15 de Julio del 2001.
Los Ángeles, Estados Unidos.—¡Levi!— Lo llamó Isabel, tenía su ojo izquierdo rojo y lleno de lagañas por una infección.
—Al fin regresaste.— Dijo su amigo Farlan. —Estabamos preocupados.—
La pelirroja abrazó a Levi y él acarició su cabello, Isabel era un año menor que los dos niños, así que la protegían como una hermana pequeña. Le preocupaba esa infección en el ojo, pero no había podido entrar a una farmacia y robar algún medicamento, sobretodo porque no alcanzaba los estantes ante su baja estatura.
—Lo siento, no pensé que tardaría tanto.— Se disculpó. —Les traje algo.—
De la bolsa de plástico sacó las dos hamburguesas extra que le había comprado Erwin, sus amigos lo miraron maravillado y sin poder creer que había traído una comida completa.
—¿De dónde lo sacaste?— Indagó el rubio.
—¡Comida!— Celebró Isabel, agarrando una de las hamburguesas y dándole un gran bocado.
—Es una larga historia.— Contestó Levi.
—¿Las robaste?— Negó con la cabeza.
—Sólo come.—
El rubio lo miro dudoso, pero al darle el primer mordisco a la hamburguesa, todas sus dudas desaparecieron. Sus dos amigos masticaban con desesperación, al igual que Levi no habían comido algo en forma durante días, aunque estaban acostumbrados a las migajas. Se sentaron sobre un cartón sucio en el callejón donde solían dormir, ya tenían su escondite por si alguna persona extraña aparecía de noche.
—¡Sabe delicioso!— Lloriqueó Isabel.
—Se llama hamburguesa.— Comentó el pelinegro. —Es pan con carne, tomate, lechuga, queso, y le puedes agregar otras cosas también.—
—Está tan buena que no quiero acabarla...— Murmuró Farlan. —No sé cuando volveré a comer.—
Levi guardó silencio ante el comentario de su amigo, tenía razón, nunca sabían si durarían días sin comer o tendrían suerte de encontrar algo decente en la basura. A pesar de tener sólo ocho años, Levi se sentía responsable de sus amigos, prefería pasar hambre él a ver sufrir a Farlan e Isabel.
—¿Aún sientes molestia en el ojo, Isabel?— Preguntó Levi, analizando de cerca a su amiga.
—Sí, me da comezón.— Respondió la pelirroja. —Y las lagañas hacen que vea borroso.—
—Hmm...— Suspiró frustrado. —Mañana conseguiré tus medicinas, no te preocupes.—
Farlan lo miró serio y Levi fingió no notarlo, a su amigo no le gustaba que se metiera en problemas por ellos, pero al pelinegro no le importaba. Minutos más tarde—y con el estómago lleno—Isabel se quedó dormida sobre el cartón, cubierta con una cobija sucia y vieja que alguien había desechado.
—No deberías decirle eso si no lo puedes cumplir.— Dijo Farlan en bajito, para no despertar a la menor de los dos.
—Lo cumpliré.— Contestó Levi. —Si no consigo las medicinas pronto entonces su ojo empeorará, tengo una manera de obtenerlas.—
—¿En qué te has metido, Levi?—
—No es nada malo.— Murmuró. —Confía en mí, y ya duérmete.—
***
16 de Julio del 2001.
Levi sabía que si esperaba lo suficiente afuera de aquel extraño lugar, se toparía tarde o temprano con el hombre rubio que conoció el día anterior. No solía pedir favores a los adultos ni generar lástima para que lo ayudaran, prefería actuar de forma rápida y brusca, así se evitaba que lo vieran como lo que era.
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la última cena | levi ackerman
Fanfictionmodern au secuela de "El menú de Dios". Tras todo el alboroto y caos que ocasionó el libro anterior, Mía Braun vuelve, pero ésta vez más fría y letal. Buscando remendar lo que pasó con sus seres queridos, al mismo tiempo que acompaña a Levi Ackerman...