Capítulo 6: Perdón

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—Una semana después —

Lena había salido de su estado de calor y lo único que quería hacer era volver con Kara, pero no la habían dejado salir de la celda, sus padres estaban manteniéndola cautiva sabiendo que sólo quería ir con Kara.

-Saben que tarde o temprano iré con Kara, no sé por qué están reteniéndome — Lena les dice a sus padres quienes le traen comida.

-Lo sabemos, pero queremos que comprendas no conseguirás nada acosándola-

-Ella es mi pareja — Dice entre dientes.

-Sí, lo es — Lillian se acerca a los barrotes — Siempre lo ha sido-

- ¿Y entonces por qué no me dejas ir con ella o por qué no la obligan a volver? –

-Porque fuiste tú quien decidió dejarla — Responde su madre.

-Sabíamos que en cuanto Kara cruzara la frontera sentirías la ruptura del lazo que las une-

- ¡¿Y por qué no me detuvieron?! — Lena exclama con dolor y furia-

-Porque debías comprender el error fatídico que cometiste, el hacerle daño a tu pareja siempre le dará al Alfa el peor dolor existente, así que debías experimentarlo por tu maldita soberbia y estupidez — Su padre gruñe — Por eso la dejamos ir, y ahora tendrás que vivir toda tu vida atada a la pobre omega que elegiste para tu niñería-

-Tú provocaste ese dolor que sientes — Su madre le señala el pecho — No nosotros-

Sus padres salen del calabozo y Lena comienza llorar nuevamente. Ahora comprende que todo lo que está pasando, este sufrimiento es su culpa, y sus padres están castigándola por su estupidez. No es más que una Alfa mediocre, Andrea se lo dijo, y está segura que no tardarán en destituirla agregándole más humillación a su linaje.

-Necesito intentarlo una vez más-

Se pone de pie limpiando sus lágrimas y se acerca a los barrotes forzándolos. La celda tiene una especie de protección para los lobos en su temporada de calor, pero ahora que eso ha pasado usa toda su fuerza para doblarlos y así poder salir.

Fuera del calabozo, respirando el aire libre siente un golpe de realidad, así que antes que se den cuenta se ha escapado, comienza correr por el bosque en dirección al pueblo donde Kara vive.

Sabe que si se convierte en lobo alertará a la manada por lo que avanza rápidamente entre los árboles en su forma humana. Llega hasta la cabaña y se detiene a 5m de esta con la respiración agitada y con aspecto demacrado, realmente se ve acabada.

Está por acercarse y abrir la puerta por la fuerza nuevamente, pero se detiene antes de patearla, toca su pecho con dolor y cuando está por tocar, escucha pasos conocidos acercándose y entonces escucha su voz.

- ¿Qué haces aquí? — Kara pregunta con esa expresión seria que la distingue — ¿Realmente seguirás haciéndote esto? –

-Sí — Lena responde con gesto decaído — Seguiré haciéndolo-

Kara la mira con extrañeza, nunca había visto a Lena así, ni siquiera cuando se enfermaba pues siempre era demasiado orgullosa para verse débil. Y ahora la tiene frente a ella con ese aspecto demacrado, con labios resecos, ojeras marcadas y demasiado pálida, no lo entiende, un Alfa después de temporada de calor luce radiante, lleno de energía, pero Lena no.

- ¿Estás enferma? — No puede evitar preguntarle.

-No, estoy sufriendo por haberte dejado — Lena responde todavía agitada — ¿Acaso creíste que aceptaría que alguien más me tocara? No soy como los demás Alfas sin control-

EL LAGO DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora