Cruel Perdición #1 [Borrador]

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Mis lindas lectoras, gracias por siempre comentar y estar ahí cada que actualizó. Tqm nenis. <3

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Alden.

Me sentía asqueado de ver a puro falso e hipócrita a mi alrededor y así contaminado me el aire que respiro con su presencia. Asco. Aunque bueno, debía confesar que yo era igual o incluso peor que ellos pero a diferencia yo no era ningún hipócrita con cara de marginado.

Nadie estaba junto a mi si no veía alguna capacidad de la cual me pudiera beneficiar a futuro y por desgracia todos esos individuos de mierda que lamen mi tracero como las ratas que son y que rodean la redonda mesa me beneficiaban a mayor alcance que por ahora necesito.

Alessio Cherry. El hombres de mi suma confianza que es casi como mi hermano se encarga de las carreras ilegítimas organizadas en cada continente como lo son los países bajos. Uno de nuestros mayores consumidores de contrabando son los Brasileños y Chilenos. Latinoamérica es una fuente de doble filo.

Colombia: el país que más beneficios me da de entre todas las redes que tengo en el negocio de carreras ilegítimas. Las personas ahí si que son adictas a la adrenalina lo que lo hace mucho más positivo para mi haciéndome ejercer más en el negocio.

Aquí en Italia se es más discreto debido al aumento de militares, si bien los tengo comiendo de mi mano no quiere decir que no exista alguno por ahí con moral rosa. Hace ya una semana que nos cerraron un club, uno de los más importante hasta el momento.

Fue una patada directa al culo por el maldito descuido de los empleados soplones que ya se hacen muertos, fue una responsabilidad que no supieron hacer bien y que por ese mismo motivo necesitaba a la niñera, solo esperaba que si durará y si supiera hacer bien su trabajo para así yo poder hacer bien el mío mientras no estaba en casa.

Brunei Oliveri, hermano menor de la madre de mis hijos se encarga del trabajo legal y a veces del ilegal en la política.

Maneja los tratos con los políticos a su manera; la civilizada y con la puta maldita paciencia que se carga siempre. Aunque eso solo pasa antes de que no quieran colaborar porque cuando no lo hacen me toca intervenir. Es todo un fastidio tratar con esa gente rica con aires de muerto, porque muertos ya están desde el primer día que hicieron tratos conmigo. Piensan que por qué me relacionó con ellos tienen algún poder sobre mi. Ja, realmente me dan gracia.

Para eso lo mandó a él, para que cierre tratos de millones de dólares con su palabrería y buen carácter de negoció. Para que yo no pierda la paciencia antes de tiempo con esos desastrosos seres humanos y también para que no los mate apenas verlos.

—¿Que le parece, Don? —Brunei pregunto. Todo este tiempo se la paso hablado sobre el traslado de armas que se necesita llevar a Moscú. Su teléfono iluminaba el inicio de su rostro masacrado por la paliza que le di el otro día. Quien lo manda a ser tan idiota. A ser tan descuidado.

Sucedió el mismo día en que la nueva niñera llegó a casa, después de la práctica de ballet de Antonella. Como se le ocurre a este bastardo descuidado descuidar a mi hija de cuatro años por cinco minutos. Se le escapó. Se escapó. Ella lo hizo, mientras su tío le compraba un helado—Antonella es tan fanática de los parques—ella lo vio, mierda. Ella literalmente vió el condenado parque ante sus ojos. Sus ojitos brillan cada que vamos a uno.

No quiero ni imaginarme que hubiera pasado si Owen no estaba ahí. Mierda. Me sentí tener un infarto cuando me dijieron. Se que no fue culpa de él ya que fue un accidente pero eso no quita que quise matarlo en su momento. Pude darme cuenta por las cámaras de seguridad que se encontraban en el lugar. Ella es tan impulsiva sin importarle las consecuencias de sus actos.