## Capítulo 3: La historia de Kiyomi / Elizabeth

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En este capítulo nos referiremos a Kiyomi como Elizabeth, tomando en consideración que son la misma persona, solo que Elizabeth es más familiar para todos los que han visto nanatsu no taizai.

Todas esas grandes expectativas que había tenido Elizabeth, de un momento a otro habían cambiado, cuando fue obligada a quedarse en Kirigakure. Las clases en la academia ninja habían cambiado abruptamente, de hecho ni siquiera estaban en la academia ninja. Todos los alumnos de su edad habían sido tomados y puestos es celdas dentro de una carcel, solamente salian para aprender técnicas de asesinato y entrenar hasta la muerte. El ambiente en el que estaban todos los estudiantes se resumía en una simple frase, te adaptabas a la situación y te hacías más fuerte o simplemente morías como un débil.

– Toda esta situación parece ser un mal chiste del destino, porque justamente viene a pasar esto cuando escapó de una gran tragedia en mi clan - Se dijo a sí mismo Elizabeth mientras estaba encerrada en su celda. Elizabeth apretaba fuertemente sus piernas y las llevaba cerca de sus hombros mientras estaba echada en su pequeño colchón.

A lo lejos se escucharía un ruido de celda, habrían sacado a alguien. Todos los niños y niñas se asomaron para observar, sin embargo, a quien habrían sacado sería un joven que yacía muerto mientras lo arrastraban por el tobillo. Esta escena dejó horrorizados a todos los presentes. Elizabeth quedó atónita por lo que había visto

– Mantente calmada, respira profundamente, estarás bien, eres fuerte, no eres débil, recuerda que tienes el sharingan de tu parte, puedes lograrlo, puedes sobrevivir, se decía a sí misma Elizabeth.

Al día siguiente, se abrieron las puertas a todos los alumnos y se les ordenó a todos que fueran al patio de la prisión, en el cual tenía un techo enrejado para que nadie siquiera pensará en escapar, aunque el que lo intentará sería ejecutado de todas formas.

–Un sujeto, con su rostro tapado junto con una bandana de la aldea se paró en frente y dijo: Me sorprende que a estas alturas estén sobreviviendo muchos jóvenes. Espero no ser demasiado blando con la enseñanza de la academia ninja, porque esta aldea solo aceptará los mejores ninjas, ni más ni menos, es por eso que, cada uno deberá soportar diez latigazos, después de que todos los hayan recibido comenzaremos la clase. Todos los presentes se llenaron de terror. Elizabeth pensando que debía ser fuerte camino para ser la primera en recibir los diez azotes, mientras los recibía se mordió los labios para no mostrar debilidad y que todos vieran que era la más fuerte.

– Este es el camino que debo seguir para sobrevivir, no puedo flaquear, debo volverme más fuerte si quiero salir de aquí con vida, se dijo Elizabeth.

En cambio, hubo otros jóvenes que se negaron a recibir los diez latigazos, lo que ocasionó que fueran severamente castigados, siendo azotados hasta desmayarse.

Bien, aquellos que se desmayaron déjenlos agonizando en sus celdas, si mueren ni modo, pero aquellos que sobrevivan, entonces puede que sean lo bastante fuertes como para merecer otra oportunidad - Dijo el profesor.

Posterior a ello, comenzaron con la clase para aprender a lanzar Kunais, se mantuvieron toda la tarde y se les permitió irse ya cuando el sol estaba bajando, sin embargo Elizabeth fue la única que entrenando aun cuando era de noche.

Los días y los meses pasaron, la cárcel ya se había transformado en su hogar y academia donde las torturas se habían vuelto habituales, tanto así que efectivamente los jóvenes se volvían más fuertes en soportarlas, por otro lado Elizabeth se estaba encargando de dejar a todos los demás muy por debajo de sus habilidades. Su cuerpo parecía de acero, soportaba golpes muy fuertes, era la mejor lanzando los Kunais.

–Elizabeth: Este lugar tiende a cambiarte, de hecho podría decir que ese es el fin de este lugar. Su motivo es volverse un ninja poderoso, pero a la vez uno que no dude y no tenga piedad. Las reglas son simples, hacer todo lo que te ordenen, pero si haces algo diferente serás gravemente castigado. Me he acostumbrado a seguir las reglas para no ser castigada, a pesar de poder recibir ya aquellos castigos, no puedo negar que una vez que los recibes tú cuerpo se debilita y te incapacita para poder entrenar de mejor forma al día siguiente.

NARUTO: LA REENCARNACIÓN DE ESCANORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora