Donde Percy Jackson tiene la desgracia de conocer a Ayleen Johnson, una semidiosa insoportable que lo único que hace es molestarlo...
O donde Ayleen Johnson se encamina en una misión junto al aburrido de su compañero Percy Jackson, que solo sabe que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•°~°•
—HÉROES —DIJO QUIRÓN, llamando la atención de todos en el comedor—, ya es hora. El juego comienza.
—No, mierda—exclamó por lo bajo Ayleen, quitándose los auriculares— Dime que no jugaremos a atrapar la bandera, por favor...
—¡Jugaremos a atrapar la bandera! —anunció el minotauro, haciendo suspirar a la chica.
—Carajo —dijo ella, antes de levantarse y acercarse a Quirón, mientras el resto de los campistas iban a cambiarse o a organizar los grupos— ¿Es obligatorio participar? Porque sabes que no me gustan muchos estos juegos, y siempre termino perdiendo...
El profesor la observaba con una dulce sonrisa, pues no era la primera vez que la chica se quejaba del juego.
—Bueno, claro que no es obligatorio, pero creo que nos dejarías a todos muy decepcionados, pues tendrías una gran probabilidad de ganar, si te lo propusieras —dijo, y esta vez se le acercó un poco para susurrarle lo siguiente— Ayleen, te pierdes de un montón de cosas que podrías disfrutar solo por miedo a fallar.
Ayleen se quedó mirándolo por unos segundos, procesando lo que le acababa de decir y que probablemente tuviera mucha razón, pero nunca lo admitiría en voz alta, ni siquiera con él, que la había criado básicamente.
—Además —siguió el minotauro—, he oído por ahí que mantienes una extraña relación con el campista nuevo...
—¿Percy Jackson? —preguntó ella, a lo que Quirón asintió— Ah, sí, nos llevamos de maravilla —informó, con una sonrisita traviesa en los labios que hizo reír al minotauro.
—Podría ponerte en su mismo equipo, y así podrías pasar más tiempo con él, si tanto se aprecian.
Ayleen se lo pensó por un momento, pero otra idea se le vino a la cabeza y la hizo sonreír, divertida.
—¿Sabes qué? He decidido que sí quiero jugar, pero con una condición...
—¿Cuál?
—Que me pongas en el equipo contrario al de Jackson.
•°~°•
Ayleen se quitó el casco rojo de un manotazo maldiciendo por lo bajo.
Hacía rato que no veía a nadie y seguía sin encontrar al rubio, aunque estaba segura de que se encontraba por allí, lo había visto desde lo lejos caminando distraídamente entre las ramas.