Parte Uno

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"Son varias las teorías sobre el origen de las hadas, pero todas coinciden en un punto común: la relación de las hadas con la naturaleza y que su nombre extrañamente significa: Destino."

***

Veo sus sombras disimuladas en mi ventana como cada noche desde hace tres días.

Si bien Trollberg nunca es del todo tranquilo, sé que este halo de misticismo no es normal. Está más intenso que nunca.

Sé bien que ellos me observan desde más allá del viento. Desde su gran colina.

También sé que me aman, de una u otra manera me aman, pero eso no disminuye el miedo y esta sensación profundamente incómoda.

No entiendo y no me atrevo a preguntar, no me atrevo. Ni a mamá.

Menos a mamá que apenas si sabe algo...o disimula muy bien.

¿Serán verdad todo eso? ¿Será cierto que somos así?

Es tan extraño, tan oscuro. Tan...enfermo.

Siempre soñé con ser un ser fantástico. Ser más con la naturaleza, ser más con el aire y la montaña.

Pero así... ¿Es así? ¿Así?

Yo así no lo quiero.

***

Tres días antes de que comenzará a escribir este diario, fue cuando Frida me invitó a realizar una actividad divertida en la biblioteca. Solo a ella se le ocurre llamar "actividad divertida" a la tarea escolar.

-Que vas atrasada en tus estudios, Hilda.- Me regañó mientras caminábamos apresuradamente.

Le seguí el juego de los niños aplicados un rato, pero ya que se concentró en los números algebraicos y sus extrañas conversiones, la dejé en su silla y me dediqué a vagar por los pasillos en busca de una lectura que valiera la pena.

Desde hacía días estaba tras un tema en particular y que mejor para buscar que la biblioteca de Trollberg.

Aunque no es como si tuviera otro lugar cercano similar para indagar.

Revise libros de dos secciones diferentes en busca de respuestas, pero, desgraciadamente, mi búsqueda fue completamente infructífera y altamente frustrante. Así decidí recurrir a quien recurren los extraviados en un lugar como ese.

-¿Historias de Hadas? ¿Hablas de cuentos de hadas?

-No, Kaisa, no de esos cuentos de los hermanos Grimm, de esos ya vi que hay montones. Deseo algo de Historia, no de historias.

-Historia...de Hadas...

-Sep, usos, costumbres, ¡orígenes!

Kaisa se me quedó mirando, luego sonrió. Sentí un leve escalofrío nacido de la sensación de tener un secreto bien oculto y que alguien más lo sepa.

Nadie en el pueblo, excepto papá, mamá, Frida y David, saben que soy parte hada.

¿Por qué no se ha hecho público? Pues, realmente porque no hay necesidad de divulgarlo y dos, no es como si los demás chicos me fueran a creer. Recién me había enterado de que Frida y David creían que me pintaba el cabello con todo y que les había jurado que era natural.

"La verdad es que pensamos que era tierno que intentaras convencernos de que tu cabello era natural" Había dicho la infame Frida entre risas nerviosas.

"Si, no queríamos romper tu ilusión" Dijo el menso de David.

Si ellos, mis mejores amigos, no me habían creído, de los demás esperaría algo así:

Diario de un HadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora