EPÍLOGO

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Dos semanas habían pasado desde aquel suceso. El país estaba conmocionado ya que videos, imágenes y audios de lo sucedido habían sido visualizados y aunque el gobierno intentó bloquearlos para ocultar el hecho ya era tarde, todos estaban al tanto.

Deidara quien ahora se encontraba en la ciudad siguiente caminaba por la calle con las manos en sus bolsillos. Se detuvo al intentar cruzar la calle cuando visualizó en una de las grandes pantallas que habían en los edificios mostraban videos de lo que había sucedido.

Bajó la mirada no queriendo ver más, no quería pensar en lo que pasó, no quería creer que había perdido a su hermano y a su padre ese mismo día.

Se estremeció cuando sintió una brisa fresca y levantó la mirada cuando el semáforo cambió siendo el turno de los vehículos para avanzar.

El asombró cruzó su rostro cuando del otro lado de la calle reconoció a alguien a quién creía haber perdido. Este se encontraba viendo las pantallas por lo que aún no lo había notado pero ni bien cambió nuevamente el semáforo miró hacia su lado también impresionado por verlo allí.

—... Las autoridades anuncian que lo que sucedió fue un ataque terrorista —explicaba una periodista—, el presidente prometió que tomaría cartas en el asunto.

En otro canal mostraban manifestaciones, gente con carteles exigiendo justicia y un esclarecimiento del asunto ya que no creían en el gobierno.

Videos comenzaron a circular de gente atacándose unos a otros.

—¿Acaso este es el fin del mundo?

Unos jóvenes que habían entrado a la ciudad que había sido bombardeada y apodada como “la ciudad caída” grababan con un drone desde un puente esperando esperando ver si era real la existencia de humanos caníbales ya que se había esparcido el rumor de que la ciudad había sido destruida ya que sus habitantes se volvieron locos y comenzaron a practicar el canibalismo en pleno día acabando unos con otros.

—No hay nada —dijo uno de los jóvenes con aburrimiento—, es una pérdida de tiempo. Debería estar en mí casa durmiendo.

—Oh, vamos. No seas aguafiestas Shikamaru —le dijo su compañero, un joven de cabello castaño quien se encontraba mirando la pantalla del control con el que el nombrado manejaba el drone.

—No quiero arruinar el ambiente pero creo que Shikamaru tiene razón. Deberíamos irnos de aquí —dijo un gordito comiendo papitas viendo el ambiente desolado.

—¿Qué es eso? —preguntó el castaño al ver movimiento cerca de la entrada al subterráneo.

Shikamaru regresó el drone logrando algo que los dejó estupefactos.

Dos jóvenes caminaban uno a la par de otro uno se limpiaba la sangre del rostro con la remera mientras el otro quien había notado el drone se lamió la sangre que tenía en su brazo mirando fijo al drone.

Fin.









Nota:

¡Hola! Agradezco de todo corazón a los que siguieron esta historia desde que la comencé a subir y a los nuevos que se integraron más tarde.

Me disculpo enormemente por tardar una eternidad en subir el final.

Y sé que ya lo dije anteriormente pero las demás historias también las editaré y subiré lo que falta para ponerles fin y poder seguir subiendo nuevas historias que ya tengo preparadas.

¡Nuevamente gracias por todo el apoyo que me dieron! ✨❤️

Leí los comentarios y la verdad me emociona y alienta a más al leerlos. Realmente planeo recompensarlos como corresponde.

¡Los quiero! ❤️

Hijos de la Muerte [HidaNaruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora