𝑺𝑬𝑿.𝑫𝑬𝑴𝑶𝑵 -// 𝑺𝒑𝒓𝒐𝒊𝒆𝒓 /

la boda (extra)

Roier suspira nervioso mientras la maquilladora se mantiene haciendo su trabajo. Faltaba tan solo una semana para el día de su boda y él recién estaba probando algún tipo de maquillaje, porque debia admitir que amaba como quedaba cuando su rostro estaba maquillado de manera bonita.

Y listo, es un maquillaje natural y suave, no oculta nada y tampoco es muy pesado, tal y como su ¿padre? me lo dijo.

-¡Quiero ver! - Quackity se acerca emocionado hasta donde su mejor amigo se encuentra, sonriendo al ver el bonito maquillaje que había en su rostro.- Te queda hermoso! Definitivamente es este.

-ni siquiera has dejado que se vea al espejo, déjalo al pobrecito. - Cellbit , que actualmente estaba viviendo junto a Luzu y Quackity, se acerca al menor de los tres.- Aunque tienes razón, este es el elegido.

-¡Ya dejen que me vea en el espejo! Yo decido si es el elegido o no. - El menor bufa sacándole una risita a la maquillista. Finalmente se mira en el espejo que tenia en frente y una sonrisa aparece en su rostro, efectivamente ese maquillaje era el elegido, no era muy exagerado ni muy básico, era natural y combinaba perfectamente con el traje de bodas que ya habla escogido hace unas dos semanas. - Bien, este me gusta mucho.

La maquillista asiente con una sonrisa en su rostro y saca fotos al rostro del peliblanco, enfocando solamente la parte del maquillaje para tener como referencia cuando sea el momento de la boda.

Finalmente luego de dar el primer pago salen de la casa donde vivia la chica y empiezan a caminar hacia donde ahora, pues se habían mudado, vivían Luzu y Quackity.

-Tengo miedo de llegar a casa y que algo se esté incendiando, desde que Matilda empezó a gatear es un desastre andante y es la primera vez que la dejo sola con Luzu, eso más con Anton, espero que Spreen sepa cuidarlo bien. - Quackity suspira mientras que Cellbit solo se rie y Roier entiende a su amigo, cuidar bebés es difícil.

-Tal vez no sea tan malo como padre, algo debe de haber mejorado, lo mismo quiero creer de Spreen. -Roier se encoge de hombros parándose frente a su padre, empezando así a caminar de espaldas.- ¿Le invitaras tú o tengo que enviarle una invitación yo?

Roier pregunta con su ceño fruncido hacia Cellbit, el mayor entiende a lo que se refiere y no sabe qué responder, ¿No sería muy malo invitar a alguien a una boda cuando aún están en la etapa de conocerse?

-No lo sé mocoso, es decir, aún estamos en la etapa de conocernos ¿sabes? No quiero que se sienta en la obligación de responder que si y eso. -Un pequeño sonrojo aparece en las mejillas de Cellbit cuando responde, el pensar en esa persona siempre causa eso en él.

-¡Conocerse una mierda! - Exclama esta vez Quackity haciendo un pequeño ceño. - Están en la etapa de conocerse desde que yo cumpli el quinto mes de embarazo ¡Y Matilda ya tiene nueve meses! Ya casi pasó un año ¡Hasta ví como se besaban en San Valentin! EL pequeño Anton ya hasta le dice abuela de tanto que la ve.

El mayor de los tres solo decide a pegarle un golpe en la cabeza a Quackity mientras que Roier no puede dejar de reir.

-Jamás creí ver al famoso Cellbir sonrojado y todo enamorado del demonio de la Gula y que este le correspondiera sus sentimientos.- Roier sonrie, pasando su brazo por los hombros del mayor.- Ya invitala, tal vez tienes la suerte de que antes de tirar el ramo accidentalmente yo mire para atrás así veo donde está ubicada y la tiro justo para esa parte.

-¡Que ni sueñe agarrar ese ramo! Será mío, Luzu ni siquiera quiere tocar el tema. Quackity hace un pequeño berrinche mientras suben las pequeñas
escaleras necesarias para entrar al hogar del de regordetas mejillas.

A penas abren la puerta pueden ver la mesita de estar del living toda pintada, un bebé de tres años corriendo totalmente desnudo por la sala de estar y otra bebé de nueve meses gateando únicamente en pañales.