capitulo 6

1.3K 149 14
                                    

-¿Spreen?-Preguntó confundida la madre mientras se sentaba en un sofá.- ¿El realmente te invocó?

-Si... Pero no es como crees, me invocó por error. -El demonio hizo una mueca mientras suspiraba - Me está dejando vivir con él pero no me recuerda en lo absoluto y no entiendo el por qué, es decir, usted me recuerda, la señora me recordaba pero Spreen... Él parece haberse olvidado de mí.

-Cariño... -La suspiró y se acercó para agarrar las manos del menor. - Cuando sucedió lo de tu muerte él entró en un estado de negación, luego de eso lloró mucho y finalmente decidió que iba a olvidarte por completo, cada que le preguntábamos como se sentía con respecto a ti él preguntaba quién eras. Su hermana y yo intentamos que dejara esa actitud de lado pero al fingir tanto que tú nunca Exististe ,realmente se olvidó de ti.

Roier se quedó en silencio mientras suspiraba y miró a la Mujer con una mueca.

-Muchas gracias por decirme . - Roier se acercó a la mayor y la abrazó con algo de fuerza, esa mujer había sido como su segunda madre.- Entonces volveré a casa ahora, aunque tengo una pregunta más...

-¿Qué otra Pregunta pequeño?- Ella llevó su mano libre al cabello del menor, acariciando este con ternura.-

-Mamá... ¿Ella sigue viva? -Murmuró el menor abrazándose más a la madre de Spreen

-Ella... Ella aún está viva, está en un hospital psiquiátrico. La señora suspiró.-  Luego de tu muerte ella se culpó a sí misma, intentó suicidarse varias veces y tú padre finalmente decidió internarla en un hospital psiquiátrico pues luego empezó a imaginar que tú estabas allí, por si quieres saber, está en el hospital principal.

-Ya veo, de verdad gracias, muchas gracias señora Luz. - Roier se levantó de su lugar, dedicándole una sonrisa a la señora en frente suyo.- Vendré otro día a visitar a Vicky, también la extraño.

-Está bien mi pequeño, élla también te extraña. -  abrazó al chico para luego dejarlo salir por la puerta trasera que daba hacia el patio.-

Roier quitó nuevamente su camiseta y, luego de dejar salir sus propias alas, emprendió vuelo con una mueca en su rostro y sus ojos demostrando únicamente tristeza, en parte odiando a su propia madre y en parte odiando a Spreen por esa mentalidad tan estúpida al querer olvidarle. Se mantuvo en los cielos durante unos minutos intentando reconocer el edificio de Spreen y al reconocer cuál era aterrizó en la azotea, colocándose la camisa mientras sus alas volvían a esconderse dejando esas marcas ahora de color rojo. Bajó las escaleras lentamente hasta llegar justo frente a la puerta del apartamento de Spreen y tocó el timbre. La puerta fue inmediatamente abierta y la gatita junto a Spreen se abalanzaron hacia él, claramente agarró primero a la gatita  quien estaba llorando

-¡¿Donde estabas?! Fui a ver si todo iba bien y cuando me di cuenta no estabas. - Spreenle reclamó Mientras le agarraba la oreja, tirando de esta.- ¡Es mi casa y yo decido si sales o no pelotudo!

-¡ya ya! ¡No duele pero es incómodo! - dijo Roier mientras intentaba soltarse del agarre del mayor. ¡Micha ayúdame!

Cómo buen gato obedeciendo las órdenes de la persona que no era su dueño, se acercó a Spreen y empezó a morderle el pantalón, intentando que se alejara del morocho.

-¡Pero Micha! - Spreen se separó finalmente del demonio y miró a su gata quien seguía mordiéndole el pantalón. - ¡No me haces caso a mí pero viene Roier y ya te tiene a sus pies! Sos traicionera.

Spreen se quejó  y se tiraba en el sofá de forma dramática y fingiendo llorar. Roier  blanqueó los ojos y agarró a la gata para luego caminar hacia la cocina.

-Prepararé la cena y tu desayuno de mañana. -Murmuró mientras dejaba a Micha en el piso y empezaba a preparar la cena.-

...

-IROIER! -Gritó Spreen mientras entraba a la habitación del morocho, era el comienzo de un nuevo día. ¡Despierta es hora de ir a trabajar! -Se tiró encima del demonio, quien por el susto le dió un golpe en la cabeza, haciendo que Spreen se desmayara falsamente.-

-No me despiertes asi pendejo. -Murmuró Roier mientras miraba la parte roja en la frente de Spreen.- ¿Qué hora es? Tengo que estar a las nueve a.m en el trabajo.

-Son las 7:30 a.m. -Respondió Spreen mientras seguia tirado en la cama.

Espera un momento, ¡Yo entro en media hora y aún ni me bañé!
- Así como había llegado Spreen salió de la habitación para ir corriendo al baño. Roier rió y se levantó para caminar hacia el armario, sacó un jean ajustado negro, una camiseta color celeste y unas zapatillas converse color negro. Se vistió con rapidez y se puso por último un suéter color verde pastel.

Salió de la habitación con una sonrisa y miró a Spreen quien estaba tomando su desayuno mientras se acomodaba su traje. No pudo evitar reir ante la imagen.

-Debes despertarte más temprano boludo. -Murmuró mientras se sentaba en la mesa.

- Deberías ir yendo, yo puedo ir caminando al trabajo es a quince minutos.

-¿Caminando? ¡Te pueden robar! -Respondió Spreen mientras fruncía el ceño, pensando bien sus palabras segundos después. Aunque pensándolo bien, me acabas de dar un golpe increíble.

Ambos rieron y, minutos después, Spreen finalmente salió de su hogar rumbo a su trabajo, claramente antes le dió una cantidad de reglas a la hora de salir y a la hora de volver, eso junto a un spray para que se defendiera en todo caso de que le quisieran hacer algo malo. claramente Spreen sabía que Roier no necesitaria eso pero era mejor prevenir que lamentar.

𝑺𝑬𝑿.𝑫𝑬𝑴𝑶𝑵 -// 𝑺𝒑𝒓𝒐𝒊𝒆𝒓 /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora