Capítulo 7

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Nada salió como se había planeado.

Cristian lo ignoró durante las horas que duró el vuelo de Londres a Seúl. De nada sirvió estar sentado a su lado, ya que ni siquiera se dignó a compartir uno de sus AirPods, y mucho menos a intentar entablar una conversación que fuera más allá de un "puede ser", "no creo", "tengo sueño".

A juzgar por cómo iban las cosas, parecía más probable que las dos Coreas se unieran antes de que Cuti volviera a ser el mismo de siempre con Sonny."

Había ciertos momentos en los que se le complicaba comprender los pensamientos de Romero, un día podía quererlo y al siguiente quererlo a mil metros bajo tierra. Sus estados de ánimo oscilaban entre un extremo al otro, raramente encontraba un punto intermedio.

También era importante mencionar que Heung-Min contribuía a esta dinámica mas veces de las que le gustaría admitir. Su mal humor matutino a menudo exasperaba al argentino, si lo saludaba se irritaba por hacerlo, si no lo hacía, se molestaba por el desaire.

En efecto, los dos compartían hábitos un tanto peculiar, quizás esa sea la razón por la cual se complementaban tan bien, o simplemente eran los únicos que se soportaban mutuamente. Sea cual se la causa, sus peleas nunca duraban más de media hora, ya que en cuestión de segundos buscaban la manera de encontrarse y terminar abrazados, sonriendo como si nada hubiera pasado.

Pero eso pertenecía al pasado. Hoy en día, después de aquel momento compartido cuando Lloris abandonó el predio, no volvieron ni siquiera a la oficina del técnico.

 La realidad era que Cristian no mostraba interés en retomar la amistad con Sonny. Por el contrario, parecía mucho más interesado en dedicar su tiempo a cuidar del Omega que llegó tras la salida de Harry Kane.

James Maddison acaparaba toda la atención del Alfa cordobés.

Y para su mala suerte, tenía prohibido maldecir a un compañero. Cuti fue muy claro cuando le explicó lo que significaba en Argentina el término "mufa".

"Maldito Harry" pensó desanimado , señalando como único culpable a Kane por irse al Bayer Múnich y dejar al Tottenham sin delantero.

Heung-Min a su amigo inglés podía mufarlo, porque ya no pertenecía al club y si Cuti le decía que estaba bien hacerlo, el lo haría sin objeciones.

Sin embargo, antes de que sus instintos lo impulsaran a viajar a Alemania con intenciones poco amistosas hacia Harry, se acercó a la pantalla para registrar su huella en el hotel.

 Mientras tanto, observaba con una mezcla de impaciencia y resignación a la pareja de adelante, que coqueteaba descaradamente en público.

La situación lo llevó a una profunda reflexionar, si James era el predestinado de su antiguo amigo, entonces había llegado el momento de dejar atrás la amistad que una vez compartieron.

En el mundo de los alfas, cuando uno cortejaba a un Omega, los demás debían mantenerse a distancia, a menos que también estuvieras interesado en la misma persona, aunque tales casos eras excepciones.

Por regla general, los Alfas dominantes mantenían un respeto mutuo por el espacio personal del otro, era un acuerdo tácito que les permitía coexistir sin conflictos. No obstante, aun persistían costumbres arraigadas en su naturaleza agresiva y a pesar de los esfuerzos del gobierno por ocultarlos, era un hecho conocido que iniciar una pelea significaba estar preparado para enfrentar las consecuencias más extremas, matar o morir en el intento.

Obviamente Heung-Min no sería la excepción, debía ser cuidadoso con sus acciones y no provocar a Cristian.

Por milésima vez, sintió la necesidad de darse la cabeza contra la pared. Solo a él le sucedía que su mejor amigo, al que consideraba Beta, terminara siendo un Alfa. La confusión y la frustración se mezclaban en su mente. ¿Cómo podía reconciliar la imagen que tenía de Cristian con la verdad que ahora enfrentaba?

Quédate ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora