Nadie toca a mi mujer~ Sólo Yo

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"El anciano del mar" como solían llamar al gran y apacible Nereo, procesó por todos los medios, la conversación que había tenido previamente con el que sería su yerno. Dichos honores le dejaban beneficios, eso no le importaba.. Como todo padre, esta indeciso de dejar que su pequeña Anfitrite, de quien estaba tan orgulloso, fuera ya a convertirse en su emperatriz.
El pequeño Dionisio hace un gran trabajo.
Nereo recordó entonces la conversación de esta mañana, con una reserva especial de licor.

ೄྀ Hace Unas Cuantas Horas...


─ El día de mañana regreso a mis labores en mi propio castillo. -avisó el joven gobernante, sin siquiera tocar su desayuno. ─ Y como sabrá, no pienso irme con las manos vacías.

─ Espero que su estadía haya sido de su agrado, mis hijas han sido bien portadas con usted. No me queda la menor duda. -sonrió bebiendo agua en vez de la leche fresca que le habían servido. Aunque escuchó lo último del gobernante, debía responder. ─ Desde el inicio le dije que la hija que quiere, debe dar su consentimiento.. Aunque es algo obvio su interés en ella.

─ No es necesario su consentimiento, ella y yo previamente nos conocíamos. -respondió, como si fuera una negativa. ─ Puedo asegurarle que ella no tendrá ninguna preocupación, seré un esposo fiel.

Nuevamente Nereo bebió de su agua, hasta que esta se acabó, pidiendo que le sirvieran más.

─ Si mi pequeña anfitrite esta de acuerdo con eso- quería asegurarse que su hija no aceptaría tal propuesta. ─ Dele más tiempo y puede considerar.

─ Bien, tomaré el tiempo para considerarlo. -el gobernante miró a Proteo para que este se acercase. ─ Cuantas habitaciones tenemos?

─ Señor, el número de habitaciones es inexacto. -Proteo lo pensó. Si su señor era concreto, querrá llevarse a la joven con el. ─ Si habla de una habitación digna para ella, claro que la tenemos.

Nereo escupió su bebida a un costado de su silla, para demostrar su sorpresa.

─ Piensa llevarse a Anfitrite con usted?

─ Es claro que sí. -con su tenedor pico su fruta, demasiado seguro de sus palabras. ─ Ella saldrá de aquí como la prometida de Poseidón.

💭—No dijo más, demasiada seguridad en este jovencito- pensó Nereo, una vez que noto que eso hacía feliz a quien sería su hijo político.

─ A su hija no le faltará nada, tendrá todo lo que necesite.

─ Eso no puedo negarlo, pero, anfitrite no es como las otras mujeres. -sentenció con inseguridad. ─ Anfitrite es una mujer sentimental, encuentra la belleza en los mas pequeños detalles, si no eh dejado que cualquier otro ser la tomase como esposa, es por ello, que ese dios la ame, la quiera y la vea como lo que es, que no sea solamente un adorno.

Esas palabras dejaron un silencio vacío en la habitación. Proteo deseaba responder a lo que su gran amigo le había comentado con anterioridad.
Esta vez el emperador de los mares tenía un veredicto.

─ Anfitrite será mi esposa, no un adorno. -se levantó de la mesa. ─ A ella la esperé por tres siglos, no estuve con otra mujer, solo ella es a la que quiero.

─ Si usted llega a lastimarla o la deja de amar.. Puede traerla a su casa.

─ Eso nunca sucederá. -mostró la caja del anillo azul que estaba destinado. ─ Mi palabra es definitiva, no cambiaré de opinión.

─ Supongo que le propondrá matrimonio hoy. -dió su pregunta a su rey, lo cual este no respondió, más que para caminar. ─ Si es así, les daré mi bendición a ese matrimonio.

𝑻𝒉𝒆 𝑻𝒚𝒓𝒂𝒏𝒕'𝒔 𝑾𝒊𝒇𝒆 || 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝 𝐎𝐟 𝐑𝐚𝐠𝐧𝐚𝐫𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora