1. Amanecí pensando en ti

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"Menuda mierda de dia" –pensó Cry.

Tan solo eran las siete de la mañana y ya tenía a su mánager esperándole en su sala. Le había despertado a gritos con la urgencia de llegar a tiempo al aeropuerto para ir a no sabía dónde para asistir a un evento que poco le importaba.

Y es que su mal humor desde tan pronto no solo fue causado por el fastidioso de su mánager, sino también por sus sueños intrusivos donde volvía a ser protagonista junto con la pelirroja la cual ya pensó que ni con una lobotomía podría olvidarse.

Habían pasado ya ocho meses desde su ruptura y desde la última vez que la vio. Y casi todos sus amaneceres en esos ocho meses se asemejaban en que lo primero que pensaba era en ella, en lo mucho que le gustaba verla nada más abría los ojos, y en lo que le encantaba despertarla a besos y adoraba su malhumor generado por interrumpir su sueño.

Pensó que con el tiempo esa sensación de anhelo desaparecería, como con sus antiguas relaciones, y sobre todo cuando fue él quien tomó la decisión de separse de ella, pero no pudo estar más equivocado. El tiempo no pasaba, quedando él paralizado en los recuerdos que compartieron.

<<Baja ya, te espero con el coche en marcha>> Cry leyó el mensaje de su mánager y  tras despedirse de sus mascotas, bajó al garaje inmediatamente, no quería escuchar su voz gritona de nuevo.

—Ya estoy —dijo nada más dejó su mochila y entró al coche. Sebastián, su mánager, no se tomaba el tiempo a broma por lo que arrancó aun con Cry abrochándose el cinturón—. ¿Donde vamos hoy?

—Monterrey —informó Sebas.

"Joder, lo que me faltaba"

El ojiazul soltó un suspiro pesado maldiciendo internamente su trabajo, una vez más, pues en Monterrey fue donde vió por primera vez a la que todavía considera su alma gemela:

*3 años atrás*
Junio - 2020

—Bro, si ibas a estar con esa cara de culo te hubieras quedado en el hotel —le dijo un compañero por lo alto debido a la ruidosa música.

—Sí, verdad —le contestó Cry sin ganas. No le gustaba relacionarse con compañeros de Twitch que no conocía y mucho menos coexistir en una discoteca, pero a última hora su mejor amigo le hizo prometer que lo acompañaría.

—Ya déjalo, esa es su cara —interrumpió Pipe, su citado mejor amigo, alejando al compañero que llevaba incordiando a Cry un buen rato con la excusa de ir a por unos shots. Cry le agradeció con un gesto a Pipe de que se lo llevara lejos de él.

En tanto, Cry no dejaba de encender su móvil, mirar la pantalla y apagarlo, ya había respondido a todos sus mensajes, jugado al Clash Royale y reorganizado su galería, y estaba aburrido a más no poder.
Hasta que sonó una canción que al fin conocía y pudo distraerle lo suficiente como para dejar el teléfono y mirar a su alrededor.

Mientras Dembow de Danny Ocean empezó a resonar por todo el recinto, Cry observaba a las personas disfrutar la canción así como él lo hacía internamente. Contempló las personas que le acompañaban en la zona VIP y a las personas que disfrutaban en la pista situada bajo la barandilla a la que estaba asomado.

Pero sin duda hubo una persona que captó su mirada dejándolo atrapado, y es que la chica se hacía notar.

Ella estaba gozando la canción subida junto con sus amigos en algo similar a una tarima, el sudor la hacía brillar y la manera en la mecía sus caderas al ritmo de la canción le resultó hipnótico al ojiazul.

Y no sólo al ojiazul. De un momento a otro un chico se le pegó para bailar con ella, y ella consideró dejarlo pasar porque no era baboso y porque le encantaba bailar. No obstante, lo que le llamó la atención no fue el chico que la acompañaba, sino esa intensa mirada azul que desde lejos notó.

Sus miradas conectaron como imanes, incluso cuando la pelirroja dió una vuelta lenta sus miradas seguían invariables, lo que hizo que la chica finalmente le lanzara una sonrisa provocándole a Cry otra sonrisa de oreja a oreja.

"Pero voy a robarte un beso que te recuerde este momento" repetía la canción.

Cry asentaba esas palabras en su mente. Nunca había besado a una chica al primer día de conocerla y, a pesar de que no se consideraba lo que llamaban un "picaflor", la manera en la que le estaba llamando esa rosa era inexplicable para él.
Tanto que hasta se planteaba bajar de ahí y acercarse a ella, utilizar los genes que heredó de sus padres y alejarla de aquel hombre que sí estaba disfrutando del movimiento de sus caderas. Y robarle un beso no, porque estaba seguro de que ella no se iba a oponer.

—¡Cry! ¡¿Que haces aquí solo?! —le habló una chica que había visto por el evento de streamers pero no recordaba su nombre. Dicha chica se puso tan enfrente de él que le obstaculizó la visión hacia la pelirroja que le interesaba. Y eso le hizo volver a la realidad.

—Hola... —la saludó preguntándose dónde estaría Pipe—. ¿Has visto a Pipe? —le preguntó a ella simplemente para evadir el hecho de que no se sabía su nombre.

—Está ahí abajo —la chica señaló la pista y ahí estaba su amigo, montando desmadre y sin camiseta bailando. Ya era algo que a Cry no le sorprendía.

Cry intentó mirar de nuevo a la tarima donde antes bailaba la pelirroja, pero ya no había rastro de ella, ni ahí ni en ningún lugar del antro.
Pero era seguro de que el destino lo volvería a cruzar con ella.

***

—Recuerda que el evento es a las siete —le recordaba Sebas antes de salir de su habitación de hotel.

—Si.. —alargó el monosílabo notando cansancio. Definitivamente iba a dormir en lo que quedaba de tarde.

—Y tienes que estar abajo a las seis y media.

—Vale... —Cry decidió acompañarle a la puerta porque si el fastidioso de Sebas seguía ahí le iba a explotar la cabeza del dolor.

—Y como sean las seis y veinte y no te vea ahí abajo te vengo a sacar.

—Que si...

—Puntual —dijo una vez en el umbral.

—Que si —repitió Cry ya cerrándole la puerta antes de que pudiera decir algo más—. Fastidioso.

—¡Te he escuchado! —le gritó Sebas a través de la puerta cerrada.

Sin embargo, Cry no pudo dormir intentando no recordar los momentos que le pertenecían a esa ciudad.

Y por si fuera poco estar todo el día pensando en ella y estar en la ciudad que le recordaba momentos tan especiales, encontrarse a la mejor amiga de Yeri en el evento al que tenía que asistir ya fue la cereza de ese día de mierda.

Lo que hay x aquí || CrymuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora