El Lenguaje del Amor (CincoxChico)

Recuerdos

————————————————————————Hola Feliz Año Nuevo!!! 🎉
Te recomiendo releer el capituló anterior ya que lo edite y cambie algunas cosas. 😅
Si ya lo leíste entonces te dejo continuar con el capítulo del día de hoy.
Bye. 🏃‍♂️💨
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Me inunda una tristeza profunda. En verdad quiero y aprecio a mi familia, pero sus decisiones y acciones me hacen cuestionar si en verdad actúan por el bien de la familia o solo por su beneficio propio. Estoy mal y cualquier cosa me puede hacer estallar, desde luego no estoy en las mejores condiciones para compartir mi hogar con los Umbrella. Necesito tranquilizarme, respirar y despejarme lo antes posible, lo bueno de ser inestable la mayor parte de tu vida es que sabes cómo tranquilizarte. Salgo por la ventana para evitar cualquier enfrentamiento con mi familia o los 2 Umbrella que están rondando por casa, en el momento que toco el suelo puedo sentir a un intruso observándome, decido ignorarlo y continúo escabulléndome por el callejón.

La verdad es que no tengo ninguna intención de convivir con nadie, así que evito los campos de refugiados y decido ir por las zonas que fueron evacuadas, no tardó mucho en encontrarme con varios saqueadores, que al ver que los ignoraba decidieron hacer lo mismo y seguir en lo suyo. Llegue hasta un supermercado un tanto familiar. Hace 18 años tuvimos una misión aquí, nada sorprendente, un par de ladrones que no dieron demasiada lucha, en cuestión de minutos la situación estaba bajo control, lo interesante ocurrió varias horas después.

Alphonso en su afán de ser el primero en leer un nuevo cómic decidió escabullirse en la madrugada en aquel supermercado, solo que no contaba con que esa noche Jayme decidiera robar unas galletas de la cocina, que yo sufriera de insomnio y fuera muy curioso, al escuchar ruidos en la cocina baje y encontré a Jayme en medio de la escena del crimen, me sobornó con un paquete de galletas para guardar silencio. Cuando íbamos de regreso a nuestras habitaciones nos encontramos a Alphonso en las escaleras, al vernos con la evidencia de nuestro pequeño atraco a la cocina nos chantajeó para no decir nada, teniendo un pacto entre los tres.

No pude contenerme y le pregunté a donde iba, en un principio se resistió, pero al ver el interés de ambos cedió y nos contó su plan maestro, al ser pequeños e ingenuos nos emocionó la idea de acompañarlo y así es como los tres nos embarcamos en esa aventura. Cuando llegamos al sitio nos dimos cuenta que el lugar estaba acordonado y contaba con guardias en todo el perímetro, no tardamos mucho en encontrar un punto ciego y nos escabullimos con relativa facilidad. Una vez adentro caminamos por los enormes pasillos llenos de productos en busca de aquel cómic, lamentablemente no contábamos con que el dueño aumentara el número de guardias.

Al encontrarnos de cara con ellos salimos corriendo para que no nos atraparan y hubiera sido así de no ser por Alphonso, el tomo la mano de Jayme y ella la mía, comenzó a correr y dar vueltas por los pasillos hasta que llegamos a las bodegas, rápidamente entramos y nos ocultamos entre la mercancía, quedamos allí hasta asegurarnos de que nadie nos siguiera. Jayme y yo queríamos irnos y terminar con esa locura, pero Alphonso se aferró y quería seguir ahí, al menos hasta tener ese cómic en sus manos.

Buscamos por 30 minutos hasta que Jayme lo encontró, cajas y cajas recién importadas del lejano Japón, Alphonso llego corriendo y al verlas se le iluminaron los ojos, tomo un cómic y nos dirigimos a la puerta que se encontraba cerrada. Los tres entramos en pánico ya que la única manera de abrirla era desde afuera, después de una larga pelea cada uno decidió irse por su cuenta.

De no ser lo el hambre no nos hubiéramos reunido de nuevo, conforme pasó el tiempo la tensión disminuyó y comenzamos a divertirnos. Hicimos un caos en aquella bodega, tardaron dos días en encontrarnos, padre tuvo que mover varias influencias para que no saliera a la luz aquel percance y siguiéramos siendo un ejemplo a seguir. Llegando a casa padre nos castigó severamente y se volvió más estricto para tenernos controlados, fueron dos meses difíciles, pero valió completamente la pena.