5.Secreto

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El sol se despedía en el horizonte y la luna emergía del cielo, el ciclo se repitió una y otra vez simbolizando el pasar de los días. Los seres del cielo dedicados a esparcir felicidad cumplieron con su promesa. Lee Jihoon y Kwon Soonyoung eran dos amigos de la infancia de la pareja, humanos normales que vivían en el mismo pueblo e incluso les ayudaron a mudarse a su nuevo hogar. Ambos eran propietarios de una discográfica local, aunque aún era considerada algo pequeña poco a poco iba ganando fama, quedando ambos cautivados por el gran talento de Seungcheol quien fue acompañado por ambos seres, sin titubear le dieron la bienvenida a su equipo.

Luego, Jung Hoseok guió personalmente al hombre ante el director de la escuela donde trabajaba y estudiaban tanto su hijo como su sobrino. El director ya le conocía por la presencia de San y Jongho en la institución, pero antes de que Hoseok se lo recordara no tenía idea de que el talentoso hombre era uno de los padres de familia que muchos ya conocían, por lo que fue para él un encanto tener como maestro a un músico a la altura como Choi Seungcheol, viendo un valioso activo para la educación de sus estudiantes.

Cada fibra en el ser de Seungcheol estaba agradecida, su vida había se transformó para bien. Se dedicó a forjar una sincera amistad con los propietarios de la discográfica, ellos gustosos le concedieron el tiempo necesario para cumplir con ambas de sus funciones de compositor y maestro.

Ahora había recuperado cierta estabilidad financiera y trabajaba con lo que más le apasionaba, las notas que salían de su canto nunca se habían escuchado tan felices. Le conmovió la muestra de cariño de sus vecinos: aquella guitarra que resonó en el almuerzo que cambió su vida. Esa noche el pobre Seungcheol se arrodilló entre lágrimas hacia el cielo, su más sincera expresión de agradecimiento con la vida. Prometió entonces aquella noche, que si con su música podía cambiar la vida de cualquier persona para traerle felicidad, entonces lo haría...

Volviendo ahora junto a los niños, el período vacacional llegó a su fin, con ello también parte de los momentos que los niños vivieron. A pesar de sus asuntos familiares, Yunho en ocasiones lograba escaparse para unirse a los demás pequeños. Era curioso que siempre se mantuviera tan feliz a pesar de lo que el pequeño San había revelado sobre su vida; era incierto si sus padres estaban al tanto de sus escapadas.

Park Seonghwa era casi tan enérgico como Wooyoung, también en ocasiones les acompañaba con tan solo una llamada que dieran este se unía a los primos Choi, los pequeños Jeong, Kang y Jung para compartir momentos de diversión. Sin embargo la plena libertad de ese verano llegó a su fin.

—Niños, quiero que presenten atención—. Anunció el maestro con su extraño buen ánimo de siempre—. Tengo un anuncio para compartir.

Sannie charlaba animadamente con Yunho y Seonghwa, el pequeño Jongho asistía a otra clase al ser menor que ellos. En ese momento entraron tres nuevos estudiantes, pasando por la puerta como si fuera una entrada triunfal:

—Les quiero presentar a...— no terminó de hablar cuando sucedió lo que los tres amigos en cierta forma esperaban.

—¡Hola Sannie! ¡Hola Yunho! ¡Hola Seonghwa!— todos los demás voltearon hacia los mencionados—. ¡Hola a todos! Mi nombre es Jung Wooyoung y él es mi amigo Kang Yeosang...— El rostro del maestro estaba lleno de confusión al ver la energía inagotable del pequeño Jung, el hombre aseguraba en su mente que nunca había escuchado a alguien decir tantas palabras en tan sólo un minuto. Incluso empujó la cabeza de Yeosang en señal de respeto a todos, el niño ya había sido presentado por su amigo y parecía haber perdido toda la intención de hablar.

—Bien, si eso fue todo— suspiró el hombre, el arrollador carisma del hijo del profesor nuevo lo había hecho resignarse a tratar con un estudiante difícil—. También tienen otro compañero nuevo— señaló a otro niño detrás de él.

When the stars align /WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora