Una Serpiente y un León

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El mundo mágico tenia muchas reglas que podían parecer arcaicas en contra parte con las muggles, pues aunque estos también se dividían en alfas, omegas o betas, la verdad sea dicha los omegas tenían mayores libertades del lado no mágico.

Las libertades de un omega en el mundo mágico se resumían a tener el derecho de estudiar, trabajar y encontrar un alfa adecuado, no había más, pero las restricciones que este tenia que pasar eran muchas más, un omega no marcado no podía caminar por las calles solo sin un compañero alfa o beta o con su respectiva familia, un omega no marcado no podía salir a la calle sin su respectivo collar de seguridad y mucho menos asomarse al mundo durante los tres días de celo y la semana posterior a esta, esto ultimo lograba que fuera realmente difícil mantener un trabajo, aun teniendo a la magia de su lado.

Si un omega era descuidado y salía durante esos tres días o la semana posterior y era atacado por un alfa, el alfa estaría indultado de cualquier acusación en su contra, por que es responsabilidad del omega resguardarse esos días.

Los omegas que eran atrapados cometiendo crímenes eran enviados a las dependencias omegas, lugares que eran en papel centros de ayuda para que los omegas pudieran pasar sus castigos impuestos, en la practica eran simples burdeles, donde los omegas que eran encontrados culpables o sus alfas se habían cansado de ellos eran lanzados, sin otro destino que el valerse de sus cuerpos para sobrevivir, se convertían en mercancía y los cachorros que tuvieran lo eran también.

Entre esos crímenes por los cuales un omega sería enviado a esos lugares, el asesinato y la prostitución con muggles eran dos de las más graves, y ahora Severus Prince por boca de su madre era acusado de esas dos, si las palabras de Lucius Malfoy eran ciertas, aunque Sirius sabía que el alfa peliplata no jugaría con eso aun estaba completamente anonadado que una madre sabiendo el destino que le aguardaba a su hijo omega lo acusara.

_ ¿Qué es lo que pasará ahora? _

Cuando el cerebro de Sirius volvió  a la realidad, no pudo preguntar otra cosa, Lucius lo vio desanimado.

_ Llamarán a Severus a testificar sobre los cargos, si fuera otro momento podríamos librarlo con el hecho de que esta marcado y embarazado, pero Sev fue la mano derecha de Voldemort que escapo del castigo del ministerio no lo dejaran ir tan fácil, es probable que te busquen y te ofrezcan miles de maravillas para que lo abandones y con ello a tu hijo nonato  _

¿Por que la vida de Sirius no podía ser tranquila?, aun si odiara a Severus como en la escuela jamás lo enviara a un lugar como la dependencia omega, ¿odiaba si quiera a Severus en la escuela?, aunque eso ya no importaba, no dejaría a su omega he hijo en ese lugar aunque Merlín en persona se lo pidiera.

_ Nunca lo abandonaría en ese lugar, es mi omega he hijo de los que hablamos _

Lucius asintió aliviado.

_ Aun así debes estar consciente del problema tan grande que se viene, el ministerio quedo como un inútil ante el mundo mágico, primero no atraparon a Voldemort, segundo su mano derecha escapo de las garras de su justicia, han estado tranquilos hasta ahora, pero desde mañana estaremos en guerra con ellos _

_ ¿Marius Prince se ha enterado ya? _

_ Lo esta, cuando arrestaron a Eileen retiraron los hechizos disimuladores e obstructores que ella se infligió hace años, de inmediato las alarmas de los Prince se encendieron, él fue a verla esta tarde, espero que hable con Severus mañana _

_Bien, hablare con mis padres _

Lucius le asintió y Sirius se marcho del estudio, verdaderamente ese día no fue su día, regreso con lentitud al cuarto con Severus, este seguía en la misma oscuridad con la que la había dejado, pero algo era diferente, las feromonas eran aun complicadas para cualquiera, y de hecho se sabía muy poco sobre ellas, estas eran completamente invisibles para el ojo humano, por lo que Sirius estaba completamente sorprendido cuando sintió que podía verlas al mismo tiempo que las olía.