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¿Severus estaba soñando o teniendo una pesadilla?, era difícil adivinarlo, pues podía ser catalogado de ambas maneras, estaba en la cocina de su casa, su madre le daba una sonrisa mientras hablaba de que había conseguido algo de dinero vendiendo algunas flores del jardín.

_ La señora Peters fue muy amable al preguntarme por los rosales, dijo que quería algunas, por qué no había en Londres rosas más lindas _

_ Es bueno mamá _

El conocía bien todo esto, era como un sueño vivido pero al mismo tiempo no lo era, por qué no podía hacer ni decir nada, era una tortura, pues solo era un espectador.

La mujer le dio un pedazo de pan, mientras agarraba una bolsa.

_ Entregaré esto a la señora Farrens, no tardo _

Quería decirle a la mujer que no se fuera pero no lo logro, nunca lo hacia, contó hasta siete y tocaron la puerta.

Lily estaba parada fuera, le sonrió cuando lo vio.

_ Te he dicho que no vengas, sabes que a el no le gusta _

Le ayudo con los libros que llevaba en las manos.

_ No te enojes, dijiste que tenia días sin venir es probable que dure muchos más, ahora explícame esto por que no lo entendí _

Ambos se sentaron en el comedor y empezaron a estudiar, pronto entrarían en su quinto año en Hogwarts ambos estaban emocionados.

La puerta no tardo en volver a abrirse y azotarse, Tobías había llegado.

_ Ven, por la puerta trasera _

Severus tomo las cosas y la mano de la adolescente para salir, pero se encontraron de frente con el hombre, estaba ebrio, eso solo hacía las cosas más difíciles.

_ ¿Y la perra? _

_ Fue a un mandado padre _

_ ¿A dónde? _

_ Con la señora Farrens _

El hombre se recargo en la pared bloqueando la salida, le dio una sonrisa extraña.

_ Estamos solos _

Severus sabía lo que eso significaba, le tiro las cosas a la cara y corrió con Lily a la puerta delantera pero estaba cerrada, escucho como el hombre le gritaba.

_ ¿Qué hacemos Sev? _

_ Ven _

La hizo correr por las escaleras hasta su habitación donde se encerraron, el hombre aún así tiro la puerta estaba molesto, muy molesto, lo pateo en el estomago y Severus terminó en el suelo, vio con horror como se acercaba a la pelirroja mientras está lloraba.

_ ¡Lily! _

Abrió los ojos de repente, volteo a todos lados definitivamente ya no estaba en su vieja casa, pero su corazón latía muy fuerte.

_ Esta bien Sev estoy aquí _

Miro a su lado y reparo en la presencia de Regulus.

_ ¿Me volví a desmayar? _

_ Si ayer, el doctor dijo que no era nada _

_ ¿Y por qué estas aquí? _

El mago lo vio nervioso.

_ Solo me ofrecí a cuidarte, ¿quieres comer?, ayer traje un pastel de los que te gustan _

Severus asintió, cuando se quedó solo se paro y miro cada rincón de la habitación, se convenció que el hombre de su pesadilla no podía alcanzarlo ahí.

Una Serpiente y un LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora