Palabras mágicas

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Las palabras casi nunca fueron su fuerte. Ahora que tiene la edad suficiente para considerarse a sí misma como una "mentora" para alguien puede afirmar que sabe dar discursos. Es buena en convencer a la gente, luego de estafas y metidas de pata con la ley era natural que desarrollara esa habilidad y, con la facilidad de las palabras, nunca creyó necesitar apoyo emocional de alguien a parte de su conciencia en un monólogo larguísimo para ver a donde ir.

Antes de salir de casa y correr a los brazos de Raine ebria (Titán, ¿un deja vú?) se puso a llamar a Lilith.

Cuando su hermana contestó como ella lo había hecho quince minutos antes (asustada, alistando su ropa y algo de dinero para pagar una fianza o una cuenta de hospital) Eda se quedó sin mucho que decir.

— Raine me dijo que me ama.

Lilith era inteligente, siempre fue un orgullo familiar. A pesar de que Eda tenía un don innato para los problemas en Hexside y que, a finales de su año escolar, eran ya problemas más serios y graves, Lilith parecía creer que Eda era igual o incluso más inteligente que ella misma, siempre alentando a que mejore. Eda no sigue órdenes de nadie, para variar.

Pero ahora está aquí, con dudas, como si fuera difícil aceptar esa declaración y abrazar el amor como antes. Tiene miedo, no de la relación sino de la inestabilidad. Aún sigue huyendo.

— Solo bésala. —Dos palabras y es el mejor consejo que pudo haber recibido aún con ese tono agotado y molesto, como si Eda estuviera actuando de forma estúpido y puede que así sea, puede que este empujón de aliento que solo Lilith sabe dar haya sido innecesario—. Creí que ya habían formalizado.

— ¿Qué? —Es el segundo qué exclamado con la sinceridad de una gigantesca duda. Para corroborar que no está quedando sorda como papá.

— El día de la fiesta de reencuentro. Todos veíamos como hablaban. Y no olvides que soy superior de Raine, me informan a dónde va en sus vacaciones. Ate cabos y asumí que al final arreglaron las cosas.

Escucha como si hermana regresa a su cama, sola en ese departamento blanco en el cual Eda a veces iba a dormir para visitarla luego de entender (gracias a la edad, más que nada) que estar peleadas no era fructífero, y que era mejor hacer borrón y cuenta nueva. Recordar el pasado y reírse de él, como lo hizo años después con Raine. Nunca pensó que aquellas visitas pasajeras de quince días en esas vacaciones fueran una alerta de un posible regreso amoroso. Lilith lo había estado imaginando así por tres años, Eda se pregunta si en algún momento la vena de la curiosidad de su hermana fue tan grande que habló con Raine al respecto.

— Solo pasábamos el rato —dice, como quien dice que ha salido a comprar víveres. Sabe que eso no explicará nada, que, de hecho, parece reafirmar las conjeturas de Lilith. Pasar el rato con alguien puede significar muchas cosas y, en el contexto, puede significar que hasta ahora jugaron a ser pareja de nuevo y que con la llamada de Raine y la suya propia ya han planteado su futuro juntas. O solo puede que Eda esté reflejando su imaginación en el pensamiento de su hermana. No lo sabe con certeza, pero quiere creer que ese "te amo" estuvo macerando sus bases desde hace cuatro años... quizá desde hace más de dos décadas.

— Bueno, ¿y qué piensas hacer? —Una risita y un silencio, Eda espera un comentario aguzado con sorna, burlándose de su estado actual— Conociéndote, asumo que irás corriendo directo a ese hotel.

Conociéndose Lilith estaba en lo cierto. Ya estaba por salir corriendo donde Raine en cuanto llamó pero recordó que su teléfono era la única forma de seguir en contacto y elle no paraba de hablar y Eda no quería colgar. Fue abrupto, regresó a su habitación y se encerró hasta escuchar las palabras mágicas. Estaba decidida a ir a la habitación de ese hotel, hablar sobre lo que pasó, aunque escuchando el estado en el que Raine se encontraba pensó que solo dormirían hasta que se mejorara, Eda cuidaría de aquella persona que le robó suspiros por veinte años y más, como cuando aún estaban juntas. Unos tragos en un bar queer antes de ir a ese departamento frente a la relación perpetua que cultivaban. Era lindo ver que se repetiría la historia.

Another LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora