Amor criminal| ¬Spreenkity

07

El equipo forense llegó y se encargo de extraer el cuerpo de la asquerosa escena, en todo ese momento Quackity estuvo supervisando todo los movimientos y acciones de sus compañeros de trabajo. En todo ese momento sintió que su estómago se revolvió mas de una vez.

Y no era un exagerado, claro que no.

Ver el cadáver de un Omega tan joven que apenas iba a en secundaria o no, le partía el corazón. Y mucho mas cuando tuvo que observar la parte expuesta  de ese joven.

Marcas de cigarrillos, morenotes, heridas infectadas y señales de abuso. Además de la "firma" de aquellos que hicieron algo tan grotesco: T.H.D.

No pudo soportar demasiado ahí, tuvo que alejarse aunque sea un poco para respirar con más calma.

¿Qué tanto tuvo que haber sufrido ese pobre chiquillo? Y todo por ser un Omega.

Paso sus manos por su rostro pálido y suspiro frustrado, sintiendo que no había logrado nada para detener a esos infelices. Miro una última vez y con repulsión se acerco a su auto, dispuesto a irse.

-¿Se puede saber donde vas? Tenemos cosas que hacer aqui, ¿Recuerdas?- Spreen recargo su brazo en el auto del Omega.

-Si.. lo se, no me siento muy bien en realidad- Spreen alzo una ceja, dejo caer su cigarrillo y lo piso tratando de reprimir su pequeña irritación.

-¿Te sientes mal? No me jodas.. Ya que, conozco una cafetería por aqui cerca- Como perro por su casa, abrió la puerta del auto y entró, Quackity lo miro incrédulo. ¿Este tipo era real? Pensó con el ceño fruncido. 
Quackity condujo en silencio, su mente aun estaba rodeada de esa escena y las múltiples dudas que su estúpido cerebro le creaba. 

-Gira a la derecha- Escuchó la molesta voz de ese Alfa, apretó con poco autocontrol la palanca de cambios, pensó mejor en relajarse y no tirar en medio camino a Spreen, él no necesitaba la compañía de un Alfa, claro que no, y para su suerte tenía a uno invadiendo su auto.

Finalmente llegaron, estaciono su auto y ambos bajaron. Entraron y tomaron asiento, una chica se les acerco, Quackity noto que esta era Omega, y por supuesto le hacia ojitos a Spreen.

-Buenos días caballeros. ¿En que les puedo ayudar?- Dijo con una voz melosa y esparciendo levemente su arma, claramente para ese Alfa. 

-¿Me puedes traer un lungo y tal vez una dona simple, muñeca?- Spreen se inclinó un poco a la camarera, mirándola con esos ojos penetrantes.

-Amn.. Y a mi me podrias traer un- Sus palabras quedaron al aire ya que la camarera salio corriendo a hacer la orden. 

-En fin. ¿Ese chico arañita, tu amiguito ya te envío algo sobre el Omega ese?- De la nada Spreen pregunto, Quackity saco su celular y le dio una ojeada, miro al Alfa y negó.

-No, deben estar revisando y sacando muestras del cuerpo- Murmuro pensativo.

-Dudo que hayan muestras..- Susurro el Alfa, Quackity rodó los ojos.

-No digas eso.. Es mejor que las haya, asi podremos atrapar a esos pendejos que asesinan a personas inocentes- Spreen bufó y se encogió de hombros. -Solo es una suposición, no te alteres patito- Quackity fruncio el ceño, ignorando lo último.

-Y bueno.. Tengo algunas dudas sobre ti, Spreen- La atención del Alfa recayó en las suaves y serias palabras de Quackity. Sonrio.

-¿Dudas? Wow, ¿Supongo debería sentirme un poco alagado?- Burlón se inclino sobre la mesa.

-No me jodas, no creas que estoy interesado en ti, para nada..- Froto su entre cejo tratando de calmarse internamente.

-¿Entonces?-

Quackity suspiro y miro seriamente a Spreen. -Tu expediente, tienes muy poca información sobre ti en el-

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