Un mes exacto duró la separación entre ambas mujeres. Lena estaba sumida en una profunda depresión, abrumada por la situación y por la falta de interés que mostraba su esposa al evitar verla, escucharla e incluso pronunciar su nombre. Todo parecía malinterpretado para ella, y sentía que había una razón, una verdad que justificaba su acción.
Sus padres, tras una semana, tuvieron que regresar a casa, pero se mantenían al tanto de la situación. Estaban sorprendidos por la actitud de su nuera. Aquellos que conocían de cerca a Kara sabían que carecía de paciencia en situaciones donde las emociones podían traicionar a las personas que ocupaban un lugar especial en su corazón.
Kara no era mala, no lo suficiente. Pero sí mantenía límites con todo aquel que entraba a su vida y eso nunca excluyó a su esposa. Había tratado a Lena como una diosa, lo había hecho durante todo el tiempo que ésta pasó a su lado cumpliendo sus deseos, sueños, apoyándola en largas horas de proyectos y por supuesto dándole espacio para escucharla. Para ella, su mundo siempre se adaptó a la mayor comodidad de la azabache. Sin embargo, Imra, eso había fracturado algo, tal vez la realidad cómoda de un matrimonio más bien amistoso que amoroso. Imra, era hermosa ciertamente, pero tenía algo que Lena jamás aceptó en su vida, valentía. A ella no le importaba ser coqueta o directa en lo que deseaba y cómo.
Kara, no buscó a Imra. No se rebajaría a ello pero sí esperó a Samantha, la amiga de infancia de su esposa. La morena no tardó nada en presentarse en favor de Lena. Kara la recibió y la dejó hablar, una hora sin parar. Kara se levantó y le preguntó directamente a Samantha.
Kara: ¿Tú la perdonarías?
Sam: Perdonar es algo que me cuestionaría después de escucharla. Sé que su relación siempre ha sido muy buena, lo sé porque ella lo ha dicho infinidad de veces. Eres esa persona ideal ante sus ojos y ante las comodidades que se presentan en su vida para aumentar la paz. Por eso te pido que la escuches, deja estas actitudes lejos porque en vez de ayudarte simplemente crearán caos y te traerán negatividad.
Kara: ¿Cuál sería tu reacción o tu respuesta si te dijera que lo que tú sabes por boca de ella o por lo que has visto solo es una ilusión?
Sam: Kara, no puede ser una ilusión la forma en la que ambas se ven. Sé que la amas. Porque sé que no podrías pasar tantos años con una persona sin sentir siquiera amor por ella. La has cuidado cuando se ha enfermado, la has alentado en sus derrotas y has ayudado infinidad de veces para que sus proyectos y sueños sean un éxito. Y no porque eso trajera bienestar económico a sus vidas, sino porque sabías que eso le haría feliz. Las personas como tú tienen formas muy raras de amar, pero son genuinas y sé que ella te corresponde. Habla con ella. No dejes que su estado mental y físico se deteriore, por favor.
Narración de Lena.
Después de hablar con Kara, no supe qué hacer al respecto. Así que, sin pensarlo dos veces, decidí marcharme, no solo de su oficina, sino también de su vida. No miré hacia atrás, porque sentía que no había nada más que buscar allí. Todo se había ido y, sí, yo era la única responsable de ello. No tomé ninguna de mis pertenencias en casa, ni siquiera una maleta. Simplemente agarré mi bolso y me alejé, tan lejos que parecía haberme marchado oficialmente del mundo.
Con total honestidad, no sabía qué sentía en ese momento. ¿Rabia, dolor, molestia o decepción? O tal vez simplemente no sentía nada, solo un vacío interior. Lo único de lo que estaba segura era de que había cometido un error. Un error que ahora me hacía cuestionar si alguna vez querría volver a esa vida. Si sería capaz de mirarla a los ojos nuevamente.
Después de unas semanas, todo lo que había estado reprimiendo comenzó a salir a la luz, y me sentía sumida en una agonía constante. Deseaba desesperadamente que todo se detuviera, que simplemente se acabara, pero parecía que eso no era posible. ¿Cómo pude soportar esto durante tantos años? Me sentía engañada por mí misma, incapaz de reconocer la verdad. Era como estar en el infierno, anhelando despertar y volver a aquel día. Aquella noche en Las Vegas.
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Ella es mi esposa.
FanfictionDetrás del Velo del Matrimonio o ella es mi esposa. Kara y Lena, dos completas desconocidas, se casaron en una noche de locura en Las Vegas, impulsadas por la emoción y el alcohol. Aunque llevan diez años de matrimonio en papel, su relación ha sido...