11. "El arte de ser padre"

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Cómo ser padre:
1) Cuidar de tus hijos.
2) Cuidar de tu mujer.
3) Cuidar de tus hijos y tu mujer, al mismo tiempo.
4) Ser feliz cuidando de tus hijos y tu mujer.

Tres y cuarto de la madrugada escuché a mi hija que lloraba a través del Baby - Call. Dos segundos después, el ruido terminó. Era Jade que se apuraba a tocar el botón de off del aparato para que yo no despierte, no se daba cuenta que todas las noches simulaba con los ojos cerrados estar en un sueño profundo, dejó un beso en mi espalda y caminó hacia la habitación de Hayley. Todas las noches lo mismo, salvo los fines de semana que era yo el que me levantaba.

Cerca de las cuatro y media, Jade siempre se escabullía entre las sábanas, bostezaba un par de veces y me abrazaba por detrás. Inmediatamente me daba vuelta y dejaba que su cara se hunda en mi cuello mientras la llevaba hacia mí y dormir los dos juntos. Lo habré dicho mil veces, si ella no dormía, yo no dormía.

A las seis sonaba mi despertador, era yo el que se apuraba a apagarlo y caminaba a pasos torpes hacia el baño para pegarme una ducha rápida y despabilarme. Luego me vestía de camisa y pantalón, y buscaba a mi beba que ya estaba con los ojos abiertos, esperándome.

-Buenos días, Loquita. -Y le dejaba miles de besos sonoros en su mejilla mientras ella se ocupaba de enganchar mi nariz. Le cambiaba rápido los pañales y me iba a desayunar con ella.

Antes de irme, la acomodaba en mi cama, cerca de su madre. Dejaba algunos besos en la boca de cada una y partía hacia el empleo.

En tan sólo quince minutos ya me encontraba en el banco, saludaba a mi padre que lo primero que hacía era preguntarme como estaban Hayley y Jade. Tomaba algunos papeles y me dirigía a mi box para comenzar mi trabajo. No sin antes besar las mejillas de mis compañeras y palmearle las espaldas a mis compañeros.

-¿Necesitas ayuda? -Sole me sorprendió cuando estaba concentrado en terminar una tabla de Excel, pestañeé rápido y la miré.

-No, gracias... -Pero no se fue, se quedó ahí paradita vigilándome. - Pensándolo bien... ¿Me harías el favor de sacarme dos copias de cada hoja? -Y de un manoteo agarré una pila, bastante considerada, de hojas que ni siquiera sabía lo que decían.

-Obvio, te hago lo que quieras. -¿Fue en doble sentido?

-Está hasta los huesos por tí la niña eh -Porque sí, Sole era una chica de apenas diecinueve años que recién empezaba su carrera de contadora en la UBA. Francisco me hizo burla de atrás.

-Lástima que todavía no notó el portarretratos de dos metros que tengo en mi escritorio con una foto de mi mujer y mi hija. -Todos allí sabían que ni loco ni bebido le iba a fallar a Jade.

-¡Ay, Hazz! ¡No sabes lo que me ha pasado! -Llegó Sole después de cinco minutos agarrándose la cabeza.

-Si no me lo dices, no voy a saber. -Y me saqué las gafas (Harry con gafas , basta , que imagen se me acaba de venir. Vale , ya me callo perdón) que usaba para descansar la vista frente a el ordenador y mirarla.

-Se me atascaron las hojas en la fotocopiadora y no puedo sacarlas. -Ya me lo esperaba, era demasiado torpe.

-A ver... -Y dejé las gafas sobre el teclado, me levanté y caminamos hacia la otra sala. Busqué la tapa del aparato y visualicé los mecanismos ¡como si supiera lo que estaba tocando! -Aquí está la hoja, voy a ver si la puedo sacar.

-A ver... - Y se agachó a mi altura para quedar cerca de mi boca.

-¿Por qué mejor no me traes un cafecito, vale? -Y suspiré cuando la vi alejarse. Otros cinco minutos pasaron para que Sole vuelva con vaso descartable, yo seguía presionando los botones para hacerla arrancar. -Gracias. - Pero la bebida no llegó a destino, antes de sostenerla con mis manos ella hizo ademán de acercarse más de lo permitido. Digamos que al evitarla, el café se volcó sobre la fotocopiadora. Explotó. -¡Una inútil es, papá! ¿Por qué mierda la has contratado? -Esperé hasta la hora del almuerzo para quejarme.

-Es la hija de un amigo. No te preocupes, dale algunas tareas tontas y listo.

-¿Tareas tontas? Le pedí que me saque fotocopias y rompió la fotocopiadora. Le pedí que me traiga un mísero café y lo volcó. ¿Te piensas que voy a pedirle que audite el banco?

-Bueno, eh... hay que tenerle paciencia.

-Pero no se le puede tener paciencia a una niña que no lleva ni diez materias aprobadas. -E interrumpí el almuerzo para contestar el móvil. Mi novia me llamaba sólo para saludarme aunque yo me encargué de que la charla sea más extensa.

Cuando llegué a casa, luego de tres horas de universidad, me encuentro con mi hermana sosteniendo a mi hija y a mi novia revolviendo su cartera.

-Gordito... íbamos a salir con Perrie. ¿Quieres quedarte con la nena o prefieras que me la lleve y descansas un ratito?

-No, dejámela. Disfruta y cuídate. -La besé un rato hasta que Perrie nos interrumpió con un "¡Soltando, soltando!"

-¡Para! ¡Soy padre! -Me hacía burla Zayn cuando le abrí la puerta con Hayley en brazos.

-¿Qué haces, idiota? Me hubieses dicho que venías y compraba algo para comer.

-Nah, no te preocupes. ¡Hola, prechocha del tío! -Y me sacó a la beba de los brazos.

-Del tío, las narices -Nunca voy a dejar de ser el hermano celoso.

-Justo de eso te quería hablar. -Ya se sentaba en la mesa y yo me dirigía a poner la cafetera. -Tu hermana me cagó.

-¿Qué hizo, Pezz?

-Le contó a Lorena que estábamos saliendo. ¡Sabes el escándalo que me hizo!

-¿Perdón? ¿Estabas con las dos al mismo tiempo? -Estaba a punto de tirarle la cafetera a la cabeza. Una mano de mi hija golpeó una de sus mejillas. De tal palo, tal astilla.

-Pensé que sabías... si, Jade fue la de la idea.

-¿QUÉ?

-Ey, me parece que se cagó. -Me tendió a la beba sólo para cambiar de tema.

-¿La pasaste bien hoy? - Le pregunté cuando ingresó a la habitación sacándose las zapatillas y tirando la cartera por algún rincón. Hayley ya dormía en su cuna luego del biberón que le calenté.

-Sí... charlamos, de todo un poco. -Me sonrió y se tiró boca abajo a la cama. -¿Y cómo te fue en tu día de padre e hija?

-Bien, bien. Ya soy un experto en canciones de cuna, jugamos un rato, nos bañamos... me enteré también de los consejos que le das a tus amigas, sobretodo a tus cuñadas. -Largó una carcajada.

-Vino Zayn -Dedujo. -¡Ay, no te preocupes, Hazz! ¡Dejalos que se arreglen ellos!

-Bueno, pero ven... -Y la levanté para que quede sobre mí y apretar mis labios contra los suyos. -¿Sabías que soy muy feliz?

-Sí, de sobra. Me lo dices todas las noches. -Ella ya estaba graciosa.

-Entonces podríamos hacer lo que hace muchas noches que no hacemos. -Buscaba desabrocharle el pantalón. Ellá soltó una risa sobre mi oreja.

-¡Me vas a matar! Van treinta y nueve días. -Me lo dijo despacito.

-¡Me estás diciendo que por un día no podemos hacerlo!

-Bueno, eh. Tú me embarazaste. ¡Ahora te aguantas!

-Me aguanto, sí. Pero sólo porque te cuido.

Porque las quiero, porque las amo, porque soy feliz a vuestro lado. Por esto y por mucho más es que te cuido a ti y a mi Loquita.

N/A: Primer capítulo del día , gracias por vuestros comentarios y votos ♡
Selley xx.

Instrucciones | Jarry | {Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora