El hijo de la Luna [ChanBaek] (Lobos 2)

열하나: ¿No piensas quitarte la ropa?

—Pensaba ir a hablar con ustedes después del evento de mañana; me disculpo por haberse enterado de esta forma —habló BaekHyun recordando lo nervioso que se había sentido la primera vez que fue a pedir la mano de su esposa; aquel día había tenido al líder como respaldo; esta ves, él era el Líder y tenía a su prácticamente futura suegra desmayada frente a él.

—Que así sea entonces, nosotros no tenemos ninguna objeción al respecto —dijo Park SeoJoon, padre de ChanYeol—, pero sí nos gustaría conocerlo mejor dado que se trata de nuestro primogénito.

—Lo comprendo —asintió el peliblanco—, apenas termine los asuntos oficiales de mañana, iré con Channie a su casa

—Perfecto —aceptó el mayor sonriendo en grande cuando oyó a Baek usar el mote cariñoso que su familia usaba para referirse a su hijo.

Los Park, incluyendo a la matriarca en brazos de su esposo, se marcharon entonces.

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Cuando los ancianos llegaron al palacio, reunieron a toda la manada y, con la Luna Menguante presente, bendijeron a BaekHyun en su nuevo reinado, orgullosos al saber que H seguía siendo igual o mucho más letal que siempre, totalmente capaz de defender a su manada.

—M está pidiendo un pago por daños —mencionó el anciano Shin.

—El que debe dar el pago es él tras el castigo que le infringió a uno de los Hijos del Sol tras sus pruebas —se defendió Baek.

—Dado que tu protegido está igual o peor, dejaremos eso a mano —contestó el anciano Lee con una sonrisa.

—KyungSoo me dijo que ya estás en paz con tu pareja y que pedirás su mano esta noche —Intervino JooHyun.

—La cantidad de tiempo que pasas chismeando con tu hermano no es saludable —se quejó el peliblanco—, pero sí, hoy me presentaré ante su familia.

—Perfecto, iremos contigo— pronunciaron los cuatro miembros del cenado, y el recién proclamado Líder de la manada sintió verdadero temor.

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Horas después, en la casa Park, el concejo y los padres de ChanYeol conversaban amenamente en la sala. BaekHyun entró en la cocina  y comenzó a preparar unos cuantos bocaditos mientras ChanYeol hacía té para servirle a los mayores, y los lobos menores renegaban por no poder dormir al ser casi de madrugada.

—Acostúmbrense —dijo el peligrís—, Baek es el Hijo de la Luna, los eventos del consejo se darán siempre a media noche, cuando su madre brille en lo alto.

—Comprendemos —dijo la rubia menor—, ¿pero las reuniones tienen que ser aquí en casa sin dejarnos dormir?

—Los niños deben tener cuidado de cómo usan su lengua, no vaya a ser que un gatito se las arranque al dormir —amenazó TaeMin ingresando a la cocina, asustando a los menores lo suficiente como para que corrieran a sus debidas camas lo más rápido posible.

—No tenías que asustarlos, son niños —Baek le llamó la atención.

—Tu futuro esposo es un niño, los otros han experimentado más que tu y yo juntos en esa noche en Seoul...

ChanYeol gruñó y TaeMin le mando un beso volado.

—Tu amigo, el asesino de mi pareja está afuera, buscándote —le dijo el pelinegro refiriéndose a SeHun—, ve con él antes de que decida unirlo a su propia pareja.