5: EDITADO

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De regreso a casa reino un silencio incomodo.

Estaba confundida.

Hazel y yo nos besamos... Si es que un pequeño y ligero roce de labios cuenta como beso.

— Hazel... — Dije antes de abrir la puerta de mi casa.

— ¿Mmm...?.

— ¿Recuerdas que te dij.... — Me interrumpió mamá (otra vez) abriendo la puerta.

— Ya estas aquí, ¿Qué haces ahí parada? Entra. — Me tomo del brazo para jalarme. — Hola linda, tu también entra.

Al entrar a casa habían un montón de personas que no conocía, todos ellos viejos, de la edad de Ronald y mamá, aproximadamente.

— ¿Quienes son todas estas personas?.

— Socios o posibles socios de Ronald.

Mamá aun me agarraba del brazo y Hazel solo nos seguía sin decir nada.

— ¿Donde esta Min?.

— ¡No lo se, Lincy! Cuando se trata de Mincy nunca puedo contar con ella. Ahora, necesito que des unas palabras de lo mucho que amas a tu familia. Uno de los mayores inversionistas de Ronald aprecia, ante todo, la familia. Si logramos convencerlo tendremos un gran socio y la empresa será el doble de grande. ¿Entiendes? Nada puede salir mal. — Dijo viendome los ojos. — ¿Y que haces vestida así? Pareces una niña de 8 años. Sube y cambiate, ponte el vestido que deje en tu cama. Apurate. — Ordenó para simplemente irse luego.

— Acompañame Hazel, vamos a mi habitación.

— ¿Estas bien?. — Subimos las escaleras.

— Si... Ella es así.

— ¿Esto es a lo que te referías cuando dijiste que a tu mamá le importaban demasiado las opiniones?.

— Si.... Desde que era pequeña siempre le han importado demasiado las opiniones. Por eso a Mincy la desprecia, por no cumplir sus expectativas. — Ya estábamos en mi habitación.

— Y tu te ezfuerzas de más para cumplirlas... ¿No?.

— Ayudame. — Bajo el cierre de mi vestido. — Si, es mas complicado que eso, pero en teoría, si.

Me quite el vestido lila y me puse uno blanco pegado (Con lo que me encantan los vestidos pegados) de mangas con encaje. El vestido era corto, llegaba hasta los muslos. Dejaba al descubierto los hombros y clavículas.

— Nunca entendí porque, pero cada vez que desepcionaba a mamá, así fuera lo mínimo, me sentía fatal. Culpable.

Estoy segura que si no fuera por el contexto de la situación Hazel estaría como tomate al verme semi desnuda. Pero, en cambio, estaba más concentrada en la conversación y en ayudarme a cerrar el vestido que en ver de que color era mi ropa interior.

— Listo, vamos abajo antes de que se enoje.... Y por favor no menciones nada del club, mi mamá me prohibió unirme. — Ella asintió.

Bajamos, no veía por ningún lugar a mamá.

Desde lo que paso en la fiesta de Brittany no me siento comoda con vestidos tan pegados y cortos. Sentía miradas lascivas por parte de algunos hombres.

"No iba hacerte nada pero no me pude resistir con ese vestido..."

Las palabras de Jeff resonaban en mi cabeza, una y otra vez sin cesar.

Hazel se dio cuenta de esto, de lo incomoda que estaba. Me puso su chaqueta por los hombro y sostuvo mi cintura en todo momento. Eso fue reconfortante... Al menos hasta que encontramos a mi mamá.

Señorita PerfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora