CAPÍTULO 5

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—Este es el mundo que tanto esperamos. Este es el mundo que nació para nosotros. ¡Es nuestro! ¡Debemos tomarlo! —Decía un sujeto con rastas y barba, sus vestiduras eran de cuero negro con tachas y cadenas.

Sus seguidores le dieron la razón levantando sus voces.

—¡Los piratas gobernarán este mundo! —Dijo uno y luego de eso cada uno subió a su moto y comenzaron a andar saliendo del gran almacén y a punta de palos con clavos y pistolas iban matando en el camino a cuanto se le acerque.

—¡Oye tú! —Sasuke cansado de que aquel sujeto estuviera casi pisándole los talones se detuvo dispuesto a hacérselo saber— ¡Ya para!

—¿Qué? —preguntó haciéndose el desentendido.

—¡Que dejes de seguirnos!

—¡Maldición! —Gruñó de repente Hidan mirando hacia los lados dejando desconcertado al azabache quien no dudó en fruncir el ceño.

—¿Y ahora que te pasa demente? —preguntó burlón cruzándose de brazos.

—Pasa que el chico lindo al cual tú también seguías desapareció.

—¡Ugh! Al fin me libré de esos dos bastardos —hablaba solo el rubio mientras iba caminando en las curiosamente desiertas calles.

Ni bien Sasuke y aquel sujeto extraño habían empezado a pelear él no dudo ni un segundo en alejarse y perderlos de vista. Seguramente esos tontos ni siquiera lo habían notado.

Mejor así.

Él no quería estar con estorbos. Prefería mil veces estar solo, le era más fácil así. No tenía que ayudar a nadie, solo ver por él mismo.

—¡El último! —Gozó uno de "los piratas" ni bien terminó de machacar la cabeza de un caminante.

—Bien —el líder a la cabeza detuvo su moto y los demás pronto también se detuvieron—, nos dividiremos en varios grupos para tomar esta ciudad —comenzó a decir—. Dos grupos irán al este, dos al oeste, tres al norte y yo con un grupo nos encargaremos del sur.

Sin necesidad de preguntar o algo más algunos asintieron y pronto se separaron en los correspondientes grupos y partieron cada uno a su destino.

Ya sabían que debían hacer.

Matar indiscriminadamente muertos o no y de ser necesario por alguna causa, razón o circunstancia tomar rehenes.

—Tsk —chistó el Uchiha y comenzó a andar sin desviarse hacia ningún lado.

—¿Sólo eso vas a hacer? ¿Tuch? —Se burló— El chico que te gusta se acaba de ir ¿y ni siquiera serás capaz de buscarle?

Sasuke se detuvo y le miró con odio.

—Él no me gusta —dijo con frialdad.

—Si, si. Di lo que quieras. Aunque… —Sonrió con maldad— Entonces no será un problema para ti que yo lo encuentre y lo haga mío ¿o si?

Sasuke hizo una mueca de desagrado pero rápidamente la ocultó.

—Haz lo que quieras —dicho esto siguió su camino.

Tendría que ir caminando hasta la casa de su tío ya que no creía que su chofer llegase de la nada a buscarlo y menos por como están las cosas.

Aunque debería.

Se supone que él es uno de los herederos de todas las riquezas de su tío así que deberían de velar por su seguridad.

Pero no le sorprendía el hecho de que nadie le hubiera venido a buscar. Después de todo sabía que su tío lo despreciaba y por alguna razón Itachi era nuevamente el favorito.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no vio un vehículo venir a toda velocidad hacia él.

—Si cooperas gatito puede que no te matemos —dijo uno de los motociclistas que rodeaban al rubio.

Este estaba parado en medio de aquella ronda mirándolos con aburrimiento.

Hubiese deseado no haber cruzado su camino con tal pares de locos pero al parecer tenía cierta afinidad con que eso ocurra ya que desde que las cosas se pusieron feas fue lo primero que ocurrió. Primero Sasuke, luego el tal Hidan y ahora esos tipos que estaba seguro tenían más barbas que cerebro.

Solo un momento se descuidó mientras remataba a un muerto y cuando se dió cuenta ya estaba rodeado por esos tipejos que se hacían los importantes.

Uno había bajado de su moto e intentado manosearle creyendo que él se sentiría intimidado pero lo único que logró tocar el tipo fue el suelo.

Ahora le pedían que coopere ¿con qué?

—Sigan su estúpido camino en sus estúpidas motos y puede que no les haga nada —dijo el rubio lo que provocó las risas de los motociclistas.

—¿Nos estás amenazando? —Rió y negó el que parecía ser el líder del grupo que constaba de siete personas.

—Tomalo como quieras cariño —guiñó.

—Por si no te das cuenta hay una diferencia en cuanto a cantidades así que ubícate —volvió a hablar el mismo sujeto.

—Sí, pero con cerebro aquí solo hay uno y para su desgracia ninguno de ustedes lo es.

—¡Ya estoy harto! —Uno paró su moto y se bajó acercándose al joven con un martillo en mano— Nos insultas, insultas a nuestras nenas y  nuestros propósitos. Eso no tiene perdón —gruñó molesto el sujeto acercándose al rubio. Mirando hacia abajo sonrió ya que le pasaba por bastante al rubio pero le molesto no ver ningún signo de temor en él.

—¿Qué nenas? —preguntó con confusión pero luego lo entendió— ¡Ah! Hahahah ¿no me digan que le llaman nenas a esos pedazos de chatarras? —Rió aún más fuerte— En todo caso deberían llamarles viejas —bromeó ganándose una mala mirada grupal.

Por el alboroto causado pronto empezaron a acercarse caminantes que fue notado por uno de los del grupo quien dió alerta al grupo.

—¡Se acercan! —Gritó.

—Ustedes se encargan de ellos. Yo me encargaré de él —dijo el líder.

Enseguida acataron la orden menos uno.

—Déjamelo a mí —pidió el que sostenía el martillo. Sin darse cuenta de que él rubio estaba desabrochando disimuladamente una de las cadenas que él llevaba de adorno en su pantalón.

—¡Ve con los demás! —Ordenó en un grito.

Sabía que tenía que obedecer si no quería ser expulsado del grupo así que obedeció contra su voluntad.









Nota:

Hola, solo quiero decir ¡Gracias por leer el capítulo y espero que les haya gustado! ❤️

Por favor no olviden dejar una estrellita si les gustó y comentar. ❤️

Hijos de la Muerte [HidaNaruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora