Claudia fue un amor, me tomó de ambas manos, las colocó alrededor de su cintura. Todo mi cuerpo temblaba y hasta mis dientes castañeaban al estrellarse de los nervios.
- Tranquila, respira --me tomó el rostro con cariño--
Ella misma me enseño como hacerlo, aspirando, manteniéndolo unos segundos el aire y luego dejándolo salir lentamente, así por un par de veces. Levantó sus cejas y me invitó a que la imitara, hasta que por fin me sacó una sonrisa. Retiro el cabello de mi rostro, metiéndolo detrás de mi oreja, pasó sus manos por detrás de mi cuello, me miro con calidez dibujando una sonrisa.
- No pienses en nada, solo déjate llevar
- Tengo miedo
- ¿De qué?
- Que me guste tanto como lo imagino
- Va ser aún mejorSe acercó lentamente, giro un poco su cullo y junto delicadamente sus labios a los míos con un tímido beso que me hizo sentir cosquillas hasta en el vientre. Me miró de nuevo a los ojos, esa amable sonrisa de vuelta me llenaba de tranquilidad. Sus labios se curvaron, se mordió el labio mientras me acarició románticamente la cabeza por detrás y se me escapó una risita nerviosa.
- ¿Estas bien?
- Si, si --tartamudeé--
- ¿Lista?
- ¿Para qué?Cerró los ojos y mientras sentía su respiración tibia en mi boca yo hice lo mismo, tomó mi labio inferior y lo metió entre sus labios, les dio un ligero tirón y sentí que las fuerzas se me iban. La apreté con fuerza de la cintura para no irme a caer. Ella lo tomo como una señal diferente.
Tomo el labio superior, lo chupo con mucho morbo y cuidado, luego su lengua se metió delicadamente abriendo mi boca y al entrar en contacto con la mía fue como abrir la caja de pandora y dejar salir todo ese deseo reprimido.
Nunca en mi maldita vida había disfrutado por tanto tiempo un beso y ella no le importaba continuar infinitamente. Era como si flotara en las nubes, mientras los ángeles tocaban arpas y mis labios probaban el más delicioso manjar de la vida eterna.
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Ella es: Dayanna (+18)
RomanceLlega un punto en el que no puedes mentirte más, ni tampoco ocultar lo que realmente eres, llega un punto en que conoces a un par de mujeres que te ayudar a transitar mucho más fácil ese espinoso momento en el que decides aceptar que te gustan otras...