A contraluz

Capítulo 01

Se perdió en sus ojos. En ese mismo momento se dio cuenta del cliché, pero no conseguía despegar su mirada.

—¿Puedo o no puedo ayudarte? —volvió a preguntar la mujer del otro lado del escritorio.

—Sí –dijo por fin, sacudiendo la cabeza para aclararla—. Estoy buscando a Tatiana Ruiz. Me dijeron que hoy trabaja turno tarde en esta biblioteca. 

La chica entrecerró los ojos. No confiaba en él

— Soy Oliver, su hermano —aclaró.
Ella asintió despacio.

—Enseguida vuelvo. —Respondió y desapareció entre las estanterías cargadas de libros.

Unos minutos después apareció Tatiana por un pasillo.

—¡Hermanito! —gritó al verlo y corrió hasta él. Oliver era realmente alto, pero Tati le sacaba media cabeza. 

Se abrazaron con fuerza. 

—No sabía que pensabas volver para estas fechas, pero me encantó la sorpresa.

Sonreía con toda la cara, como había hecho toda la vida.

—¿Sorpresa? —preguntó él—¿No me delató tu colega?

—¿Quién, Jose? —Tatiana se rio bajito—. Se ganó el nobel a mejor actriz de reparto. Me vino a buscar con cara de susto para que la salve de un tipo raro que la estaba incomodando. Pero en cuanto te ví, supe que era una mentira blanca. 

Oliver intentó reír pero se sintió culpable por cómo había estudiado sin disimulo la cara de la chica, de "Jose" había dicho su hermana. Hizo una nota mental para disculparse.
Conversaron un rato, pero como Tatiana tenía que volver a trabajar y de todas formas Oliver estaba cansado por el vuelo, decidieron separarse hasta la noche que cenarían juntos.

—¿Dónde te estás quedando? —quiso saber Tati.

—Todavía no conseguí lugar en ningún hotel.

—Olvidate. Te quedás con nosotras. 

Antes que él abriera la boca ella se adelantó 

—Callate. Es mi mejor amiga. Sabe lo mucho que extrañé a mi hermano. No va a tener problema. Su turno termina ahora, seguro te lleva al departamento. Vivimos a unos quince minutos de acá.

Oliver aceptó y vio a Jose aparecer con un morral de cuero y una campera negra, lista para irse.

—Ahora sí, oficialmente —dijo Tati —Josefina, él es mi hermano Oli.

—Buenas tardes — dijo ella con voz de biblioteca.

—Hola —dijo él asegurándose que, esta vez, sacaba sus ojos de ella a tiempo.