No había una sola cosa en el mundo que Tony no pudiera comprar, tenía dinero, poder e influencias, sabía lo que era negociar y estaba dispuesto incluso a tratar con la joya de su corona, el Ironman.
Pero nada de nada lo preparo para el nuevo, loco y nada convencional capricho de su ahijado.
Steve Rogers de hoy en adelante denominado por Tony como el "traidor." Había avalado la idea de un pequeño niño de once años.
Ir a un colegio de Magia del que no sabían nada y al cual, él no tenía acceso. Ni mucho menos acciones.
Loki por suerte estaba renuente y Tony se negaba obviamente.
—Draco es un niño.– dijo Steve con firmeza. —Se ha pasado la mayor parte de su vida vigilado y entrenando. Nunca ha convivido con niños de su edad y sobre todo con niños que sean como él...
—Nadie es como él, Rogers. Es mi hijo, hijo de un Dios y por si eso no fuera suficiente es el Dios de la Muerte.– dijo Loki petulante.
—Muy bien me retracto. Niños con los que no tenga que mantener en secreto lo que es. Tú creciste solo y rodeado de libros, ¿eso deseas para nuestro hijo?
Tony miró a Loki, ese era un golpe bajo del capi-paleta manipulador...
—Y tu vida tampoco fue muy diferente Stark.– el castaño entrecerró los ojos.
Ambos genio y Dios miraron a Draco, el niño se había comportado tan emocionado con la posibilidad de estudiar en ese colegio, pero ahora estaba expectante.
—Yo crecí con Bucky a mi lado, sabía lo que era el apoyo y la compañía de un amigo, de un hermano. Thor,– señaló al rubio —también tuvo amigos que lo ayudaron a forjarse.
—No es un buen aliciente, Rogers. Mi hermano es un bárbaro idiota...
—¡Oye!
—Pero no un megalomaníaco que casi destruye la tierra o un mujeriego autodestructivo.– dijo Frigga haciendo gala de presencia. —Te amo, Loki, cariño. Pero sé honesto, al menos inténtalo por el bien de mi nieto. Sus soledades los llevaron a ser y destruirse a sí mismo y a otros.
—Saben que también yo amo a Draco y desearía que se quedará aquí a nuestro lado y poder vigilarlo.– intervino Natasha. —Pero Steve tiene razón, debe de tener amigos, convivir con niños con los que pueda interactuar, es sano y necesario para Draco.
—Además, que nos tomaría unos minutos estar a su lado si nos necesita.– añadió Pietro.
—Bueno eso es a ti, Loki y Thor porque los demás tardaríamos un poquito más.– dijo Bucky haciendo un espacio con sus dedos pulgar e índice.
—Podría crear con magia un portal que los lleve a todos al lado de Dragón si los necesitas– añadió Frigga, acariciando el rubio cabello de su nieto.
—Esto no es una democracia– dijo Loki —Draco es mi hijo y hará lo que yo diga y no irá a ninguna escuela mágica o no.
Loki salió dando un portazo, mientras los demás refunfuñaban. Draco se había mantenido callado y sin decir nada. Ya había supuesto que su papá actuará de esa manera, pero no pasaba nada. Tenía un plan.
Espero sentado en el jardín, su padre sería el primero en ir a verlo, debía usar palabras justas, que no alterarán a Steve Rogers, pero que ablandaran a Loki Laufeyson.
—Lo siento mucho, Draco– dijo Steve con resignación.
—Está bien, padre. Papá tiene razón– Loki iba a salir al jardín, pero oyó a su hijo hablar con su esposo —Probablemente sería un fenómeno.
—No Draco, tú no...
—Lo soy, mi papá es un Dios y tú un supersoldado, yo no pertenezco ni a Midgard ni a Jotum, probablemente papá ni siquiera cree que pueda encajar en Hogwarts. Soy un monstruo al que deben de vigilar y tener encerrado. Aquí o en la torre, eso da igual.
Los ojitos de plata se llenaron de lágrimas.
—¿Realmente crees que haría algo así, Draco?– Loki entró al jardín y miró a su hijo. —Nunca pensaría que eres un monstruo o un fenómeno. Solo quiero protegerte.
—Pero mantenerme encerrado no es protegerme. Es esclavizarme. Pero haré lo que ustedes quieran.
La tristeza en el rostro del niño era tal que Tony quería salir de su escondite para abrazar a su Dragoncito y darle lo que sea que quisiera.
—De acuerdo. Irás a esa jodida Escuela, pero habrá reglas, Draco. No podrás saltarte una sola y personalmente iré a ver a ese Director Arbus no sé que.
—Es Albus Dumbledore, papi.
—Lo que sea, quiero ver ese lugar y asegurarme de que es seguro y no podrás usar La Mano de la Gloria o en directo te regreso a la Mansión.
—Está bien.– dijo con inocencia, mientras abrazaba a ambos padres.
—Ahora ve por esa lista tuya para ver dónde comprar lo que necesitas.
Draco salió corriendo con una sonrisa en su carita.
—Si sabes que nos manipuló totalmente para salirse con la suya, ¿cierto?– dijo Steve abrazando a Loki.
—Claro que lo sé. Es mi hijo después de todo. Pero tú tienes razón. No siempre podremos estar a su lado y ese lugar será una prueba ligera y segura. Además, presiento que mi hijo debe ir.
—Estoy muy orgulloso– lo beso en los labios con pasión.
—No estés tan contento, tendrás que hacer algo para distraerme Capitán.
Steve sonrió de lado, pero tuvieron que parar porque su hijo regreso de lo más feliz con el trozo de pergamino.
—Podemos llevar a Tony al Callejón Diagon, para comprar mis cosas, por favor.– dijo de lo más solicitó.
Loki asintió pues sabía que Steve no iría por una reunión con Fury, a la que no podía negarse. Después de todo ellos seguían siendo, Vengadores.
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Renacer: La Venganza de un Dios.©
FanfictionSeverus sacrificó su vida y su realidad para darle a Draco una oportunidad de salir de esa guerra que solo había arrebatado vidas. Así que uso un poderoso hechizo para volver en el tiempo y depositar el alma de su ahijado en el vientre de un portado...