Harry Potter y la Pizarra Limpia -HIATUS-

Capítulo 10: Afrodita

No soy dueño de Harry Potter. Todavía está en las garras de ese personaje de JK Rowling. No la conozco de verdad. Parece un poco astuto si me preguntas.

Capítulo diez. Un nuevo personaje para jugar. Intriga, aventura y un poco de angustia. Cómelo, amigos, díganme cómo se sienten.

Capítulo 10: Afrodita

Harry se puso de pie, las manos se agarraron detrás de él y retrocedió derecho mientras observaba que los segundos años se filtraban lentamente en la habitación. Al igual que con muchas de las clases ahora—aparte de algunas de las del año superior, que lo conocían mejor—los estudiantes tomaron asientos desde atrás y se llenaron hacia adelante desde allí, el último en acercarse a los asientos más cercanos a él como animales asustadizos, como si estuviera a punto de dibujar su varita y maldecirlos en cualquier momento.

Era seguro decir que muchos encontraron discordante leer las historias fantásticas que se escriben sobre él en el Profeta y luego tienen que sentarse en la misma habitación con él en estos días.

"Llamaré tu nombre, levantarás la mano", dijo Harry después de que todos se sentaron y la habitación estaba en silencio, haciendo que muchos comiencen sorprendidos. Cuando terminó con el registro y estaba seguro de que todos estaban escuchando, comenzó la lección.

"Cierra los libros por ahora, hoy necesito que escuches", dijo bruscamente, esperando que el último libro se cierre antes de continuar. "Voy a hablarte sobre el poder y cómo funciona en el mundo mágico. Te digo esto ahora porque todavía eres lo suficientemente joven como para no dejar que tu orgullo te ciegue, y después de un año de educación aquí es posible que ya haya comenzado a ver algo de lo que estoy a punto de explicarle."

Hizo una pausa, mirándolos a todos, ojos un gris oscuro y acerado. "Esto es importante. Así que de nuevo, necesito que todos lo hagan escucha."

Podrías haber oído caer un alfiler en la habitación, era muy tranquilo. Pero estaban prestando atención, y eso era todo lo que Harry necesitaba.

Asintió con satisfacción. "Bueno. Ahora, lo primero que te voy a decir es que la magia, en esencia, es injusto." Había algunas caras perplejas en la habitación, pero la mayoría no parecía sorprendida por esto, lo que consoló un poco a Harry. "Algunos de ustedes, aquellos que han sido criados en hogares mágicos, tal vez—, ya se les habrá enseñado esto, se les habrá dicho que lo acepten." Barrió los ojos por la habitación. "Pero para aquellos de ustedes que no se les ha dicho, será más un shock. En el mundo de los muggles, todos son mucho más iguales en el poder que pueden obtener en promedio. Esto no es lo mismo para los magos.

"Llegará un día en que notarás que otro es capaz de producir un hechizo que no puedes, o es capaz de lanzarlo de manera más efectiva. Te preguntarás por qué, y te frustrarás, preguntándote por la disparidad entre alguien que ves como una persona igual o incluso menor que tú. Puedes sentir envidia de él o ella y comenzar a ser hostil, celoso o ambos. Lo que quiero hacer ahora es cortar esa forma de pensar de raíz, de modo que en el futuro, cuando tus hormonas entren en acción y seas un adolescente con cabeza caliente, no hagas algo estúpido porque no te han enseñado cómo son las cosas y lastimas a quienes te rodean y tú mismo.

"La verdad desnuda e imparcial es que no todos nacen iguales. Soy más que probable, más poderoso que cualquiera en la habitación. Esto no es una jactancia, este no soy yo tratando de asustarte, es como es. Es lo mismo para Albus Dumbledore y sí, el Señor Oscuro también."

Esperó a que los jadeos murieran y luego se inclinó hacia adelante, con las manos plantadas en su escritorio mientras su voz caía. "Muchos no querrían que les dijera esto, piensan que les da a los niños la idea equivocada, delirios de grandeza. Pero en mi opinión, esas personas simplemente están exacerbando el problema enviándote por ahí ignorantes de la realidad. Eventualmente, algunos de ustedes se darán cuenta de que—mágicamente—eres más poderoso que otros. Es inevitable, pero lo que quiero decirte ahora es, por encima de todo, hacer no dejes que te llegue a la cabeza.