Capt. 3: Mi Príncipe No Azul

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¡Hola peña! ¿Qué tal? Espero que bien. Aquí tenéis una nueva actualización. Espero que os esté gustando esta historia, de verdad :').

*Narra Eider*

Después de media hora, seguía riéndome a carcajadas. Joel estaba quitándose el maquillaje en el cuarto de baño mientras hacía comentarios sádicos sobre cómo me iba a matar. A mí de daba igual ocho que ochenta; lo único que cabía en mi mente era su cara al fotografiarle... buah, nunca me había reído tanto. Enserio. Oí unas llaves y una puerta abrirse en el instante en el que Joel entró en mi habitación, me miraba a lo "te has metido en un buen lío" y yo le instaba mediante gestos a que volviera a entrar en el cuarto de baño.

- Hogar, dulce hogar.-dijo una voz masculina en vez de la femenina que me esperaba-¿Hola? ¿Hay alguien?

Esa voz... ¿dónde la he escuchado antes? Un momento...

*Flashback*

¡NO! ¡No, no y no! ¡No puedo dejar que se lleven a Jace! Corrí lo más rápido que pude hacia los dos agentes que habían esposado a mi hermano y se lo estaban llevando hacia el coche policía. Agarré al más robusto de los agentes del brazo que sujetaba a Jace.

- ¡No!-exclamé llorando- ¡No se lo lleven por favor! (N/A:Inserten voz de niña de 7 años)

El tipo al que le agarraba el brazo dejó a su compañero al cuidado de mi hermano que andaba cabizbajo. El grandullón se acuclilló para estar a mi altura aún así, me sacaba una cabeza.

- Ehh... pequeñaja, no llores.-me dijo con una voz sorprendentemente dulce- en unos años lo verás de nuevo.

En vez de parar, me puse a llorar todavía más, lo único que ya no me salía ninguna lágrima.

- ¡No quiero que venga el hombre malo!-gimoteé.

Mi hermano, que antes entonces había estado como inerte, empezó a forcejear justo cuando estaba entrando en el coche.

- ¡Eider!-gritó-¡El hombre malo ya no existe! ¡Está en un peor lugar!

Y con eso el policía y él desaparecieron en el interior del coche.

- ¿Quién es el hombre malo?-preguntó el policía que estaba conmigo.

Antes de poder contestar, el compañero salió del coche.

- Gale, tenemos un problema.

- ¿Qué pasa Félix?

- Ven.-dijo muy serio.

- Venga, se fuerte, haré todo lo posible por que no le pase nada a tu hermano, y...-dudó un momento- no te preocupes, seguramente el hombre malo ya no te molestará más.-dijo a modo de despedida.

Y se fue dejándome en el porche desolada y con ganas de llorar pero sin ninguna lágrima que derramar. Los de servicios sociales llegaron a los cinco minutos para llevarme con ellos.

*Fin del flashback*

-¡Jace!-grité. Es cierto que más que de alegría, el chillido pareció de horror. ¿La verdad? Me daba exactamente lo mismo.

-¡Eider!-atronó.

Él corrió, yo corrí y nos fundimos en un abrazo delante de la puerta del cuarto de baño donde estaba Joel. Me puse a llorar de la felicidad. Llevaba 7 años sin verlo.

- Mi pitu...-susurró- mi pitu... cuánto tiempo...

- Mi príncipe no azul...-susurré yo también-ya te digo...

La puerta del cuarto de baño se abrió de golpe. Todo pasó muy rápido. Tal golpe le dio Joel a mi hermano en la cabeza, que este se desplomó en mis brazos. Busqué su pulso. Gracias. Gracias a lo que sea lo encontré. Me giré hacia Joel, que me miraba desconcertado, yo estaba que echaba humo. Sí, como un tren.

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