capitulo 14

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Dato: Roier tiene un corazón, que late la poca sangre que tenia empezó a correr por sus venas, lo que hizo que necesitará más sangre por lo que se realizó una tranfución de sangre, ahora si se corta, lastima, etc, ya sangra.

...

-¡Está pateando otra vez! -Murmuró emocionado Spreen mientras pegaba su mano al hermoso vientre de nueve meses de su novio.- Nuestro principe es muy energético, verdad? Aunque eso hace que mi lindo novio no tenga energías.

Desde la última vez cinco meses habian pasado, habían descubierto que su bebé sería un hermoso y fuerte niño, Roier estaba en lo último de su embarazo y eso le quitaba sus energías. Spreen había empezado a preparar una hermosa sorpresa y a pesar de que sentía que era muy apresurado, nada le detendría. Nada ni nadie podría evitar que le propusiera matrimonio a Roier.

-Bueno bebé, ve a dormir que con tu Papi debemos discutir unas cuantas cositas, anda principe . -Bajando hasta el vientre del pálido, Spreen empezó a cantar una suave canción de cuna, era una rutina diaria para que Anton se durmiera, cosa que logró luego de unos cuantos minutos.-

-¿Y qué cosas debemos discutir? -Preguntó curioso Roier mientras acariciaba los cabellos del pelinegro, quien sonreía tal cual un niño pequeño.-

-El que mañana tendremos una cita y no acepto un no como respuesta, vendré a buscarte luego del trabajo, te vestirás bonito y saldremos a cenar, quiero darte una sorpresa. -Murmuró emocionado Spreen mientras se dejaba mimar por el menor.-

-¿Una sorpresa? Me gustaría saber. - Roier sonrió mientras se acomodaba en la cama, dispuesto a dormir para recuperar las energías que su principe le quitaba.- Anda abrázame por la espalda, es la única manera de dormir juntos.

Spreen rió y se abrazó a su novio, dejando algunos besitos en su espalda y nuca mientras le susurraba algunas palabras de cariño, logrando que Roier se durmiera tan solo unos segundos después. Spreen sonrió como bobo, realmente amaba a Roier.

...

Si algo que odiaba Roier era despertarse a la madrugada, pero despertarse a la madrugada con un dolor inimaginable en su vientre era mucho peor. Frunciendo su ceño se sentó en la cama, sintiendo otra contracción.

-¿En serio quieres salir ahora bebé? ¿No puedes esperarte hasta por lo menos las doce del medio dia así puedo dormir bien? -Otra contracción más fuerte le dejó en claro que Anton no estaba de humor para bromas, girándose hacia Spreen empezó a sacudirle, intentando despertario.- Spreen despierta, Anton quiere salir ahora ya.

-Que Micha no come pan. -Murmuró Spreen dándose la vuelta, Roier se preparó para gritar justo al mismo tiempo que otra contracción llegaba.-

-¡Spreen Doblas despierta ahora mismo! -Gritó lo más fuerte que pudo, sintiendo el dolor de la nueva contracción. El pelinegro reaccionó de inmediato, sentándose en la cama.- Anton saldra!

-¿Qué?-Rápidamente Spreen se levantó de la cama, corriendo hacia el armario para poder sacar un pequeño bolso donde tenian todo preparado para el nacimiento de su hijo, luego de eso solamente se cambió de ropa y salió corriendo de la habitación.-

Roier suspiró, mientras odiaba tener un novio tan pendejo, contó hasta tres en su cabeza, terminando de contar Spreen volvió corriendo a la habitación para ayudarle a ponerse calzado y caminar.

Quince minutos fue lo que tardaron en llegar al famoso hospital, quince minutos de gritos de dolor por parte de Roier y gritos por parte de Spreen pues le daba miedo que algo le pasara a su novio. Al llegar simplemente corrieron a urgencias, siendo Roier rápidamente llevado a una sala apartada. Lo más probable era que le realizaran una cesárea en ese momento.

Spreen miró como se llevaban a su novio y suspiró, sacando su celular de su bolsillo marcó el número de su madre, siendo contestado a los segundos.

-Soy tu madre y te dije que me hablaras para todo lo que necesitarás pero, ¿Para qué me llamas a las cuatro de la madrugada, cielo?-Murmuró su progenitora al otro lado de la línea, Spreen suspiró nervioso.-

-¿Recuerdas que te hablé de mi novio y que ibas a ser abuela? -Murmuró, recibiendo un "el chiquillo que nunca me presentaste, si." de su madre.- Pues creo que Anton nacerá esta noche.

-¿Ahora? ¿Ahora ya de verdad? - Su madre preguntó del otro lado de la linea, Spreen emitió un sonidito afirmativo.- Con tu padre iremos allá cuanto antes, queremos conocer al chico que logró robarse el corazón de nuestro hijo luego de tantos años.

Y sin decir más la madre de Spreen cortó, dejándolo bastante nervioso pues tenia miedo de que a su madre no le agradara Roier. Pobre Spreen, si tan solo supiera que su madre ya amaba a Roier.

-¿Señor Doblas? -Un chico, que parecia de su edad, se le acercó.

- Spreen asintió.- El paciente Roier dijo que usted quería estar en el nacimiento de su bebé, ¿Es cierto? Necesito que me siga para poder prepararlo a usted también.

Spreen frunció su ceño y luego de murmurar un bajo "está bien" siguió al chico hacia una pequeña sala que tenía distintos trajes a la hora de entrar al quirófano, agarrando todo lo necesario el doctor se retiró de la habitación para poder dejar a Spreen colocarse todo, claramente le tomó mucho tiempo pues realmente estaba temblando. Cuando finalmente salió el doctor estaba esperándolo alli.

-Tardas demasiado, ya deben haber comenzado con la cesárea. -Murmuró empezando a caminar mientras le entregaba unos guantes de latex al pelinegro.-

¿Ya? ¿Mi hijo de verdad nacerá?-Murmuró Spreen viendo los guantes de látex, intentando ponerse uno con nerviosismo.-

-Si, ese niño estaba realmente emocionada por salir, a la hora de hacerle la ecografía podiamos ver como lentamente se movia hacia abajo, le programaron una cesárea de urgencias a tu pareja.

Los nervios de Spreen aumentaron, ¿Su novio estaria bien verdad? Sabe que no puede morir porque técnicamente ya está muerto pero aún así los malos pensamientos no dejan de llenar su cerebro, de pronto teniendo por la vida de su hijo, aunque sepa la bebé está en perfecto estado.

A la hora de salir de sus pensamientos ya se encontraba en el quirófano. Camino hasta al lado de la camilla, del lado de la cabeza de su novio claramente, y se sentó en el pequeño banco que había alli.

-Hola Cielo. -Susurró con una sonrisa, agarrando la mano de Roier.- ¿Anton te hizo sufrir mucho?

-Como no te imaginas, esto de sentir dolor ya no es lindo. -Se quejó el menor mientras hacia un pequeño gesto. - Creo que nuestra cita de hoy no podrá ser.

-Así es, no podrá ser porque nuestro pequeño llego a nuestra vida. - Spreen rió y bajó un poco para dejar un beso en la frente de Roier.-

-Wow, esta bebé se ve realmente saludable. -Murmuró el doctor con una sonrisa, pronto el pequeño llanto de una bebé llegó a los oídos de la pareja.- ¿Quiere cortar el cordón umbilical? -Preguntó el hombre y Spreen tragando duro asintió.-

Aún algo tembloroso se alejó de su novio quien parecía querer llorar de la emoción y, agarrando las tijeras quirúrgicas, cortó justo donde se le indicaba, aprovechó para mirar a su pequeña bebé, que en ese momento estaba con sangre, y no pudo evitar sonreír, ¡Era padre!

...

-¿Cómo se encuentra mi pareja? -Murmuró Spreen a penas Roier abrió sus ojos. Roi inspeccionó con su mirada toda la sala y frunció su ceño al ver, tanto a la madre como el padre de Spreen allí parados, cargando a lo que parecía ser su dormido bebé.- Oh Roi, olvidé presentarte a mis padres.

-Es un gusto conocerlos. -Murmuró mordiendo sus labios con nerviosismo, ambos adultos rieron suavemente, era una risa que carecía de felicidad.- ¿Es
El? Es mi anton?

-Así es. - La madre se le acercó y dejó al pequeño bebé en sus brazos, antes de separarse subió a su oido y susurró algo.- Felicidades Roier, después de ocho
años finalmente puedes tener al bebé que en ese tiempo no se pudo.

Roier sonrió nostálgico y acarició las mejillas del pequeño bebé, esa bebé era la prueba de que él había recuperado su vida como si fuera un humano, que
había logrado cosas de las que pensaba antes de su muerte. Aunque lo más importante y en lo que más pensaba ya lo había hecho, por fin le habia dicho

"Te amo" una vez más a Spreen

𝑺𝑬𝑿.𝑫𝑬𝑴𝑶𝑵 -// 𝑺𝒑𝒓𝒐𝒊𝒆𝒓 /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora