Una Serpiente y un León

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Severus tenía frio, como cada noche después de que estuviera encerrado esperando su sentencia, las celdas estaban a merced de los elementos, y el juraría que tenían un hechizo que las volvía mucho más frías por las noches.

Pero aun así Severus se negaba a abrir los ojos, pues, aunque las noches eran frías era más extraño poder dormir con mediana tranquiladad, pues casi siempre los gritos y delirios de sus vecinos lo despertaban.

Movió sus rodillas a su pecho y las abrazo para sentir más calor, eso solía funcionar.

_ Espera esto servirá mejor _

Una voz alerto a Severus que no estaba solo, pero fingió seguir durmiendo, pronto una capa de tela cálida lo cubrió, y sintió como una mano le tocaba la frente, sus sentidos se activaron con fuerza, temiendo que el desconocido quisiera tocar más, abrió los ojos.

Se encontró con unos grises que lo veían entre preocupado y sorprendido, frente a el no estaba otro más que el autor de mucha de sus pesadillas, Sirius Black, miro con miedo su alrededor, pero no encontró nada de la celda en la que había estado, esta era una habitación espaciosa, llena de cosas que valdrían más que su propia casa, y definitivamente el dinero no hacia el buen gusto por que había estandartes de leones y rojo por todos lados.

_ ¿Dónde estoy? _

Debía pensar sus opciones, ¿qué era lo que había pasado?, el otro dio un suspiro, pero no supo descifrar bien de qué.

_ En la casa Black _

_ ¿Y que se supone que hago aquí? _

_ Regulus insistió que era lo mejor después de todo el alboroto en el juicio _

Severus lo vio sin comprender, ¿Acaso salió libre?

_ No entiendo _

_ ¿No recuerdas? _

_ ¿Recordar? ¿Qué debo recordar? _

El merodeador lo vio genuinamente preocupado, eso asusto a la serpiente que nunca creyo ver una mirada así para el de parte del león.

_ Llamare a Regulus de inmediato _ corrió a la puerta, pero se volvió _ no te muevas de la cama, ¿entendido? _

_ Aja _

Se quedo solo en ese inmenso espacio, sin entender nada, ¡por merlín! ¿Qué mierda había pasado?

.

.

Sirius bajo casi volando al salón de su madre donde todos estaban.

_ Ha despertado _

Regulus se levantó de inmediato.

_ ¿Cómo esta? ¿Por qué lo dejas solo? _

_ El se ve bien, pero parece que no recuerda nada _

_ Iré a verlo _

Regulus salió del salón dejando a Sirius con sus padres, sobra decir lo incomoda que era la situación, hace años que ninguno estaba tan cerca del otro, el menor tomo asiento donde antes estaba su hermano y tomo uno de los panecillos de la mesa, debía admitir que los extrañaba Kreacher era molesto pero sabia cocinar de maravilla.

Su padre fue el encargado de romper esa terrible tensión.

_ ¿Entonces ahora tienes un omega? _

Sirius se encogió de hombros.

_ Eso es lo que parece _

_ Bien _

Eso fue todo lo que su padre dio por respuesta, el mago mayor iba a pararse e irse, pero al ver la mirada de su esposa supo que esto no sería lo correcto.