Bebé Robot (Definitiva)

La obstetra y parte de la verdad pt 1. (Cap nuevo)

Serkan esperaba nervioso la respuesta de Eda pero por fuera intentaba permanecer fuerte para ella, acariciaba su brazo y a la vez apretaba su mano para infundirle valor.

- Yo... - Le dijo ella

- Edacim, por favor, hasta donde sea pero si no me cuentas la verdad, no podré protegerte –

- Serkan –

- Eda, por favor, no soy tonto. – Comento tomando su rostro con sus manos – Te prometí cambiar, no sé que hice mal, pero por favor. Déjame ayudarte, déjame protegerlas. Es obvio que no estas bien. – Corto y alzo su rostro – Desmejoras a cada día, ¿Piensas que no veo los signos? –

- No sé de qué hablas – Corto intentando esquivar su mirada pero él no la dejo

- Tú miedo cuando me acerco a ti, no es por mi memoria es porque alguien te a puesto el dedo encima, algún animal se atrevió a golpearte, además cada vez que te miro tienes las manos intentando proteger a nuestra pequeña incluso a mi lado –

- Todas las madres hacen eso –

- Eda, para. – Espeto – Vi los golpes de tus manos, veo tus ojeras, el sueño que cargas, cómo si permanecieras despierta por el miedo, veo que pierdes peso en vez de ganarlo. Y a mi no me puedes mentir –

- No es exactamente cómo crees –

- Eda te lo suplico, para ya con esta tontería. –

- Denis es malo pero... -

- ¡Para ya, para ya, ¿Enserio crees que soy tan desalmado? ¿Qué más pruebas quieres de que no?! – Grito desesperado

- No me grites... - Pidió con lagrimas en los ojos y soltando su mano

Al darse cuenta de lo que había hecho se asusto a la par que se enojaba más con quien fuera, y el sabía quien era, la persona que le hacía daño a Eda. Respiro varias veces y volvió a mirarla.

- Eda, lo siento, no quise –

- No nos toques – Y ella no dejo que le pusiera las manos en la panza

- No lo haré, pero necesito que te pongas en mis zapatos dos segundos, ¿Puedes? –

- No quiero –

- Bien, entonces abriré esa puerta, me iré, vas a regresar con Denis y adios muy buenas. Porque no importa lo que haga, no me quieres creer que yo quiero estar con ese bebé. Bien, ya me cansaste, uno se cansa de intentar solo Eda. –

- No te vayas por favor – Suplico

- ¿Para que me voy a quedar si no me quieres? –

- No digas que no te quiero, dime lo que sea pero no que no te quiero. Eso no por favor – Suplico llorando más

- Eso me das a entender Eda, que no quieres nada conmigo, ni siquiera compartir un hijo –

- ¿Ya no la quieres? –

- ¿Cómo te atreves a decirme eso? –

- Empezaste a decirle hijo, ¿Ya no es tú pequeña acaso? –

- Eda estoy nervioso, enojado, molesto y tú quieres que me ponga a pensar en cómo hablo, no seas infantil –

- Piril dijo que ellos escuchan, lo mismo la doctora, no le hables así –

- Eda por Dios, esto es importante, no puedo creer que te preocupe una estupidez, Eda si no vas a confiar en mi yo no voy a seguir adelante con esto. –