Señorita Perfección

9

— No todo está perdido...

— ¿No? Por favor, la señora esa saco una prueba donde dice que me drogo de quien sabe donde.

— Lo se, es lo más raro... Averiguare de donde la saco, podríamos demandarla por difamación...

— ¿Otra demanda? Apenas pudimos demostrar que Sara no es buena madre y mira como terminó. — Dije mientras hechaba ropa a una maleta.

— Si, pero demostrar que Mincy es inocente y que Sara miente les daría automáticamente la emancipación.

— Lincy, ya no tienen nada que perder, ya se quitaron a Sara de encima, ¿Qué es lo peor que podría pasar?. — Argumento Hazel.

— ¿Cuanto tiempo te tomaría averiguar de donde saco esa prueba?. — Le pregunto Min a Jane.

— No lo se... Pero estaré en contacto con ustedes.

— Bien... Ya terminamos de empacar... Amm... Lincy, te espero afuera.

— Si...

Salieron Min y Jane de la habitación dejándome sola con Hazel...

No tenía ni idea de hasta cuando volvería a ver a Hazel o si siquiera volvería a hacerlo... Me hubiera gustado pasar más tiempo con ella, aprovechar cada segundo.

Se levantó de mi cama y me acerque abrazándola, acurrucandome en su pecho, tratando de memorizar su aroma.

— Te voy a extrañar...

— Y yo a ti.... ¿Hazel?...

— ¿Si?.

— No se si la idea de tu mamá funcione... Pero si no es el caso, y tengo que quedarme ahí cuatro años... No me voy a enojar si decides continuar tu vida, buscar a alguien más, volver a enamorarte...

— Lincy, mirame. — Tomo mi rostro entre sus manos obligándo a separarnos. — Te lo dije, no importa si es un mes, cuatro años o una eternidad, voy a estar aquí. No quiero a otra chica, te quiero a ti.

— Va a ser duro pasar tanto tiempo sin ti...

— Al menos sabemos que no te separaran de Mincy, no estarás sola.

— Ni tu, tienes a las chicas del club, y a tu madre...

— Te amo Lincy...

— Yo igual.

[…]

Al llegar me di cuenta que era una conbinacion entre internado y una prisión.

Era una prisión ya que tenían un sin fin de reglas.

Antes de cualquier otra cosa nos quitaron los teléfonos ya que no eran permitidos (Ahora si no iba a saber nada de Hazel). También revisaron nuestras pertenencias, todas y cada una.

Estaban prohibidas las faldas cortas (Solo faldas por debajo de la rodilla), nada de blusas escotadas, con transparencias u obligueras, solo se permitían blusas de cuello redondo (Según ellos para no provocar). Tampoco nada shorts y toda aquella ropa que hubiéramos empacado y no cumpliera las reglas terminaba en donación. Todo esto era tan absurdo teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo tendríamos que usar uniformes. Unos uniformes tristes y deprimentes.

Teníamos que tener el cabello atado todo el tiempo para evitar cualquier propagación de animales, lo cual era entendible.

Nada de maquillaje o accesorios, nada de perforaciones (Obligaron a Min a quitarse sus ferforaciones de la cara).