ʏᴏᴜ ʙᴇʟᴏɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴍᴇ [Plex]

~ chapter 𝟏 ~

ᴅᴀʏ 1

𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨

~ 𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘶 𝘥𝘦𝘴𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢, 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳ó ~

Oscar Wilde -

Pospuse la alarma por segunda vez. Llevaba durmiendo doce horas seguidas para intentar compensar las que no dormiría durante todas las semanas en las que estaría de viaje.

Hoy era el día que cambiaría mi vida y la perspectiva que tenía sobre el mundo. Durante estas próximas semanas iba a ver si los países que tengo idealizados son tan maravillosos como me pienso y, quién sabe, quizás otros destinos me sorprenderían para bien.

De repente tuve un choque de realidad y salté de la cama en décimas de segundo. Aún tenía tiempo de sobras, pero igualmente me espabilé para no llegar tarde al punto de encuentro.

Hice un último vistazo a la habitación, intentando memorizar cada centímetro, puesto que no volvería a entrar en mucho tiempo. Para recordar a mi gente, guardé una foto de mi familia en el monedero, otra de mi yegua y finalmente una que nos hicieron a toda la clase el primer día de carrera, hace un poco más de tres años.

Terminé de guardar un par de cosas en la mochila de mano y revisé que todos los documentos necesarios para embarcar en el aeropuerto estuvieran guardados.

Mis padres me acompañaron para así poder despedirse como es debido, ya que no me verían por casa en demasiado tiempo. Cargamos las maletas en el coche y solo fue cuestión de segundos en los que mis ojos se aguaron, conteniendo lágrimas que querían salir descontroladamente.

- Os voy a echar muchísimo de menos. — les dije con un hilo de voz, intentando no estallar al llanto.

Ellos me envolvieron en un abrazo que desbordó mis lágrimas. Eran mi todo: no sé qué haría sin ellos cerca.

- Te quiero mucho Sara, nunca lo olvides. — habló mi padre, parpadeando continuamente para que no se le notaran las ganas de llorar.

Mi madre se limitó a plantar un beso en mi frente, dejándome marcado su pintalabios rojo cereza. Me costaría lo suyo quitármelo.

Llegué con los chicos y les grabé un plano donde se los veía a todos con el equipaje. Me fijé detalladamente en Jopa. ¿Qué se había hecho? Al recordar su antigua versión, me di cuenta de que la barba había desaparecido. Adri, por otra parte, llevaba una maleta muy curiosa. Me contó que quería llenarla de firmas de gente de todas partes del mundo. Antes de partir pero, Borja tuvo que hacer un tetris para que todas las maletas entraran en el maletero del coche.