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Lily estaba cansada, estaba ya en su octavo mes de embarazo y las cosas se estaban poniendo difíciles, los constantes achaques, dolores de vientre que eran falsas alarmas de un parto eran realmente frustantes, y aunque James no se apartaba de su lado, debe admitir que a veces eso la irritaba más que ayudarla.

Hace meses que encontraba el genio y personalidad de su esposo difícil de tolerar, no podía explicarlo pero simplemente no podía tolerar lo que antes era tan natural, incluso para su consternación una noche se encontró soñando con una vida diferente, en realidad no era del todo contraria a su vida de ahora, puede decirse que lo único que cambiaba era el compañero a su lado, pues este no era James Potter sino que a su lado se encontraba Severus Snape.

Tal sueño la hizo cuestionarse por días hasta que finalmente lo saco de su sistema o eso pensó, habían cosas más importantes en las cuales debía pensar, la guerra, el acoso de los mortifagos y el encierro en el que vivía por su propia seguridad.

El mes paso rápido y cuando menos lo espero se encontró con su hijo en sus brazos, era un niño muy hermoso, pero parecía que cuando creciera necesitaría lentes como su padre, todos sus amigos fueron a visitarla, todos los que eran importantes para ellos, Sirius llego desbordando de regalos, decidieron pronto que el sería el padrino, pero ella debe admitir que espero por mucho tiempo la visita de otro mago, uno de cabello negro y de tez pálida, ella quería que el viera a su hijo, que el fuera su padrino, pero por más que espero él nunca se presento y ella no pudo llamarlo.

_ ¿Cuál es el nombre que escogieron? _

_ Harry _

Fue lo primero que le vino a la mente, aunque la verdad era que desde hace años sabia que ese sería el nombre de su hijo.

_ ¿Enserio? ¿Harry? _

_ ¿Qué no te gusta Sev? _

El niño pronto negó con las manos.

_ No es que no me guste, pienso que es muy común el nombre de Harry _

Ella hizo un puchero.

_ Bueno no todos podemos tener nombres como el de tu madre y el tuyo, ¿Eileen?, ¿Severus?, no, nuestro hijo se llamara Harry, tu puedes escoger el nombre de la niña _

El niño frente a ella se sonrojo.

_ Ahora Harry no parece tan mal nombre _

Esa platica había sucedido un año antes de que ambos entrarán a Hogwarts y su vida cambiara por completo, ella olvido las promesas de su infancia y Severus al contrarío las tomaría como su ancla.

Ahora al menos cumpliría una parte de ellas.

_ Harry James Potter Evans, me gusta como suena _

Le sonrió a su esposo, y continuaron la vida, el nunca se enteraría a quien le prometió que su hijo se llamaría de esa manera.

Después del nacimiento de su hijo Dumbledore decidió que lo mejor sería que estuvieran completamente en las sombras y que nadie supiera donde se encontraban, ella no entendía por que era tan importante, para el que no debe ser nombrado matarlos, ella verdaderamente nunca lo entendería.

Entonces llego ese fatídico día, había tenido una discusión con James por que no podía hacer dormir a Harry, ella sentía que el hombre le dejaba todo el trabajo a ella, por lo que ese día no cenaron y ella se refugio en el cuarto de su hijo del cual ninguno de los saldría hasta que James jurara que ayudaría más con el bebé, algo en el aire se sentía extraño, la temperatura descendió y entonces escucho como tocaron el timbre, lo cual no pasaba al menos que Dumbledore se presentara.

Una Serpiente y un LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora