labios rotos

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Sungsun

Sunghoon veía atentamente a su compañero de clase sentado al frente, estaba tan apagado, parecía que alguien tomara a sunoo y le quitara la luz a su alma, al parecer de aquel lindo chico que alegraba a cualquiera con tan solo una sonrisa no quedaba mucho.

La clase pasaba lentamente, el profesor explicaba algunas cosas sobre política pero nadie parecía estar interesado en eso, por supuesto que Sunghoon tampoco lo estaba, él solo quería saber que le había sucedido a aquel chico que lo animaba con tan solo una mirada.

Si Sunoo fuera novio de Sunghoon el lo cuidaría con todo su ser y lo haría sentir el ser más especial del mundo, porque de hecho para Sunghoon lo era, ese chico tenía algo especial dentro de si, su personalidad era maravillosa y algo de el irradiaba calidez y amabilidad, Sunoo era una persona muy magnética y verlo en ese estado le dolía profundamente, ¿cómo alguien sería capaz de dañar un ser tan lindo como Sunoo? Sunghoon lo descubriría.

Al terminar la clase y salir del salón Sunoo se dirigió directamente al baño, daba pasos rápidos y su respiración era acelerada, se sentía muy mal, Sunghoon lo seguía un poco de lejos intentado que el más bajo no notara su presencia.

—¿estás bien?— le preguntó Sunghoon tras unos segundos de haber entrado al baño, Sunoo estaba llorando y claro que no lo iba a dejar así como así.

—si, no se preocupe— Sunoo miró apenas a Sunghoon y siguió en lo suyo.

El más alto se acercó lentamente a Sunoo y puso su mano en uno de sus hombros, eso lo hizo temblar, Sunoo lo miró más detenidamente y sus lágrimas salieron más fuertemente.

—tranquilo, llora más si quieres, aquí estoy Sunoo— el mayor intentó consolar al chico de sus sueños pero era difícil al no ser cercanos, aún así el lo intentaría.

—¿usted cree que soy intenso?— pregunto con voz temblorosa.

—no, eres muy expresivo y alegre, esas son cualidades muy buenas y eso te hace ser muy especial— el menor alzó la cabeza y abrazó suavemente a Sunghoon, el corazón le dolía, se sentía tan pequeño y solo.

—no se vaya por favor, no me quiero quedar solo— dijo mientras Sunghoon pensaba que hacer.

No podían saltarse la clase, eso los metería en problemas, pero por primera vez el menor estaba siendo tan cercano a el.

—debemos ir a clase, luego podemos estar más tiempo juntos Sunoo— el menos entendió lo que quería decir el mayor y asintió.

Las cuatro horas restantes de clase pasaron volando y cuando menos notó Sunghoon el menor estaba en sus brazos buscando consuelo.

—yo estoy para ti Sunoo, te voy a cuidar y te voy a ayudar a sanar— esas palabras casi que hacen llorar al menor y esa calidez que antes brotaba de el comenzó a salir levemente.

—gracias hyung.

Ambos chicos se quedaron así un rato largo, disfrutando la compañía mutua y conociéndose más, eso era lo único que necesitaban en esos momentos, abrir su corazón al otro y dejar que las cosas siguieran como estaban destinadas a suceder.

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⏰ Última actualización: Feb 29 ⏰

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