Abby

3. Nuevo instituto

Ahora estoy parada junto a mi mellizo a la entrada de Derry High School, pensaba que íbamos a ir a la misma clase y eso me aliviaba, pero resultó que él va a ir al bilingüe y yo al ordinario.

- No puedo creer esta traición de tú parte

- Calmate todo estara bien y siempre hemos ido a diferente clases

- Pero esto es diferente

- ¿Por qué somos los nuevos?

- Sí - digo yendo con el ceño fruncido dentro del edificio -.

Él entró detrás de mí, eché una carrelilla para pillarme, yendo al despacho de director a por el horario y listado de material, lo guardamos todo en nuestras mochilas, en las cual a menos yo, solo llevo una libreta y un estuche con bolis y tipex.

Al salir de la oficina, Diego se despidió de mí y cada uno fue a buscar su aula por solitario, me tarde pero terminé encontrando la mía, entré y vi a una con moño castaño, gafas romboide negras, vestida con una blusa de lana amarilla, cinturon negro, una larga falda hasta los tobillos amarillas del mismo color de que la brusa, pero adornada con lunares naranjas y unos tacones negros, de unos treinta y pocos.

Al verme dejó de escribir lo que sea en el pizarrón y centró su atención en mí como toda la clase, poniéndome nerviosa, haciendo que mi pierna izquierda se mueva sin control, pensaba que tendría a mi hermano para apoyarme pero tengo que enfrentarme a la vida yo sola.

- Usted debe ser la nueva alumna, ¿Qué crees qué esto para entrar a la hora que te apetece?, Esto es una clase y no use la excusa de ser nueva, yo también he sido nueva y he llegado siempre ahora

Felicidades señora, yo siempre llego tarde y eso nunca ha interferido con mis notas que es lo único que importa aquí, fue lo que pasó por la mente de la castaña, pero no se lo diría, siempre pasaba lo mismo, cuando la molestan a ella u otra persona, en su mente tiene una buena oración para callarle o callarles la boca pero nunca se atreve a soltarla a diferencia de su mellizo, aunque esta vez de cierto modo se lo merecía.

En vez de decir esa oración, me río como hago cuando estaba nerviosa y contestó a la mujer con un débil y bajo lo siento trabandose al menos dos veces, la señora no satisfecha con su respuesta, se acercó a ella, parándose de brazos cruzados, con una ceja alzada y sus gafas deslizándose un poco por su nariz, Abby se sentía del tamaño de una pulga y lo único que quería era que la tierra la tragara.

- ¿No sabes hablar?, Repítelo y en alto, porque nadie te ha entendido y de paso ve presentándote para ir empezando la clase - dice con tono de burla y mirándola con desdén, cosas que la Parker nota al instante -.

Se supone que una profesora no debe hacer bullying a una estudiante, si usted tiene problemas de autoestima, no lo pague conmigo.-

- L-lo sien-siento, soy A-Abby Par-Parker - dice miedosa aunque deseaba ser lo suficiente valiente para decir lo que pasa por su mente -.

- Parece que tenemos otra Bi-bill - dice una voz femenina provocando la risa de todos -.

¡Felicidades!, eres la más inteligente de tu casa,...spoiler vive sola

La morena notó sus mejillas volverse de tono carmesí, por la vergüenza, este no era un buen comienzo para su primer día de clase.

- Como sea, ve a sentarte en un sitio vacío - dice la profesora con desprecio para volver al pizarrón -.

¡WoW!, Señora se supone que tiene que defender y proteger a los estudiantes, vayase a la mierda

Pero como de costumbre se lo calla todo y va hacia un asiento vacío al lado de la ventana, pero en el camino me pusieron la zancadilla, pero no fue si fue mi imaginación dándome una mala pasada o un gran momento de una intuición, pero unos pasos antes de tropezar con la pierna del culpable, sentí como una sensación de peligro.

Todos se ríen de mí, me levanto rápido, con la cabeza agachada y me siento en el asiento vacío, sacando la libreta y estuche que tengo, empezando a copiar lo de la pizarra, mientras que por mi mente da vueltas las risas y burlas hacía mí, pero unos sonidos de dedos en mi pupitre, que me sacan abruptamente de mis pensamientos y sigo esa extremidad con la mirada, hacia la extremidad a quien le pertenece.

Encontrándome con un chico castaño, sentado enfrente mía, que me mira con sus ojos de color azul verdoso y alrededor de la pupila marrón, son muy bonitos.

Durante todo ese tiempo no pude de reír por los nervios, pareciendo una loca, ¡Estupida risa nerviosa!.

- Ho-hola soy Willi-william Den-denbrough, aunque me di-dicen Bill, en-encantado, ¿Tu tam-tambien eres tarta-tarta

Ahora entiendo el insulto de la chica sobre otro Bill, él es tartamudo a diferencia de mí que solo tartamude por los nervios.-

- Hola, soy Abby Parker, mucho gusto y solo lo soy cuando estoy nerviosa, sobre todo al hablar en público

- O-okey, es gen-genial cono-conocer a otra persona con pro-problemas de tarta-tartamudeo , y no t-te dejes influ-influir, Gre-greta y la seño-señorita Ru-russell son muy ma-malas

- Gracias lo tendre en cuenta

Nuestra charla terminó a causa de un grito de la licenciada, aunque no le presente atención dirigiendo mi mirada marrón a la ventana, mientras navegaba por mis pensamientos, a lo mejor podía hacerme amiga de Bill y si él tiene amigo de sus amigos, podría unirme a su grupo y de paso también podría ser amiga del hijo del vecino.

Estaba imaginando momentos con Bill, sus amigos, el vecino, pero luego mire a la profesora y esos pensamientos de amistades se fueron, cuando moví la cabeza y vi a la profesora.

¿Y si me vengaba de ella y esa tal Greta? Y claramente nadie debe de saber que he sido yo, para que no manche mi reputación o la de la empresa familiar.

Si enseño algo que muestra cómo trata la señorita Russell a sus alumnos no tendrían otra que echarla y a esa niña podría hacerle un clásico tirarle agua, o algo más sofisticado hacerme amiga de ella poco a poco y tratar de sacarle información que podría revelar o usar en su contra para chantajearla.

Pero, ¿Y si me pillan?, ¿Y si se dan cuenta?, ¿Y si las cosas van a peor?, A lo mejor Diego tiene razón, soy una genia del mal miedosa que nunca se atreve a llevar a cabo nada y quedaba como una angel.