Casi la verdad

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Dato de las brujas.

Marie: la soldado, cabello corto mitad carmín, mitad blanco, usa un fuete como varita, protectora, guerrera e impulsiva.

Melinda Abigail: Cabello largo, rojo con blanco y ojos con mucho delineador. La mas emotiva.

Minerva: El cerebro, pequeña y peinado de chongo casi en su totalidad oscuro con líneas blancas con un ave. La mas ecuánime.

Kaisa: Floja aprendiz y amiga de los protas.

*****

Cuando la entrevista con Anders acabó, ya eran aproximadamente las 4 con 30 de la mañana.

Luego, en su reunión para armar las piezas, las brujas se habían llevado otras dos horas entre el café, el té y algunas galletitas de limón.

Las tres brujas no perdían el apetito a pesar de haber concluido más de un horror, producto de ese suceso extraordinario denominado, Hilda. Una vieja y herética búsqueda de echar atrás un mandato divino. Algo prohibido por Dios con el cabello azul agua.

-¿Por qué tanto insistir en volver al mundo humano? - Cuestionó Kaisa. -Su mundo no es como que feo, y si bien ya me dijeron que es pequeño y aburrido a la larga, bueno, supongo que pueden ser felices. Además, siempre tienen la opción de venir al nuestro por algún tiempo limitado o quedarse, si lo desean, en forma humana. Así como que muy maldecidos no están.-

Minerva tomó su café capuchino doble aderezado con aceite de avellana quedándole un simpático bigote espumoso de color arena. Se acomodó los lentes redondos.

-Es más complicado de lo que parece. -Minerva se recostó en el sillón perdiendo compostura y soltó un suspiro. Todas estaban agotadas. - Digamos que las hadas se tomaron ese castigo más como algo de cuestión de orgullo. Creen no merecerlo, que otras criaturas hacen cosas peores, pero, pues, mira, nosotras las brujas y otros seres igual tenemos nuestras cosas moralmente "dudosas" pero hay límites, hay controles, la misma naturaleza los indica. Ellos se fueron a otros niveles y afectaron de manera no natural el desarrollo de los humanos.

-¿A qué se refiere, señora Minerva?-

-¿Ya vuelvo a ser "Señora"? Hace unas horas éramos las "malditas brujas", Kaisa.

Marie y Abigal rieron mientras bebían de sus tazas de porcelana brillante.

Kaisa se ruborizó apenada. -Yo...lo siento. No conocía sus intenciones y defendía a mis amigos.

-Es entendible, querida, pero mejor continuemos. -Minerva se aclaró la garganta.- Las hadas, Kaisa, vienen siendo una derivación de los ángeles; aunque definitivamente ya no los son. Fueron un resto de ángeles que se quedaron atrapados en la tierra en la primigenia batalla entre el cielo y la tierra cuando esta terminó a favor de Dios. El problema fue que en ese puñado de seres quedaron partidarios de ambos bandos y fue imposible saber quién estuvo de cada lado. Dios pudo mandar a todos los que quedaron directamente al infierno, pero en su infinita misericordia, los volvió una raza propia: acorde a la naturaleza, seres del viento, del bosque y traviesos.

-Es decir que entre las hadas iniciales había algunas que debieron, por sus actos de traición, ser arrojadas al infierno, ¿cierto?

-Así es Kaisa.

-Básicamente, demonios.

-Nuevamente, así es, Kaisa, y con eso derivamos que ambas afirmaciones que vienen en el libro que le prestaste a Hilda son ciertas. Algunas hadas vienen de ángeles primigenios, y otras de demonios primigenios.

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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