Los personajes más famosos de los cuentos de hadas, desean que sus herederos tengan los mismos finales felices que ellos. ¿Qué pasará cuando decidan tomar un rumbo diferente?
•Capítulos largos
•Historia 100% mía
•No se permiten adaptaciones🚫
•Insta...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El cocinero real tarareaba una canción mientras terminaba sus famosos pasteles de manzana. Puso el interior cremoso con ayuda de una manga pastelera y cuando fue a ponerle el toque final, se dio cuenta de que le faltaba las guindas.
Aún tarareando la canción dejó los pasteles sobre la encimera y salió del lugar en busca de su ingrediente final.
La sala se quedó en completa soledad... o al menos eso creyó el cocinero.
En un borde de la misma mesa donde se encontraban los pasteles, se dejaron ver dos pares de ojos recorriendo todo el lugar con discreción.
— Despejado —soltó uno de los jóvenes saliendo de su escondite dejando ver su cabello castaño claro junto una enorme sonrisa triunfadora.
— ¿Seguro que se fue? —preguntó el segundo joven, saliendo del escondite más temeroso que su compañero. Poseía un bello cabello negro con un corte que dejaba más largo en la zona de la nuca. — Espera, Jisung.
Frenó al joven quien ya estaba apunto de agarrar los pasteles de manzana que aclamaban por su atención.
— ¿Qué es ahora, Kai? —se quejó el castaño — Solo tomamos uno cada uno y nos vamos.
— ¿Y si lo nota? —soltó dudoso el nombrado.
— No lo hará —aseguró agarrando por consiguiente los dos pasteles, entregándole uno a su compañero — Que aproveche, compañero.
En el momento en el que ambos dieron el primer mordisco, la puerta se abrió de golpe. Ambos se asustaron y miraron hacia a la puerta con preocupación, pero se relajaron al ver a su amigo de cabellos rosados con expresión de reproche.
— Ah solo eres tú —se relajó Jisung — Entra y cierra la puerta.
— Sabía que os encontraría aquí —afirmó el joven recién llegado — Os podríais meter en un buen lio por unos ridículos pasteles.
— No son ridículos —le corrigió Jisung — Son deliciosos.
— Jisung tiene razón —apoyó Kai — Están deliciosos Taehyun, prueba uno.
— No, gracias — se negó Taehyun — No participaré en esto.
— Lo hiciste en el momento que entraste —soltó divertido Jisung con una sonrisa ladina— Ahora eres nuestro cómplice.
— No si os delato —respondió Taehyun con seguridad.
— No puedes hacernos eso —se quejó Kai lleno de ofensa — ¡Somos tus amigos!
— Que seáis mis amigos, no ha... —fue frenado cuando un pastel entró en su boca sin permiso haciéndolo callar.
— Ahora tu también has comido, eres culpableee —canturreó Jisung, culpable de ser quien introdujo el pastel en la boca del pelirrosa.
