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~~~~ boys don't cry ~~~~

- Tobirama...- la voz femenina que lo llama desde la puerta es suave, tan conocida a la perfección que lo tensa.
Rota su mirada carmín hacia la muchacha que se posa en el arco de la entrada de su cuarto y ladea una sonrisa. La mujer corresponde la sonrisa y se acerca hacia él, sentandose a su lado en la cama y apoyando su cabeza en su fornido hombro. - Te extrañe, Senju. - tararea por lo bajo, jugueteando con sus propias manos.

El albino suspira y siente como su propio aliento apretuja su corazón, cierto nerviosismo lo invade, nerviosismo que para el gran Tobirama Senju desayuna Uchihas resulta casi un insulto. No vacila mucho en contestar, con la voz ronca por el cansancio.
- también te extrañe...- una sonrisa de dientes es lo que recibe como respuesta.
Entonces sin más dilatación la muchacha, quien normalmente era la más conversadora entre ambos, comienza a relatar lo que ha sucedido durante los días que Tobirama estaba fuera de la aldea por su misión.
La escucha atentamente relatando sus día, qué ha hecho y donde ha estado. Desde que almorzo hasta una nube con forma de perro en el cielo. Se ve bellísima, como un cuadro del mejor artista del mundo, deliciosa cómo un sabroso postre o tan placentera como el sonido de la lluvia. Hay algo fascinante en observarla, algo embriagador que lo hace buscar, de manera peligrosa, hundirse más y más en ella.

¿Quién era ella para él? En palabras concisas su mejor amiga. Autoproclamado terminó que lleva años inquebrantable, un lazo regido por años de sólida amistad. Realmente a Tobirama nunca le había hecho gran ruido su relación con la susodicha, pero desde hace un par de meses sentimientos más que confusos y asoladores lo han azotado.
Sentimientos que no sabe ni donde ni por qué han despertado en sí florecieron como cerezos en primavera.
Un día cotidiano despertó y en medio de su conversación rutinaria descubrió que simplemente queria más, que aquella absurda conversación no lo llenaba del todo.

Tobirama Senju siempre había sido alguien ambicioso.

No tenía palabras para describirlo, pero a sus ojos la muchacha brillaba, su corazón dio un vuelco y las ganas de besarla y el deseo físico se encendieron como un foco.
Primero fue carnal, debía ser sincero, pensó que tal vez estaba confundiendo las cosas, tal vez la soledad había hecho tantos estragos a su vida que ahora, de forma depravada y sin vergüenza alguna, deseaba a su mejor y única amiga, quien por encima de todo y para empeorarlo, jamás le correspondería.
Pero con el tiempo se fue dando cuenta de que sus sentimientos por ella rebasaban las ganas de un simple revolcon o ambiguo calor del momento, sus sentimientos eran tal y como lo describian las jovenes kunoichis enamoradas, tal y como los cuentos de amantes lo relataban. Las mariposas en su estómago, los sonrojos, las miradas, el corazón acelerado...
Algo inaceptable en un ninja, ¿qué pensaría su padre?
Era la primera vez que le pasaba en su vida. En cuanto a las mujeres Tobirama no era ni inexperimentado ni un tonto, se había dado la libertad de aprovechar su fama entre las mujeres a su gusto, pero jamás ninguna movió su corazón de la forma en que ella lo hacia.

No comprendía por qué, pero había algo ahí que lo llamaba. Tal vez lo inalcanzable, la falta de tiempo o simplemente fue un capricho morboso del destino... no lo entiende.
La desea tanto, tanto carnal como emocionalmente, tanto que le quema. Le quema de dolor, de tristeza, la uniteralidad y sus circunstancias lo traen cómo una soga a la tierra.

Entonces, él hace la pregunta. - y...¿cómo vas con eso?. - sin quererlo un silencio incómodo se forma por unos instantes, una pequeña mueca es la respuesta. - entiendo...

- siendote sincera, Tobi, nada bien... La enfermedad avanza terriblemente rápido, y no hay buenas respuestas a los tratamientos...- comenta, con una notable tristeza en su voz. - pero hey, no te preocupes, pronto recibire un nuevo tratamiento y mejorare, te lo prometo.- aun, con las circunstancias en contra de si misma intenta calmarlo.

Tobirama siente los indicios de un nudo en su garganta asomandose. La rodea con sus brazos y la atrae a su pecho, siente algunas lágrimas mojarle la camisa. El albino le murmura con tristeza que todo estará bien, que mejorara... ojalá fuera cierto, pero sabe perfectamente que no. Solo le queda tragarse su tristeza y esperar lo inevitable.

Sin derramar una sola lágrima.

~~~~ boys don't cry ~~~~

↳❛boys don't cry❨💧❩❜━Tobirama Senju.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora