둘: Te quiero dar mi vida

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JongDae caminaba de un lado a otro hablando por teléfono, contándole a alguien lo que había pasado a la vez que SeHun limpiaba sus armas con la mirada perdida.

ChanYeol se mantuvo en silencio, esperando paciente el mejor momento para poder escapar de ellos y así regresar a ver a su compañero.

Su rostro herido murmurando una disculpa no se le iba de la mente.

Sobre todo porque sentía que había más en aquellas dos palabras que simple pesar por no querer aceptar su vínculo; mas no sabía cómo comprobarlo permaneciendo encerrado como lo estaba.

Necesitaba hablar con él.

Necesitaba hacer preguntas y oír explicaciones.

Necesitaba... verlo.

—Llamé a TaeMin, vendrá apenas pueda escapar de su manager —anunció JongIn, hermano de camada de JongDae, ambos Hijos del Sol, ingresando en la casa.

Dae rugió y empujó a su hermano contra la pared con su brazo apretando el cuello contrario.

—¡¿Estás loco?! ¡¿Por que mierda harías eso?! —Le reclamó intentando sofocarlo.

El rubio lo empujó lejos y lo señaló con un dedo, viéndose furioso.

—¡Sabes muy bien por qué! —Espetó antes de soltar un suspiro cansado.— Esto no es sobre ti, Dae. Es lo que H quiere.

—¡Él no sabe de lo que habla! —Gritó convirtiendo sus manos en filosas garras.— Quédate con SeHun y ChanYeol, iré a hablar con él.

—Sabes que nada de lo que digas o hagas lo hará cambiar de opinión —le recordó el rubio.

—Me niego a dejar que se rinda tan fácilmente —su voz sonó casi rota.

JongIn suspiró y asintió.

—Tiffany y KyungSoo fueron a verlo —le anunció—, iré a recogerlos en una hora. TaeYong y Mark tomarán mi lugar entonces para que SeHun también pueda descansar.

JongDae asintió y le dio una larga mirada a ChanYeol antes de darse la vuelta y marcharse sin pronunciar palabra.

La chispa de rabia y resentimiento en los ojos de su superior confundieron al peligrís, pero se limitó a mantenerse silencioso. En una hora, cuando sus subordinados llegaran a la guardia que parecían querer montar en su casa, podría huir y finalmente ir a ver a BaekHyun.

BaekHyun. Su compañero.

El hombre peliblanco a quien había observado de lejos por años, pero quien, estaba seguro, ni siquiera había sabido de su existencia hasta el día de la boda de JongIn y KyungSoo, cuando pudo finalmente comprender por qué estaba tan obsesionado con él.

—Creí que cada lobo tenía una sola pareja destinada —pronunció SeHun girando hacia su superior—, ¿porqué el Capitán tiene dos? ¿Es por ser el Hijo de la Luna?

JongIn suspiró y se dejó caer a su lado, en el sofá grande.

—No lo sé... ¿Sí? ¿Quizá? Tal vez no es sobre H sino sobre Chan —propuso mirando al más alto con intriga.

—Quizá por eso su pelaje es gris y sus ojos se aclaran cuando cambia —agregó SeHun.

—Quizá es una confusión como lo que pasó con KyungSoo y JunMyeon —continuó JongIn encogiéndose de hombros.

SeHun negó con firmeza.

—H parecía conocer ya a Chan —contó—, no se veía sorprendido o afectado, solo... herido.

El mayor colocó una mano sobre el hombro de su amigo y le dio un suave apretón.

—Lo siento, sé que te trae malos recuerdos —mencionó.

El hijo de la Luna [ChanBaek] (Lobos 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora