Aiko Aizawa, hija de Shota Aizawa, a los cinco años, en un trágico accidente, Aiko usó su poder de forma descontrolada y acabó con la vida de su madre, un hecho que rompió por completo a su familia. Afligido por la culpa y el dolor, su padre, Shota...
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Estaba en el bar con Kurogiri ya que Shigaraki tuvo que salir a nose dónde, hoy era mi segundo día de descanso después del festival y mañana tendría que regresar a la UA.
-Kurogiri ¿Cuanto crees que me den por esto?-dije aventando la medalla de plata.
-No estoy seguro Yumi, pero puede darte algo-dijo mientras miraba la medalla.
-Puedes venderla por mí, lo haría yo pero no soy buena para eso- tomé un sorbo a mi bebida.
-De acuerdo... Disculpe mi intromisión ¿Porque se rindió en la última batalla? usted hubiera ganado con facilidad- pregunto.
-La verdad eso no me interesa yo solo entre a la UA para conseguir información y devolver el favor a mi padre por ayudarme cuando nadie más lo hizo- dije sin intereses.
-Comprendo... Señorita está noche tiene un trabajo- dijo Kurogiri.
-De que se trata- dije interesada hace tiempo que no lo hacía.
-Su padre quiere que se desaga de un villano que fue con nosotros el día de UJS ya que hablo de más y ahora la policía y algunos héroes conocen su existencia- dijo dandome un folder donde estaba la información del sujeto.
-Con que ese imbécil abrió la boca... perfecto- ya tenía ganas de matarlo.
( Unas horas después... ) ______ ♡ ______
Ya era de noche y yo ya estaba lista con mi traje y mi mascara para que nadie pudiera reconocerme, según la información que me dió Kurogiri el sujeto estaba en una prisión común para villanos, eso haría más fácil mi trabajo, me escabullí por toda la prisión a través de las sombras.
Cuando ya estaba fuera de su prisión lo ví estaba recostado durmiendo, atravesé los barrotes, lo agarre de los cabellos y lo tire al suelo mientras sacaba mi rifle de mi brazo y le apunte en el rostro mientras activaba el don de borrar para que no intente salvarse.
-Valla con que tú eres el imbécil que abrió la boca- dije con una mirada sería.
-Que demonios porque no puede utilizar mi don- decía mientras intentaba activar su don.
-Esto es lo que le pasa a las ratas inmunda como tú- con la sonrisa más sinica del mundo
-No espera, no me hagas nada te lo suplico- dijo con una mirada de temor en sus ojos.
-Eso debiste pensarlo antes, ahora pagaras las consecuencias- dije lista para disparar.
-¡No espera!- no pudo decir más ya que le había disparado.
Yo estaba acostumbrada de matar personas desde que tenía 7 años ya que ha esa edad cometí el primer asesinato no sentí nada solo veía su sangre por todo el suelo lo único que sentía era satisfacción. Le había disparado con una de mis balas con sangre suficiente como para que muriera en segundos, luego una alarma empezó a sonar
