Un nuevo comienzo

Capítulo 4: Un poco de ayuda y un poco de venganza

Sólo pasó un mes y con Mundungus como su fuente de información, Hydrus se enteró de que todavía había nacidos de muggles y mestizos más pobres, mendigando en el Callejón Diagon. Parecía que el refugio para personas sin hogar colapsó ante las demandas de los Sangre Pura. Entonces el joven inmortal revisó sus propiedades y encontró tres casas que estaban vacías. Hizo que Kreacher fuera a ver si eran habitables. Lo eran, así que los visitó e instaló los mismos dispositivos electrónicos mágicos que tenía en Grimmauld Place; luces, enchufes y electrodomésticos de cocina (tenía nuevos conjuntos de runas que funcionaban mejor que los de Frostwell para artículos más grandes). Se aseguró de que estuvieran amueblados, nada lujoso, ya que sería más bien una casa de transición y no una residencia permanente. Él abasteció las despensas.

Hydrus luego envió cartas a los contactos que tenía en países extranjeros, como Fleur y Viktor, haciéndoles saber que tenía magos y brujas sin hogar que necesitaban ayuda; se aseguró de incluir lo que había hecho y lo que no había hecho el Gobierno Mágico Británico. También envió una carta comercial muy educada al Primer Ministro, Tony Blair, diciendo que había magos reprimidos que deseaban un nuevo comienzo.

Iba a hacer todo lo posible para sacar a todos los que lo defendieran fuera del control del Ministerio Mágico de este país. No es que hubieran mejorado mucho, incluso con Kingsley a cargo. Nuevas leyes y cosas así tenían que pasar por el Wizengamot, y esos viejos bastardos nunca cambiarán sus costumbres. Incluso con los Mortífagos en Azkaban, los 'viejos sabios' todavía eran fanáticos obstinados y corruptibles, que querían aferrarse a la tradición.

Cuando estuvo completo, contrató a Fletcher para que repartiera notas a las personas sin hogar con suficiente dinero no mágico para el billete de autobús o tren. Estas misivas decían:

Si quieres una foto de esta gente ignorante, acércate a una de las direcciones que figuran a continuación, las direcciones están en los mapas de las estaciones de autobús y tren. Usa el dinero para el viaje. Si una casa está llena pasa a la siguiente de la lista. Tendrás que compartir habitaciones para que quepan todos. Por favor trabajen juntos. Se incluye comida y lugar para descansar. Destruye esta nota cuando la hayas memorizado, para que los sangre pura no puedan detenerte. Estaré aquí la próxima semana y te ayudaré en todo lo que pueda.

harry potter

23 Lilyputten Way o 6 Starlight Road o 85 Contrary Street.

La semana pasó volando con muchas cartas y charlas. El Primer Ministro fue de gran ayuda, ya que guardaba rencor contra la rama británica del Gobierno Mágico por la forma en que descartaban las muertes de los no mágicos como sin importancia. Cualquier ayuda que se hubiera ofrecido durante las dos últimas guerras civiles mágicas fue ignorada por ser inútil. No hace falta decir que Millicent Bagnold, Cornelius Fudge y Rufus Scrimgeour habían causado muy malas impresiones a los ex primeros ministros, quienes dejaron registros de sus tratos con ellos. Pius Thicknesse nunca se comunicó con los muggles .

El actual primer ministro admitió que Kingsley intentó hacer un esfuerzo, pero no importaba lo amable que fuera, se notaba que todavía sentía que los muggles debían mantenerse separados de los magos. Entonces, considerando los tratos pasados ​​con su oficina, Blair se aseguró de saber que había muchas organizaciones benéficas que podrían ayudar a los nacidos de muggles a obtener la educación que necesitaban para tener éxito en el mundo no mágico. No podía hacer nada con respecto a su magia, pero podía ayudar a comenzar una nueva vida.

Fleur y Viktor habían defendido su caso ante sus ministerios y Francia estuvo de acuerdo en que podían aceptar unas cuantas docenas de personas que querían seguir viviendo en el mundo mágico. Los búlgaros se mostraron reacios, pero como era algo que perjudicaría al Ministerio Mágico británico, decidieron llevarse a algunos de los desamparados. Esto fue un alivio para él, ya que seguramente habría quienes no querían vivir como no mágicos.