon asintió.

A min-gyu no se le había ocurrido mejor idea que seguir a jungkook y a jimin durante todo el día y ahora se encontraban escondidos detrás de arbustos y un árbol observándolos.

Para mala suerte de sung-woon, sus planes se arruinaron y ahora tenía que ayudar a su amigo, o hacer lo mejor que pueda.

Vamos, vamos —le avisó min-gyu a sung-woon al ver que jimin y jungkook se iban a sentar en una banca para comer algodón de azúcar.

𝙈𝙞 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙤 𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora