29. "Siempre te querré"

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Cómo afrontar la muerte de un ser querido:
1) Tiempo al tiempo, las heridas pronto sanarán y alguien curará ese dolor.

-Dame otro... -Sonrió y besó mi boca. Se recostó sobre mí y acaricié su pelo. -¿Sigues enamorada de mí?

-¡Harry! ¿Qué es esa pregunta?

-Va, aprovéchame que estoy romántico. ¿Sigues o no?

-Digamos que te volviste una costumbre en mi vida.

-¿Eso es bueno o malo?

-Que se yo. Supongo que es bueno. Ya estoy acostumbrada a amarte.

-¿Tan aburrido soy? ¿Quieres que me disfrace? -Reímos y pateo mi pierna por debajo de la sábana. -¿Qué tan enamorada estás de mi? -Sí, estaba muy meloso.

-Mmm, tan enamorada estoy que tendría trillizos.

-¿Estaría bien, no? Tener otro bebé.

-¿Te sientes bien? -Me tocó la frente para comprobar la temperatura.

-Sí, hablo en serio. Tú todavía puedes y no sé... extraño un poco levantarme de noche, cambiar pañales. ¿No estaría bien?

"-Ven, pasa

-Tu padre me va a matar si se entera que estoy aquí

-Debe estar durmiendo. Venga, quédate un ratito conmigo."

-¿Qué hace el imbécil ese en mi casa?

-La debe haber acompañado y lo invitó a pasar... -Hoy, después de meses de "por favor, Papi" dejé que Hayley salga a bailar. Es por eso que a las seis menos cuarto de la mañana estaba despierto, en realidad no dormí en toda la noche y Jade me hizo compañía. Ya sé, no me lo digais.Me cuesta aceptar que mi hija ya tiene quince años.

"-¿Quieres un cafecito? ¿Un tecito? ¿Un zumito? ¿Un besito?

-Eso último me gustó. "

-¡Ay, son muy tiernos!

-Se está comiendo a mi hija, no le veo la ternura.

-Nosotros éramos iguales.

-Sí, pero tú ya eras mayor de edad. Tenías dieciocho.

-Claro, porque tú no me quisiste hacer caso antes.

"-¿Y tú de que tienes ganas?

-Yo... no sé. A lo mejor de que te quedes aquí y durmamos abrazados hasta las dos de la tarde...

-Me encantaría Loquita, pero tu padre nos va a ver y me la corta.

-Cierro la puerta con llave."

-Yo voy a cerrar la puerta con llave. -Los interrumpí en medio de un beso. -La de entrada. Tú a dormir -Señalé a mi hija. - y tú te vas ya, no te quiero volver a ver. -Por si no entendió lo agarré del cuello de la camiseta y lo empujé fuera de casa.

-¡Eres imbécil, Papá! ¿Por qué lo tratas así?

-¿Yo soy el imbécil? ¡Te querías encerrar con ese niño en tu habitación! ¡Te vas a dormir y hazte a la idea de que no vuelves a salir a bailar mientras viva!

Listo. Logré que mi hija llore, me odie y cierre la puerta de su habitación de un golpe. "Te pasaste, Hazz" dijo mi mujer. ¡No me pasé una mierda! Tienen quince años y se iban a encerrar en su cuarto. Sé muy bien como terminan las cosas y es muy rápido como para ser abuelo. Suspiré.

Un almuerzo donde los únicos que hablaban eran Martín, Bruno y Jade acerca de la tarea que tienen que hacer para mañana y ni siquiera empezaron. Hayley se levantó de la mesa, sin pedir permiso y sin haber probado bocado, y caminó hacia el salón. Fue cuando la presté atención, no se había quitado el maquillaje y tenía el rímel corrido.

-¡PAPÁ! -Todos nos asustamos del grito histérico que pegó. Nos señaló a Bronco, recostado sobre el sillón, dormido. Me acerqué a mirar de cerca que desperfecto dejaba a mi hija con semejante cara de horror.

En el pecho, cerca de la conexión con la pata izquierda, le faltaba la piel. Había rastros de sangre y se le notaba demasiado hinchado.

-Lo llevamos a un veterinario. -Propuso Jade.

-¿A cuál y cómo? No tengo fuerza para cargar con semejante perro. -Porque claramente, Bronco no podía caminar.

-La mamá de Nico. -Dijo entre llantos mientras abrazaba la cabeza de su mascota.

Me vi obligado a ceder y dejar que mi mujer busque en el móvil de Hayley el número de Nicolás. En media hora, ya lo tenía en casa junto a sus padres. No es un buen momento para dar presentaciones así que directamente fuimos al grano y los llevé hacia Bronco.

-Habría que operar pero no creo... es muy viejo. -Fueron sus palabras luego de examinarlo.

Con bastante fuerza llevamos al perro, que respiraba lento y no se molestó en abrir los ojos, hacia el coche. Ya en la clínica veterinaria, Fernanda, así nos dijo que se llamaba, contactó a sus colegas y perdimos a Bronco en una sala. Al parecer le tenían que sacar algunas radiografías y otros estudios para saber si era o no una urgencia. Sí, lo era. A las siete de la tarde, Fernanda salió de la sala de operación y simplemente negó.

Bronco murió a sus catorce años.

-Ya está, hija. -acariciaba su brazo mientras lloraba sobre mi cuello. Por un instante me maldije haberlo traído a este hogar. Nunca pensé en que algún día iba a fallecer ni que nos dejaría un hueco tan grande.

-Bronco... -Y me golpeaba el pecho para exigirme que se lo devuelva. Si pudiese lo haría.

-Él está mejor, Loquita. Ya estaba muy grande. -Comenzó a toser sobre mi camisa y supe que un ataque de asma le invadía el cuerpo. Palmeé su mesita de luz pero no encontré su broncodilatador, me desprendí de su cuerpo y busqué por los cajones. -¡Jade! ¡Jade, ven! -Hasta que la vi aparecer con Nicolás, él y su familia nos habían acompañado nuevamente hasta nuestro hogar. -¿Dónde está el broncodilatador? -Ya estaba revisando su bolso mientras escuchaba los silbidos que salían de la garganta de Hayley.

-Yo tengo uno en mi mochila. -Nico corrió y volvió en menos de treinta segundos con un aparato para enchufárselo en la boca y obligar a Hayley a respirar.

"-¿Estás mejor? -Le preguntaba a centímetros de su cara.

-Sí. -Contestaba débil y con la mirada perdida.

-¿Ves que hice bien en comprar uno? Yo sabía que algún día te iba a salvar la vida. -Hayley sonrió y acarició su pelo.

-¿Te quedas conmigo hoy?

-Por supuesto."

-¿Vas a dejar que se quede? -Asentí, se lo merece. Cerré la puerta de la habitación de Hayley y apoyé mi cabeza en el hombro de Jade. Ella curaba siempre mis dolores de cabeza.

Hayley, ahora tienes otro ángel de la guarda. Siempre te querré. Bronco.

N/A: Hasta siempre , Bronco.
Este capítulo me ha tocado especialmente debido a que yo también tengo mascota pff.
Penúltimo capítulo gente.
Selley xx.

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