El Rebelde y el Elegido

Epílogo

Tonks sonrió para sí misma mientras caminaba por el camino hacia su casa en las afueras de Godric's Hollow. Disfrutaba de estas raras misiones que le asignaban. En su opinión, el único aspecto bueno del día en que todos sus hijos asistían a Hogwarts era que, según su acuerdo con Harry, ella volvería a ser una Auror en lugar de una especie de contratista, que era algo que deseaba mucho. Pero nada comparado con la sensación de volver a casa con su familia. Los había extrañado terriblemente durante los últimos cuatro días y estaba segura de que sentían la falta de su presencia, a pesar de que Harry era un padre excepcional.

Abrió la puerta principal, deseando darse una larga ducha y dormir en su propia cama, cosas que pretendía disfrutar con su marido. Y por la mañana podría sorprender a los niños. Lástima que no estarían despiertos ahora, pero ya era demasiado tarde para levantarse de la cama.

Por eso se sorprendió tanto al escuchar los gritos agudos de "¡Mamá!" antes de que la golpearan dos pequeños cuerpos cálidos.

"¡Jamie! ¡Teddy!" Exclamó Tonks, arrodillándose y abrazando a sus hijos.

"¡Mamá, te extrañamos mucho!" gritó Jamie, riendo y saltando.

Teddy asintió solemnemente y la abrazó nuevamente. "Por favor, no te vuelvas a ir nunca más, mamá".

"Cuando obtuve tu Patronus, decidí que no les haría daño quedarse despiertos hasta tarde sólo por esta vez", llegó una voz más profunda. "Han estado preguntando por ti todas las noches".

Tonks levantó la vista y sonrió, contemplando la bienvenida vista frente a ella. Harry le sonrió, su pequeña hija en su cadera extendiendo sus regordetes brazos hacia su madre. Tonks se separó de los dos chicos y pasó por encima de ellos, tomando a Lily en sus brazos. "Hola, cariño", dijo, besando su frente.

"Mamá", susurró la niña, con la cabeza enterrada en el hombro de Tonks, los brazos y las piernas firmemente envueltos alrededor de ella. Lily estaba en una fase pegajosa.

Harry los abrazó a ambos y se inclinó para besar a Tonks.

"Wotcher, Harry," dijo, sonriendo ampliamente. Con dos personalidades fuertes, habían tenido una buena cantidad de conflictos a lo largo de los años, incluso se separaron por un corto tiempo después de la guerra, pero su matrimonio nunca había sido más que feliz, y esos ojos verdes todavía hacían que su corazón diera un vuelco. .

"Hola, amor", respondió. Dio un paso atrás como para admirar la bonita escena que se presentaba ante él. Sostuvo a Lily con fuerza, su mano libre descansando sobre la cabeza de Teddy mientras cada niño estaba envuelto alrededor de una pierna. Cerró los ojos y lo absorbió todo.

"Mamá, ¿a dónde fuiste?" -Preguntó Teddy con curiosidad. "Oh, tuve que ir a trabajar a algún lado, como hace papá a veces", explicó, agachándose de nuevo torpemente mientras Lily todavía estaba envuelta alrededor de ella como una chaqueta. "Pero ahora estoy aquí y no iré a ninguna parte. ¿Qué hiciste mientras yo no estaba?"

"Hicimos brownies con la abuela Molly y ella me dejó lamer la cuchara y pasamos la noche en la casa de la abuela y fuimos al trabajo de papá y vimos que el Sr. Kingsley y yo nos metimos en problemas en la escuela por tirarle el pelo a Dom y fuimos a casa del tío George. tienda y me dio cremas para canarios", le dijo Jamie con rapidez.

"¿Él te dio qué?" Tonks repitió. En general, no aprobaba los productos de George para sus hijos, aunque ella misma tenía varios.