eternal love's guidance.

"Atardecer"

Como un día cualquiera, Victoria se levanta para desayunar. Antes de levantarse, ve a su lado, Chris descansa como un bebé, con su boca apenas abierta, sus pequeños ronquidos tan tiernos al igual que sus pequeños espasmos de todo hombre al dormir. Deposita un beso en su frente y una caricia a su cabeza, para así levantarse. Abre las cortinas, y la fuerte luz del precioso sol, ilumina toda la habitación. Se dirige al baño, se lava la cara y aprovecha para ducharse. Al salir, se cambia y va a la cocina, para preparar el desayuno. Un café y unas tostadas es lo que prepara. Antes de sentarse, abre las cortinas de la cocina, y vuelve a ver a Chris, éste, sigue durmiendo. Suelta una pequeña risita, y vuelve a depositar otro beso, pero esta vez en su mejilla. Cuando se voltea para volver a la cocina, un brazo la tira a la cama, y dos brazos rodean todo su cuerpo, Chris se había despierto.

- ¿Por qué no me despertaste? -con su voz ronca por recién despertarse, hace que los vellos de su piel se ericen.

- Es que te veías como un bebé durmiendo, y no quería interrumpir tu cómodo dormir -suelta una pequeña risa, dándose vuelta para quedar frente a frente.

Chris sonríe, y deposita un beso en sus labios.

- Qué bonita estás.

Como si fueran dos adolecentes en su primera cita, las mejillas de Victoria se tornan de un color rosado fuerte. A pesar de llevar casi 7 años juntos, ella se pone nerviosa con los cumplidos de su novio.

- Tú igual, príncipe durmiente. Preparé algo para desayunar, ¿quieres acompañarme?

- Por supuesto, deja que me lave la cara y voy -le da un beso, y se levanta hacia el baño.

Victoria se desmaya de la risa, al ver que Chris durmió en calzoncillos, cuya ropa interior fue un regalo de Victoria para el cumpleaños de Chris, los cuáles tienen la cara de ella. Dato no menor, son los calzoncillos favoritos de Chris.

- ¿Qué? -se mira, y ve su ropa interior.- Son mis favoritos, déjame -se ríe, y se va al baño.

La mañana, donde pueden descansar, se pasó rápido, era hora de que cada uno fuera a trabajar. Victoria debía ir a una sesión de fotos, una pareja quería hacer un libro de fotos de su primer bebé. Chris tenía que ir al restaurante. Ambos se preparan para irse, y se van juntos, como de costumbre. Victoria deja a Chris en el restaurante, y ella luego se va al lugar acordado para la sesión.

- ¿Quieres que esta noche prepare algo especial? Lo que tú desees, my lady.

- Uh, qué propuesta, mi chef. Sorprendeme, amor, cualquier cosa está bien para mí. Llevo el postre -guiñó el ojo.

Chris suelta una risita- Está bien, te veo más tarde, hoy saldré temprano, te avisaré en todo caso.

- Está bien amor, te amo.

- Te amo.

Se despiden con un beso, y Chris ve a Victoria irse en el auto. Entra al restaurante, saluda a los presentes y se pone su ropa para trabajar.

- ¡Hola, Chris! ¿Cómo has estado? -su compañero lo saluda, dando palmadas en su espalda.

- Hola Taeyang, bien, ¿y tú? ¿cómo está Jihyo?

- Algo estresada, sólo falta un mes para que el bebé nazca, y sus emociones están alborotadas, pero está bien, por suerte -ambos ríen.

- No puedo imaginar lo feo que debe ser, pobre Jihyo.

- Si, es feo, pero vale la pena. No veo la hora de que ese bebé llegue a nuestras vidas.

Chris sonríe, y se queda mirando a su amigo. Se quedó pensando en la idea de que tener un bebé es algo tan lindo, pero que sabe que, tal vez, ambos no estén preparados para tal cosa. No sería mala idea, pero cree que aún no es momento, pero que si llega a pasar, estaría más emocionado que un niño que recibe un regalo. Trata de dejar de pensar en aquello, ya que debe trabajar, pero en su cabeza se quedó la imagen de un mini Chris correteando por la casa, o una mini Victoria peinandolo y utilizándolo como modelo para hacer sus maquillajes. Se imagina a ellos dos mirando a sus hijos jugar, mientras preparan la cena, con la ayuda de otro bebé en la panza de Victoria. No para de pensar en eso, hasta que una voz lo saca de sus pensamientos. Se quedó estático pensando en todo eso.