Bebé Robot (Definitiva)

El juicio pt 1: La caída

Dos noches después de aquel momento, Serkan se despertó sobresaltado. Unos ruidos provenientes de la sala lo hicieron salir de la cama a toda velocidad cuando no encontró a Eda junto a él. La descubrió llorando en la sala abrazada a un osito de peluche rosado que su madre le había regalado para su pequeña hija.

El juicio comenzaría al día siguiente a la mañana y no sabían cuanto duraría, pues la cantidad de cosas espantosas que le hicieron, que sus amigos habían visto y pruebas encontradas eran abrumadoras, una sola cosa estaba clara. Serían varios días de dolor.

El pelirrojo se aproximo lentamente para no asustarla, Eda solo lo noto cuando le tuvo enfrente, arrodillado y sonriéndole.

- ¿Te asuste? – Le pregunto él

- No, eres lo único a lo que no le temo si te soy honesta. –

- ¿Los niños están bien? –

- ¿Tengo que ser honesta? –

- Por favor –

- Tuve pesadillas, están asustados, patean y a la vez tuve algunas contracciones. No quería despertarte entonces vine a llorar sola, soy pésima calmándolos. –

- No eres pésima, estas asustada. Lo que va a pasar no es fácil. Tienes todo el derecho a estar asustada –

- Ve a dormir, ya voy. Lo prometo –

- No, no voy a dejarte sola –

- No hay nada que puedas hacer, ve a descansar –

- Me duermo aquí si eso te hace mejor. ¿Pero puedo intentar algo primero? –

- Lo que quieras, el miedo se demasiado, todo sirve –

- Bien, entonces deja que yo me encargue al menos de intentar calmarte. Baba los ama, nunca los abandonara por más terca que se ponga su Anne – Dijo a sus hijos y la respuesta fueron dos pataditas – Están super despiertos –

- ¿Lo ves? Estoy aterrada y nuestros bebés lo sienten. Hoy en la consulta de Nazly estaba bien, pero ahora....no puedo parar de llorar. Tome mucha agua a ver si se calman, eso dijo que funcionaría. Ya fui a hacer pipi dos veces pero ellos no se calman –

- Tranquila, yo me encargo – Y le beso la frente – Papá regresa en un segundo –

Eda aprovecho esos leves segundos de soledad para arreglarse el pelo, acomodarse el pijama y limpiarse un poco las lagrimas de la cara. Serkan la vio y sonrió al ver sus intentos de disimular su dolor. Con mucho cuidado tapo a Eda con una manta luego se sentó a su lado y le saco las pantuflas a ella comenzando a masajear las plantas de sus pies en distintos puntos.

- ¿Y eso? Me relaja, es genial – Confeso Eda

- Reflexología, mi papá me dijo que era buena idea. Lo hace con mamá para cuando tiene pesadillas con el diablo, parece que se esta dejando soltar con él y su cuerpo se deja sentir –

- Lo hablamos la otra noche, le aconseje que sintiera, que dejara que sus sentimientos salieran. Esto es genial, relaja mucho. Me empezaban a doler las piernas por los nervios y el dolor se está yendo –

- Bien, ahora vamos a tomar algo calentito. ¿Una taza de té? ¿Chocolate caliente? ¿Leche y miel? –

- Leche y miel, el té los excita y el chocolate les da ganas de patear. – Le dijo sonriente – Pero no hace falta, enserio. –

- No pasa nada, calma. Ya regreso – Y se fue a la cocina

- ¿Está todo bien? – Pregunto Aydan por lo bajo