Habían pasado unos días desde que Eda había dado a luz a los mellizos y Serkan estaba feliz con ellos. Todas las mañanas se levantaba a las cinco de la mañana y podía pasar perfectamente treinta minutos observándolos.
- Buaaaaaaaaa...buaaaaaaaaaaaa – Lloro alguien en la habitación haciendo que Serkan abrieras los ojos
- Ya, ya, calma. Papá esta aquí mi amor, papá esta aquí Alphy – Con el paso de los días había aprendido a identificar el llanto de sus hijos. Y sabía que no quería comer, si no, solo compañía. Era madrugador cómo él
- ¿Quiere comer? – Le pregunto Eda medio dormida
- No, solo llora, duerme, yo lo cuido – Le dijo depositando un suave beso en su frente luego se acercó a ver a Kiraz que dormía y le dio otro beso en la frente – Duerme amor mío, duerme y deja dormir a mamita – Dicho esto cerro y se fue
- ¿Todo bien hijo mío? – Pregunto Aydan medio dormida, Serkan le dio un beso en la frente y sonrió
- Vuelve a dormir mami, solo quiere compañía, voy a pasar tiempo con mi chico favorito –
- ¿Vas a poder solo? –
- Si –
- ¿Kiraz? –
- Duerme cómo el ángel que es, duerme dando patadas al aire. Es un pequeño pandita –
- Nuestra hermosa pandita y nuestro pequeño león. Los dejo solos –
- Nos vemos babaanne –
- Nos vemos mi león – Le dijo a Alph
Serkan camino a la sala donde encontró a Sirius durmiendo en su camita, se sentía culpable con él, los primeros días de los bebés lo había dejado un poquito en casa de Enguin para poder acomodarse y eso lo había resentido con él haciendo que se negara a dejar que lo tocara o jugaran. Se sentó en el sofá frente a su amigo de cuatro patas creyendo que volvería a ser rechazado pero para su sorpresa el perro se acercó y miro al bebé en brazos de su dueño.
- Hola consentido – Le dijo Serkan acariciando su morrito – Lo siento, mami tenía razón, separarte fue lo peor que hice, te extrañe tanto. Ven, tranquilo, no hace daño – Le dijo enseñando al bebé
Serkan había hablado con el entrenador de Sirius para saber que hacer al momento de que él viera a sus hijos, le había dicho que presentara al perro a sus bebés lentamente dejando que el los oliera y los observara. Tal cómo se lo enseñaron el pelirrojo acercó al bebé a su amigo de cuatro patas y Sirius lo olió con curiosidad. Luego simplemente se acuclillo a sus pies y se quedo ahí.
- ¿Sabes Alph? – Empezó Serkan – Eres una partecita de una persona que yo ame mucho, tu tío, te llamas cómo él. Y él, era mi mejor amigo, quien más me quería, quien más creía en mi. – El bebé tomo el dedo pulgar de Serkan haciendo que él se sorprendiera – Y tu mami me convenció de llamarte cómo él. Y espero tanto y tan profundo que seas cómo él, todo lo bueno, valiente, amoroso, divertido, intrepido, arrojado, que yo no puedo ser y aunque soy tú papá y a veces tendré que ser estricto, guiarte, enderezarte, en el fondo, también quiero que seas mi amigo –
- Creo que tenemos los dos el mismo deseo – Le dijo Kemal
- Tú la tienes peor que yo, no me tienes que guiar, me tienes que rehacer. Eso es peor –
- No eres algo para rehacer, eres perfecto. ¿Puedo? – Pregunto mirando el espacio vacio a su lado
- Si, claro, Kiraz duerme, pero Alphy se despertó cómo todos los días. Tempranito y a todo pulmón –
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Bebé Robot (Definitiva)
FanficEsto empieza el día que Eda ve a Serkan llegando con Selin a la oficina. Cree que todo va a estar bien pero hay un problema, el no la recuerda. Lo peor no es eso, lo peor es que él no recuerda al hijo que Eda espera. ¿Podrá traerlo de vuelta ante...